Por Margarita Girón
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Sin que nadie más que su esposo supiera, *Alicia salió el 2 de mayo de su casa en Salamá, Baja Verapaz, junto a su hijo de 10 años, fue hasta el día siguiente que sus familiares en la capital se enteraron que iba rumbo a Estados Unidos, viajando de forma irregular. Aunque en Guatemala dejó a su esposo y a su hija de 7 años, Alicia decidió separarse temporalmente ante las condiciones de inseguridad que les impidió permanecer en su comunidad, pues corría peligro su vida.
En el municipio tenían una tienda de abarrotes y una venta de comida con la que generaban ingresos para mantener a la familia, pero debido a que fueron víctimas de extorsión y el negocio no les permitía pagar los Q2 mil que les exigían los extorsionistas, decidieron buscar en Estados Unidos una nueva oportunidad, aunque eso significara separarse, ya que debido a la cantidad de dinero requerida no podían emigrar todos juntos.
Según el estudio Migración del Triángulo Norte de Centroamérica: Una región que huye, presentado en octubre del 2018, en promedio, los tres países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) sufren más de 50 homicidios por cada 100 mil habitantes, más del triple de la tasa de México (donde los homicidios se han disparado desde 2007) y más de diez veces el promedio de Estados Unidos.
Además, el estudio revela que la violencia se suma a la pobreza generalizada pues más de la mitad de la población en Guatemala (el 62 por ciento), Honduras (el 59 por ciento) y alrededor de un tercio (el 31 por ciento) en El Salvador viven con menos de $4 al día.
ASÍ VIAJÓ POR MÉXICO
Según el relato de Alicia, viajaron por todo México hacinados en camiones de carga y buses. Con ella iban al menos 40 personas entre mujeres embarazadas, jóvenes y niños de todas las edades. De acuerdo con Alicia, el viaje le costó Q30 mil y podía viajar ella y un menor de edad, así que decidió que fuera su hijo mayor.
“El coyote dijo que si viajamos con niños no nos metían presos y era más fácil pasar y pedir asilo”, dijo.
Alicia indicó que durante su paso por México viajaron muchas veces por la noche y les proporcionaban comida al llegar a las casas destinadas para recibirlos. El equipaje debía ser liviano, únicamente podían llevar tres mudadas.
Para que pudiesen hablar con sus familiares, Alicia indicó que los Coyotes les prestaban chips de teléfono mexicanos y así fue como la connacional pudo mantenerse en contacto con su esposo y su hermana, a quienes les enviaba fotografías y detalles del su paso por México cuando tenía acceso a internet o llamadas.
De acuerdo con el relato de Alicia, durante el trayecto por el territorio mexicano fueron detenidos varias veces por las autoridades mexicanas pero pudieron continuar. Según dijo la connacional, en los camiones iban familias completas incluso bebés y niños pequeños.
Todos viajaban con el objetivo de llegar a la Frontera Sur de Estados Unidos para cruzar y entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza y solicitar asilo, como los coyotes les habían indicado.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), entre octubre del 2018 y abril de este año 114 mil 778 unidades familiares guatemaltecas han sido detenidas en su intento de llegar a suelo estadounidense.
A esta cifra, se suman 19 mil 991 niños y niñas no acompañados (NNA) y 31 mil 30 adultos solteros, que en total suman 165 mil 799 guatemaltecos arrestados por la patrulla fronteriza durante el año fiscal estadounidense 2019.
SU LLEGADA A ESTADOS UNIDOS
Casi 10 días después de haber salido de Guatemala, Alicia, su hijo y el resto de migrantes estaban listos para pasar a suelo estadounidense. Los coyotes les indicaron que si pasaban por el río debían pagar US$1mil dólares más si querían hacerlo en una balsa y usando chalecos salvavidas.
“Quienes no pagaban debían pasar con lazo y eso es más peligroso, porque iban muchos niños y unas 4 mujeres embarazadas”, relató Alicia.
La connacional indicó que ella y un grupo que la acompañaba optaron por pasar por el muro. Lo hicieron de noche, y luego de unas horas de miedo e incertidumbre la comunicación con su familia se restableció después que fueran cruzados por el muro fronterizo en Texas por los coyotes, quienes los trasladaron desde Guatemala.
Alicia indicó que luego de entregarse a las autoridades de la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo, permanecieron detenidos por dos días en Paso de San Luis, Texas.
“Nos dejaron dos días en la “refrigeradora”, así le dicen ellos a los espacios en donde ubican a los migrantes cuando los detienen. Ellos (los agentes), dijeron que nos metían a los cuartos fríos para que nos arrepintiéramos de habernos ido de nuestro país hacia Estados Unidos”, dijo la connacional.
De acuerdo con el relato de Alicia, luego de tomarles datos fueron liberados durante la noche, sin conocer el lugar ni saber a dónde ir, “solo nos dijeron que nos fuéramos a una iglesia que estaba allí cerca, estaban enojados, nos quedamos en albergue, allí nos dieron comida”, refirió la entrevistada.
SU FAMILIA EN GUATEMALA NO SABÍA POR LO QUE PASABAN
María, hermana de Alicia, dijo a La Hora Voz del Migrante que tanto el esposo de Alicia, como su mamá y ella estaban muy preocupados por la situación de su hermana.
