POR MARIELA CASTAÑÓN
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En abril de 2017 fue cerrado el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, tras la resolución de la Corte de Apelaciones de Niñez y Adolescencia, y esto dio origen a la implementación de las casas anexas a ese Hogar, las cuales actualmente son administradas por la Secretaría de Bienestar Social (SBS) y reportan 349 abandonos de proceso (evasiones) de niñas, niños y adolescentes (NNA) de abril del año pasado a octubre de este año.

La Unidad Operativa del Sistema de Alerta Alba-Keneth ha activado un total de 349 alertas por los NNA que han abandonado proceso: 34 alertas fueron activadas de abril a diciembre de 2017, y 315 de enero a octubre de este año.

De acuerdo con la información oficial, aunque 223 alertas fueron desactivadas de las 349 reportadas en ese período de tiempo, aún hay 126 que están vigentes.

En esas casas, los NNA siguen denunciando maltrato por parte de los educadores: golpes con tubos, intentos de violación sexual, falta de insumos de primera necesidad como desodorante, jabón, shampoo y otros. Aunado a castigos que describen como “culiche” o una forma de mantenerlos con las rodillas dobladas.

La Procuraduría General de la Nación (PGN) ha presentado varias exhibiciones personales a favor de los niños y jóvenes denunciantes.

¿QUÉ DICE LA SBS?

Marwin Bautista, subsecretario de Protección y Acogimiento de la SBS, dijo que hay dos puntos fundamentales por las cuales se originan los abandonos de proceso: el primero es la reincidencia de adolescentes que lo han hecho hasta 24 veces (según información compartida por el funcionario), por otro lado, persiste el abandono de proceso de los jóvenes que se van por consumo y son enviados de nuevo por juez competente a las casas.

“El equipo está haciendo esfuerzos significativos para establecer un modelo de atención a adolescentes que consumen sustancias, que es donde tenemos el mayor número de abandonos de proceso. Por el tema de la abstinencia un adolescente ingresa al sistema por ejemplo a las 2 de la mañana bajo efectos y consumo de sustancias, donde no se están garantizando los derechos, porque un juez no puede escuchar a un adolescente porque está bajo consumo, pero en Guatemala sí sucede así”, indicó Bautista.

Al entrevistado se le consultó sobre las denuncias de maltrato que han develado los jóvenes y que van desde golpes con tubos, faltas de respeto como lo denunciaron cuando un educador lanzó un pan a un niño, pero respondió que en las exhibiciones personales planteadas por la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) no se ha establecido ese extremo.

“En las ocasiones donde se ha pedido exhibición personal por parte de la PDH, cuando se supone que hay alguna violación a derechos, en todas las exhibiciones personales los jueces han concluido que no ha habido ningún tipo de vulneración a los derechos de los adolescentes y los niños, esto quiere decir que se está garantizado que no existan situaciones de violencia a lo interno de las residencias”, reiteró.

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