Cuando llegó a mis manos ―hace muchos años―, un ejemplar de Pedro Paramo, obra de don Juan Rulfo, no pude parar de leer sino hasta que hube concluido el libro. La historia y el estilo genial del autor me atraparon de inmediato. Casi podía ver en mi mente las escenas de una película inexistente entonces, es decir, una película filmada con toda la tecnología y sofisticación de las que hoy puede disponerse. Podría afirmar, sin temor a equivocarme, que aquella obra estupenda marcó al lector futuro que en mi vida pronto aparecería.

Hace pocos días leí una breve nota en un medio de Internet ―mexicano― independiente. El medio suele publicar temas de arte y entretenimiento. La nota hace referencia a lo que denominaron, “¡Una más del México surrealista!”, con base en el relato que ―según se indicaba―, realizaba a su vez la periodista Fernanda Caso. Cuando leí aquello no supe si era un asunto verídico o una broma. No obstante, luego de una breve búsqueda informal de más datos, reparé en eso que todos sabemos, aunque muy poco caso le hagamos: la ignorancia puede hacer estragos.

Resulta que, una tía del autor de Pedro Paramo y El llano en llamas, vivió en un inmueble que fue propiedad de don Juan Rulfo. La señora nunca realizó el cambio de dueño en las instituciones que proporcionan los servicios al inmueble –asumo que agua, energía eléctrica, teléfono, etc.– Siguió pagando dichos servicios como si el dueño siguiera siendo el célebre autor mexicano que falleció en la ciudad de México en 1986, dejando para la posteridad no sólo su obra sino también otras historias surrealistas que no escribió pero que de alguna manera protagoniza.

El asunto es que, la tía de Rulfo también falleció ―ignoro cuando―, y nadie siguió pagando las cuentas de los servicios del inmueble que, como es de suponer, se fueron elevando con todo y mora, intereses y cuanto cobro extra suele aparecer en estos casos. De esa cuenta, el señor Juan Rulfo (Viscaíno), el célebre y recordado autor fallecido años atrás, fue notificado de que debía pagar lo que adeudaba o de lo contrario caería en el buró de crédito, es decir, sería demandado. Ciertamente, los homónimos existen, las confusiones ocurren, pero… ¿don Juan Rulfo? El surrealismo…

Adolfo Mazariegos

Politólogo y escritor, con estudios de posgrado en Gestión Pública. Actualmente catedrático en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala y consultor independiente en temas de formación política y ciudadana, problemática social y migrantes. Autor de varias obras, tanto en el género de la narrativa como en el marco de las ciencias sociales.

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