PROYECTO DEL BANCO MUNDIAL POR US$100 MILLONES SIGUE SIN SER APROBADO POR EL CONGRESO

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Hasta agosto de este año más de veinte mil menores de edad no acompañados han sido detenidos en la Frontera Sur de Estados Unidos, todos de origen guatemalteco, según registros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés).

Migrantes y analistas consultados, refieren que el hambre es uno de los motivos más fuertes para que las personas se arriesguen junto con sus hijos en búsqueda de mejores oportunidades. Frente a este panorama, las remesas logran incidir positivamente en el mejoramiento de vida de las familias.

Una radiografía de la situación que viven las familias en el Corredor Seco lo ejemplifica. Vidalia López, del caserío Los López, de Jalapa, explicó que las carencias con las que sobreviven los pobladores en el lugar en cuanto al agua, alimentación y las condiciones de pobreza que afectan a adultos y niños con enfermedades estomacales.

La desnutrición es uno de los problemas que más afecta a Guatemala, sobre todo en el área rural y a la población indígena. Según la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil realizada por el Ministerio de Salud y Asistencia Social en 2014-2015, el 46.5 por ciento de niños menores de 5 años sufre de desnutrición crónica en el país, casi la mitad de la niñez.

Para contrarrestar este problema, el Banco Mundial aprobó un préstamo por US$100 millones, fondos que tienen como objetivo disminuir el 47 por ciento de la desnutrición en Guatemala, sin embargo, dicho proyecto aún no ha sido aprobado por el Congreso de la República, pese a que esta ha sido una de las estrategias impulsadas por el Gobierno.

La Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni) señaló recientemente que en lo que va del año se han registrado más de 7 mil 300 casos de desnutrición aguda, así como 32 niños y niñas que han muerto por esta causa en todo el país.

En la aldea El Duraznito, en las montañas de Santa María Xalapán, la migración es parte de su realidad desde hace unos años y un escape para muchas familias.

Mirna Cruz, una líder de la localidad, explicó que con los años las familias han dejado sus comunidades en búsqueda de desarrollo y oportunidades, la mayoría se dirigen hacia Estados Unidos.

Las épocas de sequía, la pobreza a la que se enfrentan y la escasez de alimentos han sido frecuentes en la aldea, años antes, incluso, recuerda que han ocurrido, en niños, muertes por enfermedades estomacales, que se le atribuyen a las condiciones de pobreza en las que viven.

Vidalia, del caserío Los López, también en la misma región, señala que el lugar es pobre “aquí estamos viviendo en el Corredor Seco”. La comunidad está integrada, en su mayoría, por mujeres y niños pequeños, estos últimos, los más afectados por desnutrición y enfermedades estomacales.

En el caserío tampoco cuentan con suficiente agua para las familias. Los alimentos que consumen son en su mayoría frijoles, arroz y verduras, que se cosechan en la misma aldea, aunque todo depende de la época de lluvia para que puedan sembrar.

De acuerdo con registros del Ciprodeni, obtenidos en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Jalapa posee una tasa de desnutrición del 26.8 por ciento.

BANCO MUNDIAL IMPULSA PROGRAMA PARA MITIGAR DESNUTRICIÓN

Puesto que la desnutrición es uno de los problemas que más afecta el desarrollo en Guatemala, sobre todo en las comunidades indígenas, se han emprendido varios esfuerzos para tratar de mitigar este problema.

Uno de ellos es el proyecto denominado “Crecer Sano”, con una inversión cercana a los Q748 millones de quetzales y que comprende solo uno de los pasos a seguir por el Banco Mundial, en apoyo a las autoridades guatemaltecas, para reducir la desnutrición crónica infantil en el país.

De los recursos, 82 millones de dólares serían destinados a la “Dotación de Servicios Intersectoriales para Contrarrestar los Principales Factores de riesgos de la Desnutrición Crónica”, 14 millones de dólares para el Cambio del Enfoque Hacia Resultados y 4 millones de dólares para la Administración, Monitoreo y Evaluación del Proyecto.

De acuerdo con la información del Banco Mundial, el eje central de la estrategia se enfocaría en fortalecer las capacidades estatales para garantizar diferentes mecanismos para el desarrollo, enfocado en menores de edad en los primeros mil días de vida, específicamente a niños recién nacidos, sus madres y cuidadores en siete departamentos del país que muestran elevados porcentajes de desnutrición.

Los departamentos en los que se implementaría el programa son: Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y Totonicapán.

El financiamiento y focalización de acciones buscaría mejorar el acceso al agua potable y saneamiento, proveer paquetes de nutrición y salud a las madres y niños, así como realizar mejoras en centros de salud, promoviendo a la vez cambios de comportamiento.

Es decir, se deberán fortalecer los servicios de atención primaria de salud, intervenciones para cambiar conductas en familias y comunidades, así como el fortalecimiento de la coordinación entre las entidades que apoyarían en las acciones a implementar.

Además, se promoverá la atención prenatal oportuna, así como la lactancia materna y fortalecimiento del Programa de Transferencias Monetarias Condicionadas.

PROYECTO SIGUE SIN SER APROBADO POR EL CONGRESO

En el Congreso, la iniciativa del proyecto del Banco Mundial recibió Dictamen Favorable de la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso el pasado 4 de abril de este año, aunque fue desde el 18 de enero de 2016 que el Pleno conoció y remitió la propuesta.

Según explicó el diputado Rudy Castañeda, vicepresidente de la Comisión de Finanzas, la iniciativa ya fue aprobada en primer debate, aún falta que se apruebe en segundo y tercer debate y luego por artículos.

“Había una fecha, pero habían pedido la prórroga, de hecho creo que era en septiembre, nosotros habíamos hecho compromiso no todos… (con la representante de Banco Mundial)”, indicó Castañeda.

A decir del congresista, lo que ahora hace falta para llevar la iniciativa a segundo debate es impulsar el proyecto de ley, “esperaría que para la otra semana se esté agendando nuevamente”.

Iniciativas como estas se han quedado rