Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt
Luego de que el Gobierno evitara pronunciarse sobre si las indagaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), en contra de políticos guatemaltecos, contrario a lo que ha declarado por las investigaciones que ha hecho la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), acusándola de injerencia y de socavar la soberanía, analistas consultados indicaron que el Gobierno actúa con un discurso hipócrita lo cual afecta la credibilidad de la política internacional.
De acuerdo con Edgar Ortiz, de la Fundación Libertad y Desarrollo, el Gobierno, mantiene un discurso “hipócrita” en temas relacionados a la cooperación internacional, “siempre que han sido temas de CICIG y lucha contra la corrupción de rechazo, pero por el otro lado operación con DEA son bienvenidas, incluso han existido afirmación de que sería bien visto que venga el FBI, y por supuesto la actividad del Presidente con Israel y la movilización de la Embajada a Israel, son razones obvias de una cooperación”.
Agregó que “lo de la injerencia extranjera es una excusa para deshacerse de CICIG, pero no tiene ninguna sustancia en ese sentido”.
Según Ortiz, el Gobierno obvia que CICIG es un convenio que Guatemala pidió a las Naciones Unidas que no fue una imposición como ellos lo dicen, sino un requerimiento, hay un convenio suscrito y renovado por el mismo presidente Jimmy Morales.
Además indicó que al margen de las consideraciones internas que traen esos temas, en términos de política exterior ponen a Guatemala como un país poco serio, “nos plantea como un país poco serio, porque la comunidad internacional nos ve como trogloditas, porque en la era de la globalización la cooperación internacional es parte normal de un país de civilizados”.
El abogado constitucionalista Gabriel Orellana indicó por su parte que el concepto de soberanía ha ido variando conforme el tiempo y lo que se entiende por soberanía en el siglo XXI no es lo que se entendía en 1946 cuando se crearon las Naciones Unidas, porque en ese tiempo el Estado era omnímodo, posteriormente a 1950 cobra vigencia producto de la guerra los tratados de Derechos Humanos, entonces esto debilita y hace palidecer el concepto de soberanía tan fuerte que había en aquellos años.
Agregó que desde el nacimiento de Naciones Unidas nace un concepto de internacionalización que va creciendo cada vez más y el mundo se da cuenta de la cooperación internacional, “esto obviamente vienen a disminuir el concepto de soberanía”.
Según Orellana, conforme se llega al siglo XXI, se encuentra otro problema que es la globalización, la cual no es solo con signo positivo, sino que trae consigo una serie de crímenes internacionales que exceden el poder unilateral de cada Estado.
“Hay problemas superiores y que son imposible de resolver en base al concepto de soberanía, el tema de la DEA es precisamente de cooperación internacional” dijo Orellana.
Agregó que lo que Guatemala es un doble discurso, porque no van a hablar de soberanía cuando están rogando al Fondo Monetario Internacional recursos. “Esta actuación fundamentalmente tiene un concepto de falta de credibilidad y confianza, eso es lo que están debilitando día a día, la credibilidad de la política internacional de Guatemala, es lo que lamentablemente va tener complicado el próximo Gobierno”, señaló el excanciller.