El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) rechazó «tajantemente» el uso de la violencia entre personal del Hospital Roosevelt durante dos conferencias de prensa, desarrolladas este jueves 14 de noviembre.
Y es que entre gritos, empujones y un intercambio de golpes, médicos e integrantes del sindicato de trabajadores del Hospital Roosevelt hicieron uso de la violencia.
Durante las conferencias, el director del centro asistencial, Luis Arturo Chávez, informó que los subdirectores Jaime Enrique Mata y Luz Angélica Abad, renunciaron a su cargo, argumentando «irregularidades en el proceso administrativo».
SALUD DE PRONUNCIA
Ante las declaraciones de Chávez este jueves, la cartera ha dado seguimiento «inmediato» a las gestiones de investigación iniciadas por la Oficina de Probidad y la Auditoria Interna, desde el cuerpo médico, en asamblea, emitió un voto de desconfianza hacia Chávez.
Además, el ministerio informó que implementado medidas administrativas orientadas a asegurar el funcionamiento óptimo y continuo del hospital.
Finalmente, aseguraron que al obtener los resultados de las investigaciones, las mismas serán comunicadas en la brevedad posible.
ACTOS DE VIOLENCIA
Mientras que con los incidentes suscitados a la salida del auditorio, tras finalizar la asamblea, Salud rechazó «tajantemente» el uso de violencia y la coacción.
Por lo anterior, aseguraron que tomaran las acciones pertinentes para establecer responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.
Renuncia de dos subdirectores del Hospital Roosevelt entre cruce de señalamientos y golpes
En tendencia:
Uniforme limpio, corte adecuado y saludo obligatorio: las nuevas reglas en las escuelas públicas de El Salvador
A casi un año de destapado el caso B410, analistas señalan contrastes entre investigación del MP y SAT
Bicicletas, caravana de buses y posibles rutas alternas del paso a desnivel de El Milagro
Orantes justifica compra de «supercomputadoras» de Q50 mil porque el «viceministerio no tenía equipo»
Chapinlandia celebrará 78 años de llevar la marimba a cada rincón del país
