POR MARIELA CASTAÑÓN
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Siete mil agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron trasladados desde el fin de semana de las comisarías de la capital y de los departamentos a la Academia. La misión asignada fue cuidar el Congreso y el Palacio, así como impedir el ingreso de los manifestantes.

La jornada del lunes inició a las 3 de la mañana, tomaron una ducha y se prepararon para salir en las autopatrullas, relataron.

En las calles del Centro Histórico fueron vistos los policías, quienes viajaban en los vehículos policiales llenos. La cantidad de agentes en los automotores rebasaba la capacidad de los vehículos.

Algunos servidores públicos colocados en puestos fijos dijeron que recibieron raciones de alimentos, pero los que patrullaron no. En medio de la precariedad y el frío de ayer, adquirieron lo que pudieron para alimentarse, explicaron.

Por la tarde, volvieron a sus sedes policiales, con la advertencia de que en cualquier momento podrían ser reconcentrados de nuevo.

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