Por Margarita Girón
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En Guatemala existen héroes que son profetas en su tierra, hombres y mujeres que a diario trabajan no solo por llevar el pan a sus hogares, también son aquellos que luchan por sus sueños y aspiran a crecer en la tierra que los vio nacer.
En una entrevista para La Hora Voz del Migrante, Anderson Esteban, compartió su experiencia y destacó que aunque el camino ha sido duro, considera que estar junto a su familia, en su país y trabajando todos los días, son factores determinantes que le motivan para salir adelante.
Anderson, con 28 años de edad, es un padre de familia que todos los días viaja de Santa Catarina Pinula hacia el mercado de La Terminal, allí vende accesorios para bebé y curiosidades a visitantes y comerciantes de dicho mercado; pero su jornada no termina allí.
Al finalizar la hora de mayor venta, toma su chaleco de prensa, su teléfono móvil y se convierte en reportero para “ElSancarlistaU”, una plataforma digital que actualmente fomenta la práctica para estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
Aunque aún no ha logrado graduarse de la Usac, Anderson anhela que su pasión un día sea la mayor fuente de sustento para él y su familia.
UNA VIDA LLENA DE RETOS
Anderson detalló que por muchos años su vida ha sido un desafío y a pesar de haber vivido una etapa dura durante su juventud, el sacrificio y amor de su madre lo motivó a continuar, “mi adolescencia no fue fácil, vivíamos en condiciones precarias, mi mamá vendía metal reciclado que encontraba en los alrededores de nuestra casa, lo vendía y así conseguía para mis pasajes, con mucho sacrificio logré graduarme, pasábamos hambre, muchas veces solo comíamos arroz cocido con azúcar porque no había para más”, dijo.
Al graduarse como Perito Contador, Anderson pensó que su vida daría un cambio, ya que de acuerdo al entrevistado uno de sus metas era ayudar a su madre, pero el mercado laboral en el área contable para Anderson no llegó.
“Tuve que aceptar el cargo de conserje en una empresa farmacéutica, no ganaba mucho pero yo quería aprender y crecer dentro de la empresa, así llegué a manejar la maquinaria y pasé por varios departamentos, logré ingresar a la Usac, yo sabía que mi habilidad para las letras no era mi fuerte, pero yo crecí escuchando noticias y así fue como me empezó a interesar el periodismo”, destacó Esteban.
Todo iba bien, aunque a paso lento Anderson avanzaba en la universidad y formó una familia, su trabajo le dio la oportunidad de tener una mejor calidad de vida, hasta que en 2017 esa realidad cambió.
Anderson indicó que el único error que cometió fue cargar su teléfono celular en un área restringida, ya que debía realizar un trabajo universitario y era necesario realizar parte del trabajo con el celular. “Yo sé que cometí un error pero no era para que me despidieran, es triste, pero una tarea de la universidad me cambió el panorama y me dio una lección a partir de ese día”, relató.
Para Anderson la vida cambió, con una familia que sostener, la ausencia de oportunidades y deudas que pagar, la situación se tornó complicada. El entrevistado dijo que su esposa lo ayuda vendiendo alimentos afuera de su vivienda y así obtuvieron fondos para sostenerse hasta principios de 2018.
Anderson no quería rendirse, continuó sus estudios y continuar reporteando lo alejaba por momentos de su realidad, lo hacía seguir soñando; sin embargo, las oportunidades aún no llegaban.
La situación llevó al guatemalteco a una situación complicada, pero no quería rendirse, su padre, por años ha vendido en mercados y ante la crisis, animó a Anderson a que lo acompañara y empezara a vender con él.
“Recuerdo que me prestaron Q100 con eso compré unas pachas y unos cepillos, para vender, era para lo único que me alcanzaba, el primer día logré vender lo que invertí y aún tenía mercadería para vender. Yo sabía que no era fácil, tampoco estaba acostumbrado, pero es una forma de ganar dinero dignamente”, acotó el entrevistado.
Anderson dijo que aunque la crisis que atravesó lo afectó emocionalmente, nunca pensó en dejar a su familia. “Ellos son mi principal motivación, no tendría sentido si por ejemplo yo me voy lejos y consigo más dinero sino estoy cerca de ellos”, enfatizó.
UN EJEMPLO DE LUCHA
Anderson lleva casi un año vendiendo a diario sus productos en La Terminal, este trabajo le permite continuar llevando el sustento a casa y al mismo tiempo seguir luchando por sus sueños. “Veo la realidad de Guatemala en un solo día, durante la mañana comparto con mis compañeros en la economía informal, hay gente que está allí incluso más temprano que yo y luego voy a cubrir una conferencia de prensa del Gobierno, en la que veo personas con poder, eso me mantiene con los pies en el suelo y al tanto de ambas realidades”, dijo.
Cuando la reportera de La Hora Voz del Migrante, consultó a Anderson sobre sus mayores motivaciones para seguir adelante, el entrevistado dijo que primero está su familia, luego el deseo de concluir sus estudios en Comunicación y ejercer dentro de un medio informativo la carrera que ha apasionado al connacional.
“Sé que el camino es duro, pero todos los días me levanto pensando en que será un buen día, hay muchas cosas sobre mi vida que han sido difíciles, pero sé que puedo y voy a seguir trabajando por mis sueños”, destacó el entrevistado.
Actualmente Anderson estudia, trabaja, es padre de familia y realiza labor periodística para el medio universitario, el entrevistado anhela que a través de su trabajo dentro de “ElSancarlistaU”, puedan abrirse puertas para él dentro de los medios de comunicación en Guatemala.