La campaña electoral podría enfocarse en la desacreditación de candidatos señalan analistas. Foto La Hora

Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

Luego de que nueve organizaciones políticas no firmaran el pacto de ética y no agresión del Tribunal Supremo Electoral (TSE), analistas consultados indican que la consecuencia sería que la campaña electoral podría enfocarse en la desacreditación por parte de los partidos que no firmaron dicho pacto.

Luis Mack, analista independiente dijo que recordando cómo han sido las campañas anteriores, es entendible que los partidos políticos no quieran firmar el pacto, más no quiere decir que sea correcto. Casi todas las campañas desde hace tiempo no se centran en las propuestas, sino más bien en la descalificación y desacreditación del otro a través de las campañas negras, indicó.

“Más allá de los argumentos que cada uno esté dando, realmente hay una estrategia de los partidos políticos por desacreditar y no proponer”, esa es específicamente la consecuencia de no firmar el pacto, dijo Mack.

Además, indicó que el no firmar el pacto mina el proceso electoral porque el espíritu es crear un ambiente de gobernabilidad, pero también de mínimo respeto y ese mínimo para establecer un debate de altura, lo cual habla muy mal de los partidos que no firmaron, porque no quieren transparentar lo que van a hacer.

Por su lado Pablo Hurtado de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies) dijo que el no firmar el pacto genera preocupación porque evidentemente hay algunas diferencias entre cómo el TSE y los partidos políticos están entendiendo la adecuada aplicación de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

“Definitivamente esto no es algo sano para el proceso electoral, que existan esos tipos de cuestionamientos hacia el TSE, tenemos que valorar y ver el fortalecimiento del Tribunal como garante de la legitimidad del proceso electoral”, refirió Hurtado.

Agregó que en este proceso electoral, más que el tema de ataques abiertos entre candidatos y más, la preocupación y el desafío para el sistema es todo lo relacionado a las inscripciones de candidatos y las impugnaciones que los propios partidos pueden ir realizando, “esa sería la tónica de cómo se podría ir desarrollando el proceso electoral”.

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