Según el Banco de Guatemala (Banguat), el país cerró el 2018 con el ingreso de más de US$9 mil 287 millones, en concepto de remesas familiares, enviadas por migrantes al país, superando así el dato correspondiente a 2017.
El Banco Mundial destacó recientemente en la última edición de “Reseña sobre migración y desarrollo”, que los envíos de dinero enviados a países de ingreso bajo y de ingreso mediano aumentaron rápidamente y se prevé que alcanzaron un nivel sin precedentes el año pasado.
Por Grecia Ortíz
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De nuevo las remesas registraron una tendencia de aumento, lo cual se mantiene desde 2010, convirtiéndose nuevamente para el país en un valor económico relevante para las familias y el país.
En 2017, las remesas sumaron una cifra superior a los US$8 mil 192 millones, es decir que en 2018 hubo un incremento de más de US$1 mil 095 millones, esto supone un récord en este tipo de ingresos.
Pese a la estabilidad en el envío de remesas, el año pasado no ha sido nada fácil para los guatemaltecos en Estados Unidos, quienes se han enfrentado a las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump y a la situación de Guatemala, entre inestabilidad política, falta de oportunidades y de acceso a servicios básicos.
El Banco Mundial estimó que las remesas a países en condiciones de desarrollo registradas oficialmente aumentarían un 10.8 por ciento hasta alcanzar los US$528 mil millones en 2018.
De acuerdo con dicha entidad, parte del crecimiento de las remesas estuvo impulsado por la mayor solidez de la economía y el empleo en Estados Unidos, entre otros factores.
COSTOS POR ENVÍO DE REMESAS SON ELEVADOS
Sin embargo, Mahmoud Mohieldin, primer vicepresidente para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, Relaciones con las Naciones Unidas y Alianzas del Banco Mundial, destacó que incluso con los avances tecnológicos los gastos de envío de las remesas aún son excesivamente elevados.
“El crecimiento de las remesas en el futuro es vulnerable a la disminución de los precios del petróleo, las políticas migratorias restrictivas y la moderación general del crecimiento económico. En el caso de muchos hogares, las remesas tienen un impacto directo en la reducción de la pobreza, y el Banco Mundial está en condiciones de colaborar con los países en la labor de facilitar los flujos de remesas”, declaró Michal Rutkowski, director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.
De acuerdo con al autor principal de la reseña y director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD) Dilip Ratha, los altos costos de contratación pagados por los trabajadores migrantes poco calificados pueden reducir marcadamente los flujos de remesas.
Los costos a su parecer también ascienden a una suma que representa los ingresos que obtiene un trabajador migrante en el curso de más de dos años.
Por ello el informe presentado, destaca que la reducción de los costos mediante la incorporación de mejoras en las prácticas de contratación puede incrementar significativamente las remesas enviadas a las familias pobres.
“En 2018, los flujos de remesas enviados a América Latina y el Caribe crecieron alrededor del 9,3 por ciento, hasta alcanzar los US$87 mil millones, siendo México y los países de América Central los principales destinatarios”, destaca la información.