Por Margarita Girón
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Luego de dejar a sus hijos en su centro de estudios, Lorraine toma su guitarra, afina su voz y aborda el primer bus de la jornada. Con las responsabilidades en casa, su pasión por el canto y sus ganas de salir adelante la motivan a trabajar cada día utilizando su talento. Lorraine Villegas, es una mujer trabajadora, artista urbana y madre guatemalteca comparte diariamente sus canciones en al menos diez buses entre la ruta Interamericana entre El Trébol y San Lucas.

La Hora Voz del Migrante, entrevistó a la artista, quien compartió detalles de su lucha diaria y cómo enfrentó los retos convirtiéndolos en oportunidades.

La Hora Voz del Migrante: Muchas veces, el poco o nulo apoyo para los artistas nacionales impiden que muchos jóvenes con talento, sueños y metas tengan que dejarlos para sobrevivir y adaptarse al sistema, ¿cómo fue la infancia de Lorraine?

Lorraine Villegas: Mi niñez es uno de los recuerdos más preciados, tuve una niñez bonita, llena de aprendizaje, crecí con mi madre, mi abuela y mi tío. Crecí sin padre pero la figura paterna fue suplida por mi tío y fue gracias a él que mi interés por la música surgió.

Recuerdo que mi tío tocaba guitarra y yo me acercaba a él para verlo y empecé a tocar guitarra eléctrica, pues lo que mi tío escuchaba era Rock. Cuando crecí en el colegio le comentaba a mi mamá que yo tenía aptitud para la música, entré al coro, recuerdo que entre mi madre y mi abuelo me compraron una guitarra y me la regalaron para una Navidad.

Al tener la guitarra empecé a interpretar canciones a oído, no sabía leer partituras pero al escuchar las canciones iba identificando las notas. Así nació mi interés por la música, no solo por tocarla, también me gustaba cantar.

También desarrollé capacidades manuales, pintaba y hacía figuras moldeadas. Fui hija única, la soledad que yo creaba era mi escenario en casa arriba de un árbol al que trepaba y escribía, fue una etapa muy bonita.

LHVDM: Encontrarte de pronto con la responsabilidad de ser madre siendo una adolescente es una experiencia que muchas jóvenes en Guatemala afrontan, ¿cómo fue para ti ese proceso y cómo te cambió la vida?

LV: Fue una transición bastante rápida e intensa, el carácter de una adolescente no está preparado para todas las situaciones que ocurren una vez eres madre. Yo tenía 16 años, fui mamá joven, para mí no fue fácil pasar de estar preparándome en el arte a tener la responsabilidad que implica ser mamá.

Hoy veo que muchas personas se burlan de las madres jóvenes y no es fácil, es algo que te impacta a todo nivel, pero no quiere decir que disminuya tus capacidades, al contrario, alejarte de las posibilidades se traduce en retos.

Mis responsabilidades estaban allí, pero también mi interés por el arte no había muerto, aprendí a hacer artesanías y lo combinaba con mis responsabilidades de madre.

Siete años después, con 2 hijos y muchas situaciones que no me llenaban me hicieron terminar la relación y fue entonces que los retos más difíciles vinieron.

LHVDM: En un país que limita las oportunidades y estigmatiza el papel de las madres solteras, ¿cómo saliste adelante sin abandonar tus sueños?

LV: Fue bastante difícil, hay momentos en los que uno se desequilibra, pero uno debe estar consciente de lo que pasa, aceptar lo que te impone la sociedad es difícil, yo siento que si hago algo que no me llena muero por dentro.

Yo sabía hacer música, entonces, ¿por qué no sacarle provecho a lo que sabía hacer?, yo vivo en gran manera del arte, porque la falta de oportunidades me impide optar a más, pero esas limitaciones no han impedido que pueda salir adelante.

Yo sabía tocar música y cantar arriba de un escenario, no eran conciertos masivos, no era música que a todo el mundo le gusta pero yo lo disfrutaba.

LHVDM: ¿Cómo fue esa primera vez que te subiste a un bus a interpretar tu música?

LV: Yo me acababa de separar de quien era en ese entonces mi pareja, me había ido a alquilar sola con mis hijos, estaba tronándome los dedos porque tenía que pagar renta y no había conseguido trabajo y el tiempo que había pasado desde mi separación era corto. Uno no resuelve la vida en un mes.

Pero si sueltas algo debes saber qué significa empezar de nuevo. Recuerdo que pasé llorando esa noche y dije “yo debería tomar mi guitarra y subirme a un bus y tal vez saco algo de dinero”, yo siempre veía a un músico que subía a los buses y las personas al escucharlo colaboran con él y le daban algunas monedas.

En ese momento fue solo una opción, pero cuando salió el sol tomé mi guitarra y decidí subirme a un escenario distinto a los que había conocido. Decidí tocar Zombie, de Cranberries, porque es una canción que la gente reconoce y a muchos les gusta.

Dudé, tuve mucha inseguridad, así que me senté en un parque y escribí una canción para levantar el ánimo, pero no era una canción para la gente, era para mí. Yo no sabía qué decir al subirme, buscaba que las personas me dieran algo a cambio de cantar un par de canciones pero no sabía cómo hacerlo, así que escribí un pequeño discurso para usar al tocar.

Pasaron cerca de 10 buses y no lograba tener el valor para subirme, tenía una hora de estar parada en ese lugar, hasta que el miedo se fue, me subí a mi primer bus, hablé como pude y canté la canción que había compuesto. Me fue muy bien ese día, no esperaba que la gente me aceptara tan bien.

Me di cuenta que si lo hacía todos los días, conseguiría para pagar mi renta y para resolver mis gastos. Pasaron 7 años y no me arrepiento de haber tomado esa decisión. Hasta hoy, subirme a un bus a cantar es mi forma de combinar lo que amo y ganarme la vida.

Actualmente tengo otra pareja y una niña que me hizo parar por 3 años el ritmo. No es que no trabajara, me enfoqué en hacer artesanías para generar ingresos, mis manos han sido mi instrumento de trabajo siempre y así es como me gano la vida.

LHVDM: Muchos podrían pensar que es un trabajo fácil, pero ¿A cuántos buses debes subirte diariamente para generar ingresos y solventar tus gastos?

LV: Yo tengo una cuota diaria, no siempre la saco, pero son alrededor de 15 buses los que tengo que abordar cada día, a veces hasta 20. Cantar todo el día, todos los días, también afecta mi voz, porque si la exploto demasiado al día siguiente no puedo cantar y el dinero no llega.

LHVDM: Durante estos años sin duda has vivido todo tipo de experiencias, ¿cuáles consideras que han sido la peor y la mejor experiencias que has vivido?

LV: Ha habido situaciones incómodas, pero la que me marcó fue una en la que el chofer intencionalmente frenó bruscamente, yo llevaba mi guitarra y no pude sostenerme, recuerdo que di varias vueltas y quedé a punto de caer. Solo bajé y me alejé a llorar a una gasolinera, porque sentí que no era justo que me hiciera eso cuando no le hago daño a nadie. Recuerdo que estaba lloviznando y no sé si fue casualidad pero salió un arcoíris, yo me levanté y sé que no todo el mundo es así, pero fue muy duro.

Ahora, de las mejores experiencias que tal vez ocurren una vez al mes es que todos los pasajeros del bus me aplaudan, para muchos no tendrá relevancia pero eso es lo más bonito que me pasa.

LHVDM: ¿Cómo es un día en la vida de Lorraine?

LV: Mis días inician a las 5 horas, levanto a mis hijos, los preparo para ir a estudiar, voy a dejarlos a su centro de estudios, al regresar me ocupo de las cosas de la casa, como almuerzo o adelanto pasos y luego salgo con mi guitarra en la espalda a guerrear.

Al mediodía llego a casa, voy por mis hijos, almuerzo con mi familia y en la tarde salgo de nuevo a cantar. Vuelvo a casa y el trabajo no para, porque también dedico tiempo a mis artesanías. Así es mi vida y la disfruto.

LHVDM: ¿Cambiarías algo de tu vida?

LV: No, estoy bien como estoy, lo que he tenido que aprender lo he aprendido y lo que tenga que aprender lo aprenderé conforme venga.

LHVDM: ¿Qué te motiva?

LV: El aprendizaje, me gusta aprender para mejorar, para poder aprovechar el tiempo en algo que pueda ser productivo y que me dé algo no solo económicamente sino a nivel interno.

Tengo muchas facetas, también compongo y esa parte es algo que disfruto también, si pudiera elegir una canción con la que me identifico y que yo haya compuesto es “Ser Mejor”, es mi compañera de todos los días y habla de no frustrarse y levantar el espíritu y fortalecerse uno mismo.

LHVDM: La vida continúa y tú sigues saliendo adelante, pero ¿cuáles son tus metas?

LV: Me gustaría concretar lo de mi venta de artesanías, también me gustaría tener un vivero y poder vivir con mi familia en un lugar en donde la vida pueda ser buena para ellos y para mí. La visión de nosotros es buscar un sitio tranquilo y enseñar a mis hijos ideas positivas para generar cambios, porque de allí es donde vienen los verdaderos cambios.

Tengo 31 años y seguiré guerreando hasta que pueda, porque cuando te quedas sin opciones la fuerza debe venir desde adentro y trabajar duro por uno mismo y por quienes están a nuestro lado, sin dejar de soñar y vivir.

Durante su visita al Diario “La Hora Voz del Migrante”, Lorraine Villegas interpretó la canción “Ser Mejor”, un tema de su autoría y con la que se identifica al interpretarla diariamente en los buses que aborda, puedes ver el video aquí.

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