Con el deseo de superarse y cumplir con sus metas y sueños, Pablo Garzona, un guatemalteco originario del departamento de El Progreso llegó a Estados Unidos hace más de 30 años, situación que lo llevó a enfrentarse a varios retos y a triunfar, así como a encontrar una forma de ayudar a los niños de Guatemala por medio de su talento musical.

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Garzona es originario de San Agustín Acasaguastlán, municipio de El Progreso, pero vivió gran parte de su vida en la colonia El Milagro en la zona 6 Mixco, por eso al migrar hacia EE.UU., nunca olvidó sus recuerdos de niñez.

En entrevista para La Hora Voz del Migrante, contó que llegó al país cuando tenía 20 años, por eso decidió continuar sus estudios aunque esto implicara hacerlo por las noches, ya que durante el día trabajaba.

Ya fuera del país, el guatemalteco logró desarrollar su talento en la música y canto, pero siempre pensando en superarse, además, decidió estudiar inglés porque sabía que el idioma era necesario si deseaba cumplir con sus objetivos.

“Entre 1995 a 1996 empiezo a grabar un material con Gustavo Séptimo y salió el disco el año de 1997 con diez temas, con la autoría de él y los demás temas míos, se llamó Pablo Garzona Canciones de Amor”, comentó.

Con el tiempo, emprendió en la colonia El Milagro el proyecto conocido como Navidad en la Cuadra, que consistió en la entrega de juguetes hasta a unos mil niños, sin embargo, desde hace un tiempo, decidió distribuir mochilas escolares con útiles para seguir con la tradición de dar alegría a los niños.

Garzona comentó que hasta ahora son unos cinco discos los que ha grabado y en los próximos días espera entregar una nueva producción con temas de Gustavo Séptimo, quien nuevamente colaboró con su talento.
“He trabajado haciendo de todo aquí en Estados Unidos, trabajé de jardinero, de lavaplatos, de construcción, tuve que ir a la escuela para competir contra los mejores en Estados Unidos, aprender el idioma, leerlo, escribirlo y hablarlo y trabajé por muchos años para el área de salud”, dijo.

El guatemalteco, posteriormente decidió emprender su propio negocio con el que brinda servicios de control de plagas.

LA MÚSICA, UN TALENTO CON EL QUE AYUDA A LOS DEMÁS

En Guatemala, mencionó que dejó a su hija y sentía necesidad de sentirlos cerca, sin embargo, no quería arriesgarla y decidió que lo mejor era llevarla a ese país de manera regular.

“Poco a poco va uno analizando y yo fui de los que no quise arriesgar a mi hija de venirse con coyotes o por el cerro, preferí mejor que al arreglar mis documentos me la traería en avión y así estuvimos separados 13 años, pero me la traje con todo en regla, pero al principio fue muy difícil no verla”, comentó.

Desde que estudió en Guatemala, recordó que se percató que poseía talento  con la música, pero fue años más tarde que incursionó más en ello.

“La música para mí es un don que Dios me dio, pero para donar mi talento no para hacer dinero, esa es la diferencia con otros cantantes. Yo decidí ayudar a niños porque cuando tuve la oportunidad de regresar a Guatemala me incentivaron a hacerlo, además, quería devolver esa alegría que a mí de niño me dieron”, destacó.

En la actualidad, Garzona sigue brindando alegría y apoyo  a los niños con el acompañamiento de voluntarios que se encargan en Guatemala de seguir con sus actividades de apoyo por medio de la entrega de útiles, que ya se convirtió en una tradición.

Asimismo, comentó que dona su talento a organizaciones sin fines de lucro que luego dirigen los fondos recaudados a niños o para causas sociales, pues con sus discos en cambio, reúne todas sus ganancias para luego empezar a elaborar otros proyectos.

Entre sus discos, sus seguidores pueden encontrar uno titulado como “Volviste amor”, “Amor lejano”, que cuentan con varias de sus composiciones, en las que demuestra su talento musical.

“La música para mí es un don que Dios me dio, pero para donar mi talento no para hacer dinero, esa es la diferencia con otros cantantes. Yo decidí ayudar a niños porque cuando tuve la oportunidad de regresar a Guatemala me incentivaron a hacerlo, además, quería devolver esa alegría que a mí de niño me dieron”.
PABLO GARZONA

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