POR PHILIP MARCELO/AP
Una familia guatemalteca que solicita asilo en Estados Unidos pudo reunirse en Massachusetts tras acudir a los tribunales después que fue separada por la polémica política del gobierno del presidente Donald Trump de enviar a algunos migrantes a esperar sus procesos de asilo en México.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Massachusetts informó el viernes que Maudy Constanza, Hanz Morales y sus tres hijos se reunieron el día anterior en el Aeropuerto Internacional Logan, de Boston, después de pasar cerca de siete meses separados.
«Siento una enorme alegría», dijo Morales, de acuerdo con un comunicado de la ACLU, que además publicó un breve video sobre el emotivo reencuentro de la familia. «Estoy muy feliz de estar con mi esposa y mis hijas, me siento seguro porque me encuentro en un país seguro con toda mi familia. Esta es una bendición que Dios ha hecho posible».
El grupo de derechos civiles indicó que la reunificación se dio luego que el gobierno federal accedió a zanjar una demanda legal presentada por la ACLU en un tribunal federal de Boston a nombre de la familia. La ACLU agregó que seguirá luchando para que se deseche el caso.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) declinó emitir comentarios, pues dijo que el litigio está en curso.
La familia se encuentra entre las cerca de 60.000 personas que buscan asilo que han sido enviadas de regreso a México como resultado de la política de Trump, la cual entró en vigor en enero de 2019. Las autoridades estadounidenses han elogiado el programa «Permanecer en México» pues, dicen, ha ayudado a reducir marcadamente los cruces no autorizados de la frontera.
La familia había huido de Guatemala el año pasado después de que Morales dijo que había sido baleado en cuatro ocasiones. Pero se separaron justo antes de cruzar la frontera en busca de asilo.
Constanza y sus dos hijas recibieron permiso para ingresar a Estados Unidos a la espera del resultado de su solicitud, pero Morales y su hijo de 9 años fueron devueltos a México para que esperaran ahí la respuesta a su caso.
La ACLU argumentó que la nueva política de asilo del gobierno de Trump violó el debido proceso constitucional y los derechos de protección igualitaria de la familia.
El grupo defensor de los derechos civiles dijo que es ilegal enviar a la gente de regreso a países donde serán perseguidos o torturados, y que los migrantes que temen por su seguridad tienen el derecho de reunirse con un juez de inmigración antes de ser deportados.
La ACLU señaló que el tiempo que Morales y su hijo vivieron en México cerca de la frontera fue «extremadamente peligroso». Vivieron «principalmente ocultos» luego de sobrevivir a un intento de secuestro y pasar hambre debido a que era demasiado peligroso salir a comprar comida, agregó el grupo.
«Esta reunión es agridulce porque esta familia nunca debió haber tenido que pasar por esta separación y sufrimiento», dijo Susan Church, abogada de inmigración que representa a Constanza, en un comunicado proporcionado por la ACLU. «Aunque estamos muy felices de verlos juntos, muchas más personas siguen sufriendo por esta peligrosa prohibición de asilo».
La política, cuyo nombre formal es Protocolos de Protección al Migrante, requiere que los solicitantes de asilo de ciertas naciones de habla hispana, incluida Guatemala, esperen en México los resultados de su proceso en los tribunales estadounidenses de inmigración.
La demanda de la familia es una de varias que han buscado impugnar la nueva política de asilo.
La ACLU y otros grupos también entablaron querellas el año pasado en una corte federal de San Francisco a nombre de 11 migrantes. Un panel de un tribunal de apelaciones escuchó los argumentos del caso en octubre pasado, pero aún falta que emita un fallo.