“Mi mamá no paraba de llorar por mi hermana y mi sobrino y más aún al saber que los metieron a la refrigeradora y que de allí los sacan solo si les da hipotermia”, dijo María.
Aunque frecuentemente Alicia se comunicaba con ellos por medio de WhatsApp, cuando perdían la comunicación por mucho tiempo, la preocupación se agudizaba, pues mucho habían escuchado sobre los peligros que atraviesan los migrantes en su camino hacia Estados Unidos.
Al consultar a la Cancillería si era posible brindar apoyo consular a Alicia y al grupo de guatemaltecos que le acompañaban, Marta Larra, vocera de esa institución proporcionó contactos de las autoridades a cargo de la sede consultar en Texas e indicó que se dirigirían hacia el albergue señalado por los migrantes, aunque no se confirmó si los migrantes contactaron a las autoridades para solicitar ayuda.
ESPERA ENCONTRAR UNA NUEVA OPORTUNIDAD EN HOUSTON
Alicia explicó que su meta es llegar a Houston, en donde espera encontrar un empleo para no ser deportada como le advirtieron las autoridades migratorias. Aunque tuvo que pasar por muchas situaciones, como viajar en camión o dormir en una estación de buses en Texas, Alicia sueña con una nueva vida y con la posibilidad de reencontrarse con su esposo y su hija menor a la brevedad.
De acuerdo con la connacional, en dos meses viajará también su esposo junto a su hija para reunirse en Estados Unidos, mientras consiguen pagar los préstamos que realizaron para financiar el viaje de ella y conseguir los fondos para pagarle al coyote que los reunirá en suelo estadounidense.
La historia de Alicia, es reflejo de las causas que están obligando a decenas de miles de guatemaltecos que diariamente viajan a Estados Unidos en busca de una vida mejor, por carecer de condiciones adecuadas para continuar en Guatemala como lo señalan analistas consultados por La Hora Voz del Migrante.
ÚRSULA ROLDÁN: FAMILIAS VIAJAN PORQUE NO VEN FUTURO EN GUATEMALA
Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT) de la Universidad Rafael Landívar, indicó que aunque es un poco complicado afirmar que son los traficantes de personas, quienes dicen a los migrantes que es más fácil ingresar acompañados de menores, es una situación que sí está ocurriendo pues en los puntos fronterizos la concentración de familias migrantes evidencia el fenómeno.
A decir de la experta, muchas familias guatemaltecas se están arriesgando porque ya no ven un futuro en el país, no solo por las condiciones de inseguridad sino porque no cuentan con una fuente de ingresos fija, sumado a problemas como la pérdida en cosechas y la falta de empleo en áreas rurales del país.
“Es una situación lamentable la que estamos viviendo y se agrava pues el Gobierno actual está de salida y se encuentran como en un estado de inercia en donde están cumpliendo al mínimo sus funciones en torno a temas de Estado y la migración”, puntualizó Roldán.
SERGIO LOBOS: POBLACIÓN SE ENCUENTRA EN ABANDONO
De acuerdo con Mario Lobos, coordinador del Observatorio de los Derechos de la Niñez de CIPRODENI, refirió que los indicadores del país evidencian que el Estado ha dejado en el abandono a la población, vulnerando los derechos de los guatemaltecos.
Lobos señala que factores como pobreza, desempleo, inseguridad, provocan que los guatemaltecos opten por migrar en busca de mejores condiciones de vida. A decir del entrevistado, pese a que es un viaje con muchos riesgos, “las personas viajan para buscar un futuro mejor”, destacó.
“Lamentamos que las personas tengan que migrar en familia, lamentamos que nuestros niños estén muriendo, pero lo que más lamentamos es que no haya una reacción contundente por parte del Gobierno, no solo por las muertes de los niños migrantes, sino porque no se crean las condiciones que permitan garantizar los derechos humanos de los guatemaltecos”, puntualizó Lobos.
Además, el profesional dijo que Guatemala se encuentra sin rumbo en el tema migratorio, pues aunque migrar se considere un derecho universal, lo que se está observando actualmente es un éxodo masivo de personas que no encuentran formas de vivir en Guatemala. “Que las personas se estén viendo obligadas a migrar de forma forzada evidencia que vivimos ante un Estado que no funciona”, concluyó.
Alicia espera no ser deportada y reunirse pronto con su esposo y su hija en Estados Unidos, pues considera que Guatemala ya no es una opción para vivir. Al concluir esta nota, a la guatemalteca aún le faltaban al menos dos días de viaje por tierra para llegar a su destino, en donde esperará que su petición de asilo sea resuelta, de ser negativa la respuesta, la madre y su hijo podrían ser deportados a Guatemala, según las leyes migratorias estadounidenses.
Al 15 de mayo de 2019, ya suman 21 mil 666 los guatemaltecos retornados desde Estados Unidos al país, mientras que 12 mil 72 fueron retornados según datos al 30 de abril, del Instituto Guatemalteco de Migración.
*Por motivos de seguridad, la entrevistada pidió no usar su nombre real en este reportaje.