Cesy y Gissela Orellana migraron a Estados Unidos en 2014; con 18 y 20 años respectivamente, Gissela no viajó solo con su hermana, ya que decidió emprender el viaje con su hija, que en ese entonces tenía apenas 7 meses. Las hermanas huyeron de la violencia, inseguridad, ausencia de trabajo y corrupción que se vivía en Honduras en aquel tiempo. Sin embargo, dadas las condiciones actuales en el país vecino, Cesy y Gissela decidieron ser la voz de los hondureños que son obligados a huir de las condiciones de vida en su país de origen.
Por Margarita Girón
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En una entrevista para La Hora Voz del Migrante, las hermanas Orellana detallaron las razones que las han motivado para trabajar por el pueblo hondureño y sus aspiraciones para mejorar las condiciones de las personas en su país de origen.
Gissela dijo que la injusticia, la ausencia de políticas públicas y la corrupción afectan hoy en día a Honduras y obliga a que los ciudadanos migren hacia Estados Unidos, “el Gobierno que tenemos (en Honduras), ha sido señalado por actos ilícitos y de parte del mandatario no recibimos ningún beneficio que nos ayude a mejorar las condiciones de vida o a conseguir empleo”.
La hondureña señaló que buscan concientizar al Gobierno hondureño para que trabaje por la gente y se generen oportunidades para que los hondureños tengan las condiciones necesarias para no migrar y no se involucren en temas de pandillas, “muchas veces no es que ellos quieran estar en esos grupos, pero se ven obligados por las condiciones de vida que tienen y la falta de oportunidades en el país”, dijo Gissela.
Asimismo, destacó que buscan tener audiencias con funcionarios estadounidenses para que el tema de Honduras pueda ser tomado en cuenta por el Gobierno de los Estados Unidos.
“Yo lo viví y es un riesgo grande el que uno corre al recorrer el camino hacia Estados Unidos, es un trayecto que no todos logran completar y mueren en el camino”.
SOBRE LA CARAVANA
La entrevistada indicó que aunque el presidente Juan Orlando Hernández, asegure que hay empleo en Honduras, las personas de las áreas rurales no cuentan con trabajadores que brinden las condiciones necesarias para sobrevivir.
Asimismo, destacó que la falta de educación es una de las condiciones que genera migración, ya que en el interior del país vecino, la mayoría de pobladores no tienen acceso a la escolaridad.
“Esas personas no tienen ingresos para sacar adelante a su familia y eso los ha hecho migrar, todas las promesas del Mandatario han quedado en palabras, él solo está encima de lo que le conviene y actúa para su beneficio”, dijo Gissela.
¿QUÉ NECESITA HONDURAS?
A criterio de Gissela, para que las condiciones en Honduras mejoren, es necesario que la justicia sea igualitaria. Asimismo, detalló que es imperante crear oportunidades de desarrollo para que las personas tengan medios de subsistencia y no vean la migración como una opción desesperada y para ello “el Estado hondureño debe hacer su trabajo”.
De acuerdo con Gissela, para el 2019 si no se llega a algún acuerdo en el tema migratorio y los gobiernos no ponen atención a las causas estructurales que expulsan a las personas de los países de origen, la cantidad de migrantes que llegan a la frontera de Estados Unidos podría aumentar.
Cesy Orellana, la menor de las hermanas hondureñas, dijo que la razón por la que buscan reunirse con Rand Paul, senador por el estado de Kentucky, para abordar con él la situación que viven en el país vecino.
“Nosotros somos quienes debemos defender nuestros orígenes, en Honduras los indígenas somos marginados y lo que Trump, dice es que da fondos para ayudar a Honduras y nosotros nunca hemos visto un proyecto que busque el desarrollo de nuestro país, no sabemos hacia dónde va esa ayuda, en Honduras no se habla de eso”, dijo Cesy.