Por Margarita Girón
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Hazel Contreras, coordinadora de Alianza Américas en Centroamérica; una organización que trabaja en apoyo a migrantes latinoamericanos, participó recientemente en un evento organizado por Fundación Heinrich Böll, Alianza Américas y Flacso Guatemala, en donde abordó junto a otros expertos temas como los grandes desafíos en materia migratoria para el gobierno entrante, así como la búsqueda de soluciones integrales desde la ciudadanía, pasando por gobiernos representativos y políticas de corte internacional.
Contreras, en una entrevista para La Hora Voz del Migrante, profundizó sobre el fenómeno migratorio visto desde las organizaciones migrantes latinoamericanas en Estados Unidos, así como los temas prioritarios para el gobierno entrante y la necesidad de abordar la problemática desde el punto de vista de los derechos humanos tanto de quienes migran como de quienes permanecen en los países de origen.
La Hora Voz del Migrante: ¿Cuáles son las principales necesidades que presenta el país entorno a la migración?
Hazel Contreras: Al ser Alianza Américas una organización liderada por migrantes latinoamericanos, quienes dan asistencia a migrantes y en especial un alto número de migrantes centroamericanos y por ello es tener contacto internacional con aliados estratégicos para abordar las diferentes aristas de la migración, como la salud y educación y causas como la violencia, la desigualdad y la violencia.
Sabemos que el próximo año inicia un nuevo gobierno y es importante saber hacia dónde debe apuntar este Gobierno para minimizar los factores expulsores de la población, porque sabemos que Guatemala es un país muy golpeado por este fenómeno, que ha llevado a que mucha gente tome la decisión de salir huyendo del país por las condiciones en las que vive.
Guatemala tendría que tener un acuerpo de organizaciones civiles que trabajen el tema migratorio, pero también que como sociedad puedan pedir al Gobierno que vele por los derechos de las personas migrantes en otros países.
LHVDM: ¿Cuáles serían los temas prioritarios para el próximo Gobierno para atender el tema de la migración?
HC: Tendrían que hacerse las reformas necesarias, primero para que el acceso a la educación sea global y de alto nivel, así como un sistema de salud viable para todos, que no tenga costos extras y que no se traduzca en una privatización de los servicios para la población.
También es necesario abordar el fenómeno de forma regional porque compartimos fronteras, tanto El Salvador como Honduras con Guatemala y aunque cada país tiene problemáticas diferentes se comparte el tema migratorio.
Es necesario crear políticas públicas que estén a favor de la población porque eso es lo que generará las condiciones necesarias para que ellos quieran quedarse, porque ningún migrante decide abandonar lo que tiene por encontrar otras oportunidades si las tiene aquí.
Además, es un factor importante tener en cuenta que existe el derecho a migrar y es que la migración no debe ser una forma de subsistir y nosotros como organización transnacional estamos conversando con aliados estratégicos que están tratando de ver cómo abordar estas causas y sabemos que los gobiernos pueden apoyarse en ellos para poder construir caminos hacia una migración que no sea forzada.
LHVDM: Sobre el aumento de las unidades familiares guatemaltecas que decidieron migrar como se evidencia en las cifras de detenciones, ¿cómo se ve esta situación desde Alianza Américas?
HC: En Estados Unidos con la administración actual hemos enfrentado como sociedad civil un alto bloqueo a todo el tema de la migración, sobre todo en cuanto al enfoque de derechos humanos, como el derecho a migrar, el derecho a solicitar asilo y refugio.
Es importante que sepamos que en Estados Unidos, las condiciones también son complicadas para la sociedad civil. Existe un miedo hacia la persona pobre, porque si usted es un millonario suizo, (por ejemplo), puede entrar sin problemas a Estados Unidos, pero si es un campesino que huye de las condiciones en su país no entra y eso ha limitado mucho el derecho a asilo, que a pesar de todo no significó un freno a la migración, sino que ocasionó el éxodo que vimos.
Hay que destacar que este éxodo no significa que sea algo nuevo porque migrar es una tendencia que hemos observado durante los últimos 30 años, pero este fenómeno de las caravanas fue visible y llamó tanto la atención, que el presidente Trump lo ha usado como parte de su campaña política para el 2020.
Nosotros como organizaciones de migrantes centroamericanos y latinoamericanos estamos cambiando constantemente el tema del discurso de la xenofobia y el racismo y discriminación de la cual son víctimas los migrantes.
LHDVM: Ante estos cambios en materia política tanto en Guatemala como en Estados Unidos, ¿cómo ve el fenómeno migratorio a futuro?
HC: Estados Unidos ha implementado una estrategia para bajar su frontera, esta firma de acuerdos, incrementar la patrulla fronteriza y la firma de acuerdos migratorios con Guatemala y Honduras, son una forma de bajar su frontera para no tener que lidiar ellos con el tema de la gente que sigue llegando.
También hay que tomar en cuenta que la crisis migratoria tal cual no está en la frontera estadounidense, sino en los países de origen y lo que nosotros vemos en el panorama nebuloso de toda la región es que la migración continuará si no se crean las oportunidades reales de superación para las personas de nuestros países.
Si el tema de corrupción, violencia, pobreza y desigualdad no cambian, no se ataca no cambiará y esto es algo en lo que el gobierno de Estados Unidos también podría apoyar porque así como han buscado firmar esos acuerdos también podrían obtener fondos para el desarrollo de nuestros países.
LHVDM: ¿Qué postura y que acciones tendría que ver el Gobierno entrante ante la situación que enfrentan los migrantes?
HC: El enfoque de derechos humanos es clave en este tema, los Gobiernos deben tratar de visualizar el tema de la protección humanitaria como prioridad, no solo de las personas migrantes sino de las personas que estamos en los países y que eso tenga que ver cómo los países del Triángulo Norte, sabiendo que comparten problemáticas, podrían también compartir soluciones.
Es necesario que se visualice dentro de esas posibles soluciones la protección de los derechos humanos.