Por Grecia Ortíz
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De acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), entre el 1 de enero al 26 de diciembre de este año, 91 mil 090 guatemaltecos fueron deportados, lo que refleja que en 2018 hubo más de 25 mil deportaciones, comparadas con 2017, que en total sumaban 65 mil 904.

De acuerdo con analistas en temas de migración, las causas que provocan la migración no han sido atendidas y como muestra, señalan, la falta de respuesta del Gobierno para crear condiciones y un salario digno para las familias.

Los datos de acuerdo al IGM reflejan que hasta el 26 de diciembre un total de 91 mil 090 personas habían sido deportados. En 2017 se contabilizaron un total de 65 mil 904 retornos.

De la cifra, la mayoría con 50 mil 634 provenía en vuelos desde Estados Unidos, mientras que por la vía terrestre el dato era de 40 mil 456, mismos que comparados con el año anterior suman un aumento de 25 mil 186, sin que hasta ahora se tenga el dato total.

Las estadísticas también reflejaron que la tendencia de este año supone el mayor aumento de deportaciones por la vía aérea de EE. UU., desde 2015.

PAÍS SIGUE SIN POLÍTICAS PÚBLICAS

En ese sentido, Úrsula Roldán, del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT), de la Universidad Rafael Landívar, explicó que el Gobierno no cuenta con políticas públicas a favor de las personas excluidas y de escasos recursos.

“Hay una desesperación muy grande en el campo por la pérdida de cosechas que es lo último que le queda a la gente para poder sobrevivir, entonces tampoco vamos a tener los medios de vida con un Gobierno como este o parecido a este, tampoco vamos a poder recibir a los migrantes deportados”, destacó.

Una muestra de que no se contrarrestan estas causas de la migración, aseguró que radica en la negativa del Gobierno de lograr un salario adecuado a las necesidades de la mayoría de población, “las elites económicas se están defendiendo”.

NO HAY TRABAJO, NI SALARIO DIGNO

En tanto Jorge Pernillo, consultor y catedrático universitario, indicó que lo preocupante en cuanto a estas personas que vuelven al país, es que retornan a las mismas condiciones y se encuentran con un salario que no equipara el costo de la Canasta Básica.

Y es ante esa falta de respuesta del Estado, que según el consultor, las personas buscan migrar hacia otros lugares.

Mientras el analista Jahir Dabroy, de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (Asies), reiteró que las condiciones en las que regresan las personas, son las mismas y existe una ausencia de una política migratoria.

“Hay una mala coordinación de las instituciones del  Triángulo Norte que se está evidenciando en la declaración reciente de Donald Trump de reducir el apoyo a los tres países en el Plan Alianza para la Prosperidad”, comentó.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), en su informe “Mesoamérica en Tránsito”, publicado recientemente, en Guatemala el 55 por ciento de los municipios son expulsores y provenientes de departamentos como Alta Verapaz, Izabal, Quiché, San Marcos, Santa Rosa, Sololá y Totonicapán.

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