Por Margarita Girón
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Mientras persiste la resistencia del Gobierno a permitir que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), finalice su mandato, Los guatemaltecos de áreas rurales como Huehuetenango, San Marcos, Quetzaltenango, Sololá, Alta y Baja Verapaz, según datos proporcionados por distintas instituciones nacionales e internacionales, continúan migrando hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.

Expertos consultados, mencionaron que, aunque no exista una correlación directa entre la migración y la corrupción, esta última sí incide en la expulsión de los guatemaltecos al extranjero, ya que en un país con altos niveles de corrupción, el desarrollo y las oportunidades equitativas no llegan a todos los sectores de la población y en el caso de Guatemala siguen con esto, alimentando la Caravana Invisible que se desplaza hacia el norte.

De acuerdo con el último Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), estudio que clasifica a los países según el grado de corrupción que se percibe entre los funcionarios públicos y políticos, Guatemala tuvo un retroceso respecto a su posición en las mediciones anteriores, ubicándola en el lugar número 27; dicho parámetro establece que las puntuaciones cercanas al 0 evidencia un nivel mayor de percepción de la corrupción.

CAPTURAS Y RETORNOS; EL REFLEJO DE UNA CARAVANA SILENCIOSA

Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP, por sus siglas en inglés) durante el año fiscal 2018, que comprende el periodo entre el 01 de octubre de 2017 y 30 de septiembre de 2018, un total de 72 mil 728 migrantes guatemaltecos fueron detenidos por autoridades migratorias en Estados Unidos.

Mientras que el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) reportó 92 mil 524 guatemaltecos retornados entre enero y diciembre del 2018; 51 mil 376 de ellos desde Estados Unidos.

Durante la última semana, al menos 600 migrantes fueron detenidos en distintas áreas de la Frontera Sur de Estados Unidos en grupos que van desde 49, hasta 363 personas, incluso se reportó una menor de 3 años que sufrió lesiones mientras sus acompañantes intentaban cruzar el muro fronterizo; dos niños más fueron detectados con fiebre alta y tuvieron que ser trasladados a centros asistenciales.

JAHIR DABROY: MODELOS SOCIALES REFLEJAN EL FRACASO DE UNA SOCIEDAD QUE EXPULSA MIGRANTES

Jahir Dabroy, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), explicó que existen tres modelos estructurales en el país que deben tomarse en cuenta para determinar las causas de migración. El modelo económico, que determina la capacidad de desarrollo; el social que involucra a la ciudadanía y el político que implica la responsabilidad de crear condiciones de vida para los ciudadanos.

“Estos modelos fallidos son los que al final terminan incidiendo en que una persona decida migrar. Hemos fracasado como sociedad y existe suficiente data para decir que en quienes reposa la construcción de estos modelos estructurales han priorizado intereses personales sin parámetros morales y éticos que derivan en la situación que vivimos actualmente”, dijo Drabroy.

Además, detalló que el papel de la ciudadanía en el modelo social es importante en el tema migratorio, ya que la misma tiende a ser poco inclusiva y con ideas clasistas en función del origen étnico y económico de los connacionales.

Respecto al modelo político, Dabroy refirió que la situación actual del país puede catalogarse como un circo político, “nuestra situación no es para nada esperanzadora, si no lo es para un profesional que ha obtenido un grado académico, imaginemos cómo será para una persona que tiene opciones limitadas de trabajo”, destacó el analista.

“El país se encuentra al borde de un colapso, quienes se van del país ven la migración como un estado de supervivencia, quienes se van son quienes menos opciones tienen en este sistema”, dijo.

Aracely Martínez, autora del libro “Yo Migrante”, agregó que la corrupción ha sido catalogada como “un robo a los derechos humanos”, que se ven vulnerados en todo el sistema y que afecta a todos. Además, coincidió con Dabroy en que el modelo económico es una de las vulnerabilidades que no permite el desarrollo y mantiene al país en una situación de precariedad, por lo que no sorprende que las personas continúen migrando diariamente.

La experta en migración acotó que existe una carencia de protección a la población a todo nivel, “estamos en un Estado fallido, desde la salud hasta la seguridad alimentaria evidencia este fallo”, dijo Martínez.

MIGRACIÓN EN FAMILIA
Respecto a la migración de unidades familiares y menores de edad, Dabroy dijo que muchas veces quienes migran consideran que si van acompañados de un menor de edad tienen mayores posibilidades de quedarse en suelo estadounidense apelando a causas humanitarias; sin embargo, esto no sucede. De acuerdo con los registros del IGM, durante el 2018, más de 10 mil menores de edad fueron retornados de México y Estados Unidos.

Durante el mes de diciembre del 2018, dos niños migrantes guatemaltecos murieron bajo la custodia de la patrulla fronteriza luego de ser detenidos junto a sus padres. Ambos casos causaron conmoción en la comunidad internacional, mientras que el Gobierno de Guatemala se limitó únicamente a solicitar de forma diplomática los informes médicos forenses de los menores; a la fecha, ninguno de los informes ha sido entregado por parte de las autoridades estadounidenses.

A criterio de Dabroy, otro de los factores que provocan la migración en familia es la falta de condiciones para crear futuro en el país de origen, “los últimos años se ha agudizado el fenómeno de la migración en familia y esto obedece a una clara intención de no regresar, esto ocurre por las precarias condiciones que viven y que les impide desarrollarse económicamente”, señaló.

En este tema, Martínez señaló que otro factor que provoca la migración de menores de edad es la búsqueda de reunificación familiar, “si el padre o la madre migraron y se encuentran estables, en lugar de enviar remesas mejor se llevan a sus familiares, porque Guatemala no ofrece oportunidades para que se queden o los migrantes regresen”.

La experta señaló que la situación de los niños y adolescentes que migran debe tomarse en cuenta ya que no salen únicamente del país por las causas estructurales, sino que debe añadirse la desesperanza en un lugar que no les ofrece nada.

“No existen condiciones para que se queden, por eso ven a Estados Unidos como el país de la oportunidad”, dijo Martínez.

MIGRANTES NO TIENEN NADA QUE PERDER

A criterio de Martínez, arriesgarse a un camino lleno de peligros, una posible deportación o a jornadas laborales de explotación en caso de que lleguen, indica que las personas que migran ya no tienen nada que perder.

Para Martínez, es imprescindible que los próximos Gobiernos proyecten el tema migratorio como prioridad en sus agendas, además señaló que es necesario el involucramiento de la sociedad para que ocurra un cambio en los paradigmas que actualmente no tienen nada que ofrecer a quienes deciden arriesgar el todo por el todo al partir de Guatemala.

Durante la semana, Los Ángeles Time, publicó un editorial en el que menciona que el gobierno del Presidente Trump, debería preocuparse por la situación que ocurre en Guatemala entorno al presidente Morales y la CICIG.

El medio destaca que, aunque Trump, insista con la construcción de un muro para frenar la inmigración ilegal, la forma de reducir la inmigración ilegal es luchar contra la violencia, las pandillas, la corrupción y la pobreza desesperada mediante el aumento de la ayuda humanitaria y el apoyo para la creación de instituciones democráticas y legales en Guatemala, Honduras y El Salvador, de donde provienen la mayoría de los migrantes.

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