POR DOUGLAS GÁMEZ/EDER JUÁREZ
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Ayer se reveló que el presidente Jimmy Morales utilizó el helicóptero de Mario Estrada, candidato de la UCN detenido en Estados Unidos por delitos relacionados al narcotráfico, para movilizarse a una actividad en enero de 2018 y analistas consultados por “La Hora” tienen varias opiniones de lo hecho por el mandatario de la República.

Para el exministro de Gobernación, Carlos Menocal, que el presidente Morales utilizara el helicóptero de Mario Estrada es “inusual”, porque el mandatario es representante de la unidad nacional y no debe responder a ninguna agrupación política, incluyendo al partido que lo llevó al poder.

“Es un dato que me parece alarmante que el Presidente esté utilizando el helicóptero de un político y sobre todo un político que de alguna manera tenía ciertos cuestionamientos; da la impresión que sí se tenía ya una relación muy estrecha entre el presidente Morales y el señor Estrada; no es la primera vez que Morales usa un helicóptero de alguien, también usó el de Sinibaldi en campaña”, recordó.

Menocal también considera que hubo un error de actuación y del protocolo de seguridad por parte de la institución encargada del resguardo del Presidente de la República.

“La Presidencia de la República tiene los mecanismos propios y a través de la Ley de Compras y Contrataciones para poder rentar una aeronave para las actividades del Presidente de la República”, argumentó Menocal sobre la utilización de transporte ajeno al Gobierno o que puede requerir a otras instituciones, en este caso el Ministerio de Gobernación, que renten helicópteros.

ORELLANA SE ACTUÓ FUERA DE LO ESTABLECIDO

De acuerdo con el abogado constitucionalista Gabriel Orellana, antes de analizar directamente lo hecho por el presidente Morales, llama la atención que él actúe fuera de los canales de sus supuestos equipos de inteligencia.

“El problema básico es que un Presidente no se puede dar el lujo de cometer ese tipo de errores. Hay que reconocerle que él no puede estar en todos los detalles, pero precisamente hay una Secretaría de Inteligencia, un grupo que lo asesora y que indudablemente tenía que filtrar este tipo de visitas y amistades, pero está visto que aquí no funciona nada”, dijo Orellana.

Agregó que de tal manera el Presidente, “no le estoy descargando la responsabilidad que pueda tener, pero él como político y porque indudablemente dado su posición como primer magistrado de la nación, debe tener mayores conocimientos que muchos de nosotros no tenemos”, manifestó el abogado.

Según Orellana, el punto fundamental es dónde estaban los grupos de inteligencia y sus asesores.

“El problema aquí es que si se pone atención a estos casos es que la SAAS, la Contraloría de Cuentas, el Ministerio Público, cuanta institución que hay en el Estado son una partida de genuflexos (sumisos) que se hincan ante la presencia del Presidente y el otro que poco necesita para ser ingenuo ahí metió las patas hasta la garganta”, manifestó.

Ayer, se reveló que el helicóptero en el cual viajó Morales para la inauguración de una sede de la PNC en San Marcos, tenía las iniciales TG-MEO y es el mismo en el cual Mario Estrada, presidenciable de UCN, realizó campaña anticipada, según algunos medios locales que también postearon fotos del helicóptero con las mismas iniciales.

FRASES

“Es un dato que me parece alarmante que el Presidente esté utilizando el helicóptero de un político y sobre todo un político que de alguna manera tenía ciertos cuestionamientos; da la impresión que sí se tenía ya una relación muy estrecha entre el presidente Morales y el señor Estrada; no es la primera vez que Morales usa un helicóptero de alguien, también usó el de Sinibaldi en campaña”.

Carlos Menocal, exministro de Gobernación.

“El problema básico es que un Presidente no se puede dar el lujo de cometer ese tipo de errores. Hay que reconocerle que él no puede estar en todos los detalles, pero precisamente hay una Secretaría de Inteligencia, un grupo que lo asesora y que indudablemente tenía que filtrar este tipo de visitas y amistades, pero está visto que aquí no funciona nada”.

Gabriel Orellana, abogado constitucionalista.

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