POR EDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt
El ahogo financiero, los ataques en redes sociales y el uso de tecnología, constituyen mecanismos para impedir el derecho a informar de medios de comunicación y periodistas, coinciden columnistas, periodistas y observadores de la libertad de expresión.
A criterio de profesionales consultados por La Hora, estas limitaciones responden a una estrategia mediática de las redes criminales que buscan minar la labor de la prensa independiente y seguir en impunidad.
La condición para acallar a los medios de comunicación ha desatado un ahogo financiero por parte de esas redes criminales, que buscan un nuevo modelo para influir en el imaginario social y minar la credibilidad y honorabilidad de quienes han levantado la bandera de la lucha contra la corrupción.
ESTRATEGIA PARA MANTENER IMPUNIDAD
La columnista Marielos Monzón dice que las redes criminales y aparatos clandestinos de seguridad parten de la estrategia que tienen para poderse mantener en impunidad, y no ser alcanzados por la justicia: usar una campaña mediática y de opinión pública.
Esta estrategia tendría un par de puntos: primero es la desinformación y la confusión, es decir tratar de que la opinión pública no le señale y el segundo es hacer un ataque a periodistas y medios independientes que podrían revelar cómo operan estos aparatos clandestinos o estas redes criminales, entonces los medios independientes están en la mira de esas redes de corrupción, porque precisamente es una de las vías para sacar a la luz pública lo que hacían.
“Los derechos a la comunicación y a la libertad de expresión no son derechos de los periodista, sino son derechos de la población. La libertad de expresión es un derecho humano y los medios de comunicación y su trabajo tienen que ver con la posibilidad del ejercicio de ese derecho. Entonces cuando hay un ataque a los medios de comunicación o a los periodistas independientes lo que se está vulnerando son los derechos de la población al acceso de la información, de su posibilidad de tener una lectura sobre la realidad”, manifiesta Monzón.
La columnista agrega que no se sabe muy bien si esas estrategias buscan censurar a la prensa, sino más bien están para quitarles a los medios de comunicación y a los periodistas su credibilidad.
“Lo más importante que tenemos los periodistas, columnistas y medios de comunicación es la credibilidad, entonces los ataques van directamente a desprestigiarlos para que entonces las personas crean que no son medios creíbles o independientes y dejen de tomar como válidas las informaciones que se dan”, indica Monzón.
El segundo tema importante es cómo este sector de poder político y económico e incluso un Gobierno pueden hacer uso del tema de la publicidad para ahogar financieramente a los medios independientes. “Como los medios de comunicación tiene diversas formas de hacer publicidad el ahogo viene por la parte de restringir los anuncios y sus fuentes de ingresos”, expresa.
De acuerdo con Monzón en la lucha contra la corrupción y la impunidad un elemento central es visibilizar lo que pasa, ponerle luz aquello que estaba oscuro y realmente los medios de comunicación cumple con esa función.
“Son actores clave medios y periodista para visibilizar estructuras criminales, para visibilizar todo lo que ha estado opaco y por eso es que los medios y los periodistas independientes resultan blancos de estas redes de corrupción o de esos grupos que no quieren que se sepa la verdad, porque lo que necesitan es silencio. La corrupción y la impunidad para que se den necesitan silencio, opacidad y los medios de comunicación son todo lo contrario, son palabras, son transparencia, por eso es que los medios y periodistas independientes se ven atacados en esta lucha contra la corrupción, porque lo que quieren es silencio”, reitera.
MARROQUÍN: ES EL PRECIO DE NO CEDER
Pedro Pablo Marroquín Pérez, director de La Hora, comenta acerca de lo que le ha tocado vivir a este medio de comunicación en los últimos meses: “Los mensajes han sido tan claros que si hubiésemos cedido ante las presiones, el cerco financiero se habría traducido en abundancia financiera. Hubo gente que nos buscó en momentos bajos para pedir que la agenda pro impunidad del Congreso pasara bajo el radar y el no ceder, ha tenido sus costos pero nos hace dormir en paz y ver a los ojos a cualquiera”.
