Por Denis Aguilar
daguilar@lahora.com.gt
Para Edwin Castellanos la sequía puede ser la gota que rebalsa el vaso para migrar
Expertos han indicado que los efectos del cambio climático ya se están viviendo en Guatemala, y se manifiestan en diversos ámbitos, uno de ellos la agricultura, al grado que ha provocado migraciones internas y externas de quienes buscan tierras fértiles para sobrevivir.
Uno de los profesionales que ha expresado esa afirmación es el doctor Edwin Castellanos, quien es parte del Sistema Guatemalteco de Ciencias del Cambio Climático, instancia que emitió recientemente el primer reporte de evaluación sobre el cambio climático en Guatemala. Castellanos también es decano del Instituto de Investigaciones de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG).
En una entrevista con La Hora, Castellanos habló sobre el informe que será presentado en mayo respecto al cambio climático en Guatemala, además, abordó el tema de la migración y la vinculación de esta problemática con la variación que se ha venido dando en el clima.
La Hora: ¿Cuál es el efecto del cambio climático que podemos percibir en Guatemala directamente?
Erwin Castellanos: Hemos estado observando en las últimas dos décadas, si usted recuerda la década anterior, la primera década de este siglo tuvimos una serie de eventos extremos de lluvias, una década de mucha lluvia, teníamos ahí los huracanes, las tormentas que hicieron tanto daño en el país, pero básicamente a partir del año 2013 ese exceso de lluvia prácticamente termina y lo que hemos tenido en los últimos cinco o seis años ha sido una deficiencia de lluvia y esa deficiencia de lluvia se ha visto acentuada especialmente en el inicio de la época lluviosa. Entonces normalmente en Guatemala tenemos, al menos en el área central donde está la capital, seis meses de lluvia y seis meses de época seca, pero lo que estamos viendo es que la época de lluvia está tardando cada vez más en empezar, entonces las famosas aguas de mayo que son tan importantes ya no están llegando y yo he comentado por ahí en algunos lados que un efecto visible de esto para el público en general lo hemos notado con los famosos zompopos de mayo, que salen en mayo precisamente por las lluvias, pero en los últimos años han estado saliendo en junio o incluso hasta en julio y eso especialmente porque dejó de llover en estos meses. Ese inicio tardío de la lluvia es crítico especialmente para los agricultores pequeños que dependen de la lluvia para regar sus campos, eso entonces ha aumentado la pérdida de cosechas y por lo tanto la inseguridad alimentaria.
LH: ¿Cómo podemos adaptarnos al cambio climático en Guatemala? Tomando en cuenta nuestra realidad con poco desarrollo, pobreza, etcétera.
EC: El problema de que esta variabilidad afecta a la agricultura, pero también afecta otras áreas del país como la salud pública, pero hablando concretamente de la agricultura que es posiblemente el sector más afectado, también los sectores más importantes debido a la cantidad de gente que dependía de ese sector, lo que tenemos es un problema de cantidad de agua, a veces tenemos demasiada y a veces tenemos muy poca, porque si usted se da cuenta, por ejemplo, el año pasado empezó a llover tarde, entre mayo y junio, y de repente cuando empieza a llover en septiembre y octubre, llueve tanto que tenemos problemas de deslaves; todavía el año pasado se registró un muerto aquí en la capital con un deslave en San Cristóbal. Entonces, pasamos muy rápidamente de un estado de sequía a un estado de inundación; en un momento dado tenemos mucha agua y en otro momento tenemos muy poca agua.
El problema se reduce mucho al manejo de agua, por ejemplo, es una solución relativamente sencilla –tener– inventarios de almacenamiento de agua, almacenar agua cuando tengamos lluvia para usarla cuando no tengamos la lluvia y este almacenamiento puede darse a toda escala, desde un almacenamiento a nivel de hogar, por ejemplo, tener tinacos o tener algún tanque, hasta almacenamiento a nivel comunitario con tanques, incluso a nivel nacional con represas.
En Guatemala, la situación es que siempre hemos tenido abundancia de agua, precisamente hace unas semanas era el Día del Agua y hubo un evento que se llamó “abundancia o escasez”, porque tenemos en Guatemala realmente abundancia, cuando vemos el promedio de lluvia de todo el año hay exceso de lluvia, el problema es que no viene todo al mismo tiempo; pasan muchos meses sin llover y también hay lugares del país, como el occidente que tiene mucha más lluvia, comparado con el oriente que tiene menos lluvia. Entonces, una solución es almacenar agua, almacenar agua como le decía incluso a nivel de represas, nivel más grande. La otra situación podría ser también movilizar agua de lugares donde hay acceso, a donde hay deficiencia, por ejemplo, con acueductos. Todo esto lo que implica es inversión, implica que realmente tenemos que ponerle más atención al recurso agua y cómo manejarlo.
LH: ¿Qué deben hacer las autoridades y nosotros para adaptarnos al cambio climático?
EC: El Ministerio de Agricultura está implementando con pequeños agricultores lo que es el almacenamiento de agua y luego sistema de riego, porque obviamente el problema actual es que no está lloviendo a tiempo, entonces se pierden las cosechas, entonces si yo tengo riego el impacto es mucho menor. Una combinación de almacenamiento con sistema de riego ayudaría bastante a los pequeños agricultores.
LH: ¿Cuál es la influencia entre el cambio climático y las migraciones? ¿Se ha percibido en Guatemala que esta problemática influya en Guatemala de alguna forma?
EC: Por todas estas pérdidas que han tenido los pequeños agricultores, percibimos de que sí, el problema de la migración realmente es complejo y es una situación que realmente deriva de una serie de factores, no puede identificarse un solo factor para la migración, pero lo que sí es cierto es que la pérdida de cosechas le pone un estrés adicional a los pequeños agricultores y eso puede ser como la gota que derrama el vaso y que haga que el agricultor tome la decisión de irse a otro lugar, puede ser una migración hacia Estados Unidos, como lo estamos observando, pero también puede ser migración interna. Esto ocurre mucho en Guatemala, el área de oriente que es la más seca, El Progreso, Zacapa; también es el área menos poblada porque mucha de la gente ha migrado hacia Petén, ha migrado hacia occidente buscando áreas más fértiles para la agricultura.
En efecto, la migración es y ha sido históricamente una respuesta de la humanidad para climas adversos.
Concretamente en el interior del país sí se sabe que una buena porción de la gente que está en Petén actualmente proviene del oriente del país, muchos de los ganaderos del Petén provienen de Zacapa o El Progreso.
Recientemente las migraciones hacia Estados Unidos han sido la gran pregunta de qué tanto ha influenciado el clima, de hecho he tenido bastantes entrevistas de diferentes medios estadounidenses con esa misma pregunta, apenas la semana pasada salió publicado un artículo en la revista The New Yorker de un periodista que vino a hacer un reportaje bastante extenso, estuvo en Guatemala dos semanas, me entrevistó a mí, entrevistó a agricultores, entrevistó a gente de organizaciones no gubernamentales y él sacó bastante evidencia de gente que le decía que han perdido cosechas, que han tenido menos ingresos. El artículo es bastante extenso en decir que sí ha habido un mayor estrés económico de los pequeños agricultores por ese tema de las cosechas.
LH: ¿Qué aspectos abordarán en el reporte de evaluación del cambio climático en Guatemala?
EC: Este es un reporte que lleva ya varios años elaborándose que surge de un grupo que se llama Sistema Guatemalteco de Ciencias del Cambio Climático, que es un sistema que fue creado para ayudar a coordinar a las instituciones del país que hacemos investigación en temas de cambio climático, el sistema involucra a cinco universidades, incluyendo mi universidad, la Del Valle, también involucra a trece centros de investigación y a dos instituciones de gobierno, el Insivumeh y el Ministerio de Ambiente.
Desde su formación el sistema consideró muy importante elaborar este tipo de reportes para informar a la población, de esa cuenta a este reporte le estamos llamando el primer reporte porque si tenemos el plan de estar elaborando este tipo de reportes con cierta frecuencia, posiblemente cada cinco años para estar informando al respecto. El reporte que vamos a publicar contiene cuatro secciones, en la primera sección se habla sobre el clima y básicamente nos describe cómo está el clima de Guatemala, cómo ha estado en el pasado el clima de Guatemala y cómo se espera que cambie a futuro el clima de Guatemala. Esa sección fue escrita por un grupo de expertos, tanto del Insivumeh, Universidad de San Carlos y Universidad del Valle, alrededor del tema del clima.
Luego viene la segunda sección que es la más extensa, la más importante, que es la que tiene que ver con los temas de vulnerabilidad y adaptación. Qué tan vulnerables son estas variaciones del clima y qué podemos hacer para adaptarnos, esta segunda sección tiene siete capítulos que involucran todos los sectores de importancia del país; hay un capítulo específico para el agua, hay un capítulo para infraestructura, un capítulo para salud, un capítulo para agricultura; en cada capítulo que se evalúa qué tan vulnerable es ese sector a los cambios de clima y qué actividades se pueden hacer para adaptar a ese sector, esa es la sección más amplia.
Luego viene una sección que se denomina mitigación, cuando hablamos de mitigación en el cambio climático estamos hablando de cómo atacar la causa del problema, no tanto el perfecto. Ahí estamos hablando de cómo reducir las emisiones de gases contaminantes que son los que causan este problema de cambio climático. Por ejemplo, en Guatemala, a pesar de que no tenemos niveles de emisión muy altos comparados con países industrializados, sí hay sectores que emiten considerables cantidades de gases contaminantes, especialmente el sector energético, porque el sector energético de Guatemala todavía depende del petróleo en buena parte, la mitad de nuestra energía todavía se genera quemando petróleo búnker. Esa quema de petróleo genera estos gases contaminantes. La deforestación y la quema de bosques también generan estos gastos contaminantes.
“Lo que sí es cierto es que la pérdida de cosechas le pone un estrés adicional a los pequeños agricultores y eso puede ser como la gota que derrama el vaso y que haga que el agricultor tome la decisión de irse a otro lugar”.
“Pasamos muy rápidamente de un estado de sequía a un estado de inundación; en un momento dado tenemos mucha agua y en otro momento tenemos muy poca agua”.
“Una combinación de almacenamiento con sistema de riego ayudaría bastante a los pequeños agricultores”.
Erwin Castellanos, experto en cambio climático.