Por Eder Juárez
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El presidente Jimmy Morales decidió no aumentar el salario mínimo y congelarlo, tal como lo solicitó el sector empresarial para el 2019. La decisión que tomó Morales fue bien recibida por el sector empresarial y con esto se rompe la histórica tradición, aunque modesta, de aumentar el salario a fin de año para la clase trabajadora.
El Ejecutivo publicó hoy el Acuerdo Gubernativo 242-218 que define el salario mínimo para las actividades agrícolas, no agrícolas, exportadoras y de maquila para el próximo año. El Gobierno de Morales decidió mantener los salarios establecidos para este año sin ningún aumento.
De acuerdo a la publicación, el salario para las actividades agrícolas y no agrícolas queda en Q90.16 diarios, mientras que para las actividades exportadoras y de maquila en Q82.46.
MEDIDA ACERTADA
Tras oficializarse la decisión del Gobierno de Morales de no aumentar el salario, la Cámara del Agro de Guatemala (Camagro), emitió un comunicado en el que destacan que «mantener el salario mínimo es una medida acertada para reducir informalidad y proteger –los– empleos actuales».
Nils Leporowski, presidente de dicha Cámara, indicó en el pronunciamiento que reconocen la “voluntad política” del Ejecutivo, al fijar por primera vez en 20 años el salario mínimo acorde a la realidad económica del país.
Mientras que Carla Caballeros, directora ejecutiva de dicha Cámara empresarial dijo que Guatemala sigue teniendo uno de los salarios mínimos más altos de la región y con ello en 2019 “permitirá también reducir la brecha de competitividad y productividad real con respecto a los salarios mínimos vigentes en otros países y por lo tanto trabajadores y productores competirán no solo para llegar a los mercados, sino también para atraer inversiones productivas”.
PRESERVAR EL EMPLEO
Por su parte, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) en un comunicado indicó que la decisión presidencial atiende las circunstancias económicas del país para preservar el empleo.
Además, asegura que “permite abrir un diálogo más serio y profundo sobre los mecanismos de fijación del salario mínimo. El sector empresarial organizado reitera que está en la disposición de ofrecer los insumos técnicos necesarios para esa discusión, cuyos resultados beneficien al desarrollo de Guatemala”.