Por Eder Juárez
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La designación del abogado Stuardo Ralón por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) para ser miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), podría deberse a un pago de favores al Gobierno por parte de los países miembros del Grupo de Lima, aseguró Claudia Samayoa de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, Guatemala (Udefegua).
Según la defensora de derechos humanos, Ralón fue electo por dos razones, primero por las alianzas entre Gobiernos en el Grupo de Lima para apoyar la propuesta norteamericana de desconocer al Gobierno de Maduro y posible intervención militar.
Y la segunda por el movimiento que hay en Latinoamérica contra los derechos humanos, que se ha identificado más públicamente a través del movimiento ProVida.
Samayoa indicó que la OEA hizo una designación de una persona “antiderechos humanos” quien “tiene una trayectoria en su trabajo no solo en contra de la CICIG, sino en contra de desarrollos en materia de derechos humanos, sorprendió mucho que fuera designado, porque este discurso antiderechos, suele ser un discurso antiinstitucionalidad de derechos, Ralón ha estado en contra de las resoluciones de la Corte de Constitucionalidad, entonces el Gobierno al nombrarlo está mandando el mensaje de mayor destrucción del Sistema Interamericano de Derechos Humanos”, refirió.
CON TRAYECTORIA
Por su lado, Francisco Quezada del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), indicó que el abogado Ralón es una persona con una trayectoria de mucho mérito en todos los ámbitos donde se ha desempeñado, por lo que es una buena oportunidad para Guatemala que alguien que no figura más que por sus méritos vaya a representar en un tema tan delicado y desprestigiado, como lo son los derechos humanos.
Quezada manifestó que con esta designación se está aprobando una nueva línea de profesionales.
Al preguntarle sobre si el abogado Ralón está en contra de los derechos humanos tal como lo dice Samayoa, el investigador del CIEN respondió que estas garantías se han convertido en “un botín político”.
Para el analista, el trabajo a favor de los derechos humanos salvo algunas honrosas excepciones, está copado por personas que no comparten los derechos humanos sino al contrario, porque su formación filosófica y su esencia son en contra, pero si son oportunistas para adaptarse a donde estén y por eso en Guatemala no se cree en los derechos humanos, porque se ha desprestigiado por aquellos que hicieron de los derechos humanos su club privado.
Se le preguntó a Ralón sobre las críticas surgidas por su designación, sin embargo dijo que estaba por abordar un avión y que daría su respuesta más adelante.
El abogado guatemalteco fue electo comisionado junto a Julissa Mantilla Falcón, y Esmeralda Arosemena quien logró su reelección al igual que Margarette May Macaulay.