POR MARIELA CASTAÑÓN
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Tras la llegada de Enrique Degenhart al Ministerio de Gobernación (Mingob), se estancó la implementación del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria y hasta hoy ningún representante de ese Ministerio, explica qué ocurrió con el proyecto.
La Hora se comunicó con Degenhart, pero no respondió a las llamadas realizadas a su teléfono celular.
El pasado 19 de agosto, este vespertino se comunicó con Juan Carlos Corzo, director del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria para conocer los argumentos por los cuales se estancó el proyecto, pero sugirió solicitar la información a través de la Unidad de Acceso a la Información Pública del Mingob.
A Corzo se le solicitó una entrevista personal y programó para hoy el espacio, sin embargo, dijo que “tenía un inconveniente” porque estaba en “el interior” –del país–.
Hasta ahora nadie explica la fase en la que se quedó el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, ni tampoco las razones por las cuales no continuaron.
Ese proyecto iniciaría en cinco cárceles y pretendía evitar el ocio, hacinamiento y corrupción, explicaron las exautoridades del Mingob en 2017, conformadas por Francisco Rivas y Ricardo Guzmán, exministro y exviceministro respectivamente.
La única prisión que se inauguró bajo ese esquema fue Fraijanes I, el 7 de marzo de 2017, la misma albergaba a mujeres con un perfil de peligrosidad baja y con voluntad de reinsertarse y rehabilitarse.
El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) ha recomendado continuidad en la implementación del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria para garantizar mejores condiciones de reclusión, también realizar reformas para limitar la duración y prórroga de la prisión preventiva; implementar un mecanismo de monitoreo de los plazos procesales; aumentar la capacidad del Sistema Judicial e instalar carceletas dignas destinadas a la prisión provisional exclusivamente. Además, ampliar la infraestructura carcelaria con procesos de planificación más eficientes.
¿ES POSIBLE REHABILITAR SIN RESPETO A DERECHOS HUMANOS?
Jordán Rodas, procurador de Derechos Humanos (PDH), opinó que el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria garantizaba los derechos humanos, era viable y solo faltaba la voluntad política para ejecutarse.
“Las personas privadas de libertad también tienen derechos humanos, aunque algunos no lo comprendan. Hoy más que nunca está comprobado que cualquier persona puede estar privada de libertad y merece condiciones dignas”, dijo Rodas.
El PDH cuestionó a Degenhart, porque ha descuidado sus atribuciones y ha dejado temas importantes sin atender, como el sistema carcelario, mientras tanto se siguen rechazando las extorsiones que salen desde las prisiones, pero no hay opciones de rehabilitación.
“Hay quienes dicen ahí solo hay extorsiones, pero si no se les da opciones –a los reos- para ocupar su tiempo, fácilmente pueden delinquir”, refirió Rodas.