La noche que prometía ser una fiesta futbolera terminó convirtiéndose en un golpe al corazón para miles de guatemaltecos. La Selección Nacional cayó 2-3 ante Panamá, apagando el sueño mundialista que mantuvo en vilo a todo un país.
Desde temprano, familias, grupos de amigos y aficionados de todas las edades se dieron cita en el estadio Manuel Felipe Carrera y en diversos puntos de transmisión para seguir cada minuto del encuentro. El ambiente era una mezcla vibrante de expectativa, ilusión y tensión.
La emoción se sentía en cada rincón: banderas ondeando, rostros pintados, camisetas azules y blanco por doquier, y fanáticos que llegaron con disfraces, porras y toda clase de accesorios para apoyar a la Bicolor.
PASIÓN QUE NO SE APAGA
Con el avance del partido, el entusiasmo se transformó en nerviosismo. Y cuando Panamá marcó, la euforia se convirtió en tristeza que se apoderó de “El Trébol”.
En el estadio, en las redes sociales y en los lugares donde se disfrutaba la transmisión, comenzaron a multiplicarse los lamentos y las reflexiones. Sin embargo, junto al desconsuelo también surgieron mensajes de aliento y orgullo hacia los jugadores guatemaltecos.
El cierre de la jornada estuvo marcado por escenas de profunda emoción: lágrimas que escaparon sin permiso, abrazos que buscaban consuelo y aplausos que, pese a la derrota.
Aunque el marcador no favoreció a Guatemala, la afición volvió a demostrar que el fútbol se vive con el corazón y que, gane o pierda, la Selección siempre encontrará respaldo en su gente.
Estas fueron las reacciones:








