POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Todos los días están con Guatemala: en atención a las víctimas de la violencia homicida, en partos, catástrofes naturales, incendios y otros eventos. No importa a que cuerpo de socorro pertenecen, todos quieren aportar cuando más se necesita. Su trabajo no se limita a ofrecer un servicio; en todo momento son solidarios y altruistas.

Uno de los oficios más peligrosos es de bombero, porque arriesgan su vida por otros, están expuestos a peligros regularmente de nivel medio y alto, pero su servicio y vocación prevalecen.

La solidaridad y altruismo son evidentes en varias ocasiones, los Bomberos Voluntarios han apoyado a víctimas de diferentes sucesos, hasta se ha vuelto común observarlos en rescates de personas, de animales, en atención por casos de violencia homicida y accidentes.

El pasado 8 de marzo, tres bomberos de la compañía 127 de Bomberos Voluntarios, colocaron flores frente al antiguo Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en la aldea El Platanar en San José Pinula. Dos años atrás ese lugar fue el escenario de un incendio que mató a 41 niñas y dejó 15 heridas. En esa ocasión también estuvieron para sofocar el fuego y extraer los cuerpos de las jovencitas afectadas.

Además de este grupo de socorristas, están los Bomberos Municipales, quienes prestan servicios en todo momento, en traslados de personas víctimas de violencia, con una palabra de apoyo a las familias que sufren por la pérdida de un ser querido, en tormentas, evacuaciones de asentamientos o lugares de alto riesgo.

Además, todos los años, Héctor Chacón, Bombero Municipal se ha tomado a la tarea de vestirse de Santa Claus y entregar juguetes a niños y niñas que viven a inmediaciones del Puente Las Vacas.

Por otro lado, los Bomberos Municipales Departamentales también juegan un rol importante en Guatemala, han atendido miles de maternidades anuales, asisten a personas heridas y las trasladan a hospitales, aunque esto implique amenazas y violencias en zonas de riesgo.

Además, su participación no pasó inadvertida en la erupción del Volcán de Fuego el año pasado, donde trabajaron para recuperar los cuerpos de las víctimas y perdieron su equipo especial, aun así continuaron laborando.

La labor de los socorristas en Guatemala, no es la mejor remunerada, pero sí la más apreciada y respetada por la población guatemalteca.

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