Además, Marroquín recuerda que en el caso del medio privado más antiguo del país, “ochenta y cuatro diputados, liderados por Linares Beltranena, Arzú y Alejos se pusieron de acuerdo para aprobar una ley que atenta contra la certeza jurídica, pero no anduvieron pensando en los efectos país ya que solo deseaban perjudicar a La Hora”.
“Sin duda son tiempos especiales, pero cuánta gente en el país ha vivido toda su vida en tiempos complicados por la falta de oportunidades que ocasionan la corrupción y la impunidad. Saldremos adelante haciendo las cosas bien y aportando un grano de arena al seguir empoderando a la gente con información para que pueda exigirle a la clase política y sus aliados particulares que actúen pensando en el país y la gente y no en el derecho de su nariz”, concluye.
DIVISIÓN Y CASTIGO A MEDIOS
El periodista Haroldo Sánchez, exdirector de Guatevisión, dice que el combate a la corrupción terminó dividiendo a la sociedad guatemalteca. Además, como diversos sectores son afectados o involucrados, terminan castigando a los medios de comunicación que hacen públicos los hechos.
Sánchez explica que a los diversos sectores les molesta que sea público cuando son llevados a Tribunales, cuando la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), o el Ministerio Público (MP) hacen pública la persecución o la captura.
Recientemente Sánchez participó en el panel “Rol de medios y periodistas en el combate a la corrupción”, que formó parte de la Conferencia Internacional “Experiencias Comparadas en el Combate a la Corrupción y la Impunidad”, organizado por CICIG, en el que indicó que la prensa ha sido golpeada siempre.
“Lo que vemos hoy es que los espacios democráticos en los medios de comunicación son cada vez menos, cuando se usa una pauta comercial como un árbol, hay un ahogo comercial que está afectando a todos los medios”.
El profesional de la comunicación señaló en esa ocasión que si la CICIG no hubiera llegado a Guatemala la próxima presidenta sería Roxana Baldetti.
“El caballo negro ha sido CICIG, porque tocó intereses que jamás se tocaron en este país”, afirmó.
ATAQUES EN REDES SOCIALES
Luis Ovalle del Observatorio de Periodistas de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) explica que la corrupción históricamente ha sido censora de la prensa y no solo en Guatemala, sino en otros países latinoamericanos como Honduras o México, porque la corrupción está vinculada estrechamente al crimen organizado.
Según Ovalle se está experimentando una nueva forma de ataque a los medios, sin embargo, considera que se debe dar una lucha contra estas formas de censura a los medios de comunicación.
“La corrupción no es un nuevo censor de la prensa, lo que pasa es que hay una nueva modalidad la cual se está utilizando ahora con la tecnología y las redes sociales, en donde hay más facilidad de crear grupos para atacar a los medios”, dice Ovalle.
Además, indica que hay que tomar en cuenta la nueva situación que se da en los grupos de poder, que se ven como una “fiera herida” en la lucha que se ha venido haciendo desde 2015 que impulsó Iván Velásquez al frente de la CICIG.
Ovalle advierte que el próximo año será complicado para los medios de comunicación por el proceso electoral en un ambiente polarizado, principalmente para los medios independientes que han sido críticos y han levantado la bandera anticorrupción.
Con el fin de garantizarse protección e impunidad, las redes criminales desarrollan estrategias jurídicas, políticas y mediáticas.
Información del Ciclo de Actualización de Periodistas (CAP) detalla cómo operan las redes de inteligencia y criminalidad organizada, a continuación su explicación:
1. Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad (CIACS), Redes de inteligencia y criminalidad organizada.
2. Estrategias de inteligencia:
2.1. Creación y control de redes en el poder judicial e instituciones de seguridad.
2.2. Implementación de estrategia mediática para generar desinformación y confusión.
2.3. Activación de redes de protección política y gubernamental.