Por MICHELLE L. PRICE y RICARDO ALONSO-ZALDIVAR
LAS VEGAS
Agencia (AP)
Los votantes demócratas aparentemente están reevaluando su posición sobre el seguro de salud, un cambio pragmático en el tema principal del partido de cara a las elecciones de 2020.
Si bien la consigna de “Medicare para todos” conserva una gran popularidad, muchos dicen ahora que prefieren perfeccionar la cobertura del sistema de salud pública Obamacare en lugar de un programa nuevo que reemplace el seguro mixto público y privado vigente.
El cambio se refleja en una encuesta nacional reciente y en entrevistas con votantes, así como en la evolución de las posiciones de los aspirantes a la candidatura demócrata sobre una propuesta que hace algunos meses parecía cobrar gran impulso en el partido. Varios han dicho que prefieren un enfoque gradualista en lugar de un plan manejado por el gobierno respaldado por los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren.
Sería un problema para Sanders y sus seguidores, un indicio de hasta qué punto los votantes demócratas están dispuestos a virar a la izquierda y las dudas subyacentes de que los estadounidenses respaldarán un cambio tan drástico a su seguro de salud.
“Escuchamos hablar de Medicare para todos, pero no estoy absolutamente segura de qué significa y qué significaría para mí”, dijo la demócrata Terrie Dietrich, quien vive cerca de Las Vegas. ¿Significa que el seguro privado se fue para no volver?”
Dietrich, de 74 años, tiene Medicare, el programa gubernamental de asistencia médica para los ancianos, y lo complementa con un seguro privado, lo que satisface bastante bien sus necesidades, dice.
Le parece importante que todos tengan atención médica, no solo los que pueden pagarlo, dijo, y añadió que apoyaría el Medicare para Todos si fuera la única manera de lograrlo.
Pero “no creo que podamos lograr que se apruebe”, acotó.
Erin Cross, su hija de 54 años, demócrata también, dijo que no le parece bien pasar a un sistema en el que el plan del gobierno es la única opción. Dijo que los demócratas no podrán dialogar con los republicanos al menos que encuentren un terreno intermedio en el que la gente pueda conservar su seguro privado.
“Tenemos que conseguir que algunos de los otros, los votantes republicanos, se pasen a nuestro lado solo para deshacernos de Trump”, dijo.
Algunos precandidatos demócratas también se han mostrado escépticos.
El nuevo plan de la senadora Kamala Harris incorpora el seguro privado. El senador Cory Booker prefiere un enfoque paso a paso. En tanto, los moderados como el exvicepresidente Joe Biden han criticado sin ambages el sistema gubernamental preconizado por Sanders.
En Nevada, donde se pone a prueba el atractivo de los candidatos sobre el movimiento obrero y una población diversa, los demócratas moderados se han impuesto al hacer hincapié sobre un sistema accesible y que mantiene las protecciones establecidas por la ley del presidente Barack Obama.
En todo el país, el 55% de los demócratas y los independientes que se inclinan por ese partido dijeron en una encuesta el mes pasado que prefieren conservar la Ley de Cuidado de Salud Asequible de Obama a reemplazarla por Medicare para Todos. La encuesta de la ONG Kaiser Family Foundation halló que el 39% prefiere Medicare para Todos. Las mayorías de liberales y moderados coincidieron en esto.
El apoyo demócrata al Medicare para Todos era un contundente 72% en julio, comparado con 80% en abril, una caída que según Kaiser es estadísticamente significativa, pero no indica necesariamente una tendencia descendente definitiva.
Pero no se sorprendería si llegara a serlo, dijo la encuestadora de Kaiser, Liz Hamel. En materia de ideas sobre el seguro de salud, “a medida que el público conoce los argumentos a favor y en contra, con frecuencia vemos movimiento”.
La encuesta de Kaiser también encontró amplio apoyo a la alternativa de una opción pública que preconizan los moderados, un plan del gobierno que competiría con el seguro privado pero no lo reemplazaría. El 85% de los demócratas y el 68% de los independientes apoyaron esa idea, a la que se opusieron los republicanos por 62% a 36%.
Los grandes aumentos del gasto federal y la expansión significativa del poder del gobierno son argumentos frecuentes contra Medicare para Todos. Sin embargo, la crítica principal contra el plan de Sanders es que obligaría a la gente a abandonar su seguro privado. Bajo el proyecto del senador por Vermont, sería ilegal que las aseguradoras o los empleadores ofrecieran cobertura para beneficios ofrecidos por el plan del gobierno.
En entrevistas con The Associated Press, trabajadores sindicalizados en Nevada expresaron temor de que Medicare para Todos afectara su cobertura.
Chad Neanover, cocinero en el restaurante y casino Margaritaville de Las Vegas, dijo que sería renuente a abandonar el seguro que su sindicato ha conseguido con luchas. Tiene asma y su esposa padece diabetes. El seguro del sindicato no tiene prima mensual ni deducibles.
“No quiero abandonar mi seguro de salud. He participado en la lucha para conservarlo”, dijo Neanover, de 44 años. “Mucha gente ha peleado para conseguir lo que tenemos hoy”.
Los partidarios de Medicare para Todos dicen que se ha tergiversado su plan.
“El cambio en las encuestas sobre Medicare para Todos” es producto directo de las tergiversaciones de los oponentes”, expresó el representante Ro Khanna, un dirigente de la campaña de Sanders.
Lo que más interesa a la gente es conservar sus propios médicos, y Medicare para Todos no afectaría eso, aseguró Khanna.
Los observadores del debate sobre el seguro de salud ven nuevas energías entre los demócratas.
“La historia de la reforma del seguro de salud revela que la gente quiere conservar lo que tiene”, indicó la especialista en políticas públicas Judith Feder, asesora de salud pública del gobierno de Bill Clinton.
No obstante, observa un interés común a todos los demócratas: “La gente quiere cobertura asequible, confiable y estable”.