Por Eder Juárez
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El Gobierno de Guatemala decidió cerrar la Embajada de Guatemala en Suecia, con el argumento de una reorganización administrativa, lo que para dos excancilleres consultados es lamentable, pues aísla al país del resto del mundo.
El excanciller Gabriel Orellana indicó que hay que señalar la pobreza de la visión del vicepresidente Jafeth Cabrera, respecto a la situación de lo que Guatemala ocupa en el mundo, “en otras palabras su concepto es tan pobre que lo reduce a temas estadísticos de turismo y comercio”.
De acuerdo con Orellana, el Reino de Suecia tiene en las relaciones internacionales de Guatemala un impacto muy grande porque es el vocero de los países escandinavos, son cuatro países que tienen no solo una gran influencia en el mundo, sino son un aliado muy importante en la Unión Europea, son cuatro votos para decidir muchas políticas de la UE que pueden repercutir en Guatemala dijo.
“Lamentablemente dentro del contexto en que se da esta decisión, supuestamente administrativa, resulta poco creíble, por cuanto que hay una serie de temas de índole interpersonal, familiar y privado de parte del Presidente que explica una animadversión contra el Reino de Suecia”, señaló Orellana.
Además, refirió que este tipo de decisiones nos hace ver a los ojos del mundo como que tuviéramos un Presidente que es un monarca absoluto y maneja las relaciones internacionales a su sabor y antojo, olvidándose del parámetro constitucional básico que le indica la Constitución en el artículo 149 y dos o tres que le siguen.
“Nos está prácticamente haciendo perder la credibilidad ante los ojos del mundo, porque Guatemala ha dejado de ser un país institucional, es un país donde manda la voluntad unilateral del ‘Señor Presidente’, como dijo Miguel Asturias”, indicó.
Orellana agregó que lo lamentable es el efecto que deja para el nuevo Gobierno porque a “Guatemala le ha costado mucho, lo digo por experiencia propia, le costó mucho recuperar su imagen ante el mundo, con muchos esfuerzos se llegó a colocar a Guatemala en el Consejo de Seguridad que era un gran paso adelante, y poco a poco toda esa labor en Naciones Unidas la han ido erosionando y el tiempo que lleve reconstruirla será tiempo perdido”.
Por su parte el excanciller Edgar Gutiérrez, señaló que este Gobierno ha hecho del aislamiento una antipolítica exterior, que parece ser motivo de orgullo para ellos estar solos en el mundo, en una especie de auto ostracismo que es contrario a los intereses nacionales.
Gutiérrez indicó que Guatemala pierde mucho con ese aislamiento, lo que ha hecho este Gobierno es dejar una herencia nefasta para el próximo Gobierno, “reconstruir relaciones cuesta mucho, es un esfuerzo en el que Guatemala debe invertir mucho dinero, no es así no más, se necesitan diplomáticos muy hábiles con mucha experiencia para hacer esa reconstrucción”, manifestó.
Además, indicó que para nada ayuda a los intereses nacionales este tipo de acciones que adopta el actual gobierno. “Es una ingratitud para un país que ha venido acompañando a Guatemala desde el proceso de Paz, que ha hecho inversiones fuertes y ha tendido cooperación en el interior del país, ha estado presente donde el Estado está ausente”, manifestó.
