Por Margarita Girón
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio a conocer recientemente a través de un comunicado, su postura y preocupación por la situación de las personas migrantes y refugiadas en Estados Unidos, México y Centroamérica.

Dentro del documento abordan el tema de la intención del Gobierno de convertir a Guatemala en un Tercer País Seguro, acción que rechazan pues a decir de la CIDH, Guatemala no cuenta con las condiciones para ofrecer las garantías de seguridad para los solicitantes de asilo que lleguen al país.

Para explicar la postura de la CIDH ante la posible firma de un acuerdo entre Guatemala y Estados Unidos para convertir a Guatemala en un país receptor de solicitantes de asilo, en una entrevista para La Hora Voz del Migrante, Luis Ernesto Vargas, relator sobre derechos de los migrantes de la CIDH, detalló los aspectos que evidencian las carencias del país para convertirse en un Tercer País Seguro.

En ese sentido, Vargas manifestó que la Comisión está sumamente preocupada ante esta posibilidad porque dicho acuerdo podría aumentar las condiciones de vulnerabilidad para las personas migrantes y refugiadas además de exponerlas a riesgos mayores a los que se enfrentan durante su ruta migratoria.

“La población migrante y la población refugiada tiene un altísimo grado de vulnerabilidad ya que es expuesta a toda clase de vejámenes y violaciones a sus derechos humanos y al presentarse la posibilidad de un acuerdo de este tipo con un país que no tiene las condiciones reales para que se convierta en Tercer País Seguro, las posibilidades de vulneración a los derechos se verán acrecentadas”, dijo Vargas.

El Relator de la CIDH refirió que la preocupación de la Comisión aumenta cuando se evidencia que dicho acuerdo se basa en una serie de imposiciones de políticas norteamericanas aprovechando su condición, buscando dominar a los países de América a través cuestiones económicas y comerciales.

GUATEMALA SIN CONDICIONES PARA SER TERCER PAÍS SEGURO

Al ser consultado sobre las posibilidades que tiene el país para albergar a migrantes y refugiados provenientes de otros países, tomando en cuenta que Guatemala se encuentra dentro de los países que más migrantes expulsa en Centroamérica, Vargas resaltó que evidentemente Guatemala no está capacitado para albergar a más personas.

“Es una situación paradójica, pues cómo podría Guatemala convertirse en tercer país seguro si es de este país de donde están saliendo la mayoría de las personas, huyendo de condiciones de inseguridad”, expresó Vargas.

De acuerdo con Vargas, diferentes estudios realizados en torno a la situación del país ponen en evidencia que Guatemala no contaría con las condiciones para ofrecer garantías de seguridad que un Tercer País Seguro debe garantizar.

El entrevistado manifestó que para el 2018 Guatemala tenía casi 87 mil solicitantes de asilo y 19 mil refugiados en Estados Unidos, “cómo podemos decir que Guatemala puede ser un Tercer País Seguro, cuando no ha tenido ni siquiera las posibilidades de ofrecer seguridad para sus connacionales”, enfatizó Vargas.

RIESGOS Y VULNERABILIDAD PARA MIGRANTES AUMENTARÍA

De acuerdo con Vargas, además de los riesgos que conlleva migrar se registran otros en los que destacan la violencia, inseguridad, secuestros y extorsión, que surgen en las zonas a las que están siendo devueltos los migrantes.

Vargas añadió que otros de los riesgos a los que se expondrían los migrantes es la falta de acceso a servicios básicos y todas las situaciones de vulnerabilidad que actualmente atraviesan los mismos guatemaltecos sin ser migrantes.

SE NECESITA TRABAJAR EN LA DESIGUALDAD PARA SER UN PAÍS SEGURO

El Relator de la Comisión indicó que según lo observados CIDH y otros actores, resulta complejo que Guatemala pudiese calificar un Tercer País Seguro porque es un país con “enormes desigualdades”.

“Así como hay concentración de riqueza, que es la que más genera desigualdad, así encontramos que la mayoría de la población guatemalteca se encuentra en situaciones infrahumanas”, destacó Vargas.

Asimismo, añadió que mientras las brechas de desigualdad no se cierren, no podría hablarse de que el país ofrezca posibilidades de albergar a las personas. De acuerdo con Vargas, la infraestructura del país es precaria y se necesitarían décadas de implementación de políticas públicas que se inclinen por un Estado de bienestar general y no un Estado de beneficios particulares que regularmente se enquistan en los gobiernos para beneficios propios y no del país.

MÁS DE 300 MIL CENTROAMERICANOS SON SOLICITANTES DE ASILO EN EE. UU.

De acuerdo con Vargas, los registros de CIDH reflejan que más de 300 mil migrantes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala han solicitado asilo en Estados Unidos, según datos al 2018, de los cuales casi 87 mil son guatemaltecos.

“Imaginemos lo que significaría para Guatemala aceptar ser Tercer País Seguro para que las personas primero realicen la solicitud en el país como si este tuviese la capacidad de albergue para semejante cantidad de personas cuando no puede con los propios guatemaltecos, no es posible pensar en recibir cientos de miles de personas de otros países”, puntualizó el entrevistado.

CIDH RESPALDA A LA CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD

El representante de la CIDH manifestó que la Comisión respalda las decisiones de la Corte de Constitucionalidad en Guatemala respecto a otorgar un amparo provisional a un grupo de excancilleres, a Manfredo Marroquín, así como al procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, para que el presidente Jimmy Morales se abstuviera de firmar el acuerdo con Estados Unidos.

“Los hechos de violencia y vulneración de los derechos humanos que la Comisión ha observado, pone en evidencia que estos países no cuentan con condiciones para ofrecer las garantías de seguridad que un Tercer País Seguro pueda garantizar y en esas circunstancias me parece que la decisión de la Corte fue correcta y ajustada a Derecho”, dijo Vargas.

Asimismo, agregó que les llama la atención que el Gobierno de Guatemala trate de culpar a la Corte de algo que de manera tan evidente generaría un problema grave a la población guatemalteca, para quedar bien con otro país.

Finalmente, el Relator expresó que de concretarse el acuerdo, la situación aumentaría los problemas que tiene el país con los propios guatemaltecos en temas de desigualdad, pobreza y vulnerabilidad de los derechos humanos.

Temporalidad de la entrevista

La entrevista al representante de la CIDH, se realizó un día antes de que el Gobierno de Guatemala y Estados Unidos firmaran formalmente el Acuerdo de Tercer País Seguro.

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