Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Ha transcurrido más de un mes desde que el presidente Jimmy Morales anunció su decisión de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y de no permitir el ingreso del comisionado Iván Velásquez y hasta ahora, a decir de analistas, la situación que vive el país podría calificarse como de tensa calma, al tiempo que destacan la inacción, principalmente del Ministerio Público (MP) ante la desobediencia del Ejecutivo a la resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC).

El pasado 31 de agosto el presidente Morales anunció que no renovaría el mandato de la CICIG, rodeado de mandos del Ejército, Policía y sus ministros más allegados. Días más tarde su Gobierno informó que no permitiría el ingreso del jefe de la CICIG, Iván Velásquez, quien había salido del país por motivos de trabajo.

A decir del analista político independiente, Renzo Rosal, el país vive una situación de aparente tranquilidad que hasta se puede calificar de “falsa” y relativa a la crisis política, por las ambivalencias que se viven y que se identifican con ciclos en donde pareciera verse esa “tensa calma”.

“La institucionalidad pública que debería accionar no está accionando, valga la redundancia me refiero a la muestra de congelamiento, de estática del Ministerio Público, de la misma Corte de Constitucionalidad y de otros entes que asumen en una crisis una actitud pasiva y esas mismas muestras de incertidumbre y de cansancio también vienen desde la ciudadanía”, detalló.

Con la ciudadanía, lo que sucede es que la inconformidad se expresa en lo privado y pareciera que ya no desean manifestarse públicamente, ya sea por cansancio o temor, indicó.

SEÑALAN INACCIÓN DEL MP

Stephanie Rodríguez, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales (ICCPG), opina que la situación actual, de aparente calma, es preocupante, porque no se sabe que otra acción puedan emprender en los próximos días.

“Me parece que, el hecho de todas las declaraciones que ha dicho de no acatar la orden de la CC, es una muestra de una clara desobediencia –el presidente– pero ni la CC ni el MP, ni uno quiere certificar ni el otro actuar de oficio,” señaló.

En ese sentido Jorge Wong, de la Escuela de Ciencias Políticas de la Usac, refirió que el Estado de Guatemala resulta ser débil incluso más de lo que está y también que existe una inacción de instituciones como el MP, “todo mundo está siendo muy cauteloso o precavido”, señaló.

Por otro lado, el abogado constitucionalista Alejandro Balsells, explicó que lo que se ve es una indecisión de la CC para ejecutar su resolución, “la CC debe ejecutar lo resuelto, es su obligación”, indicó.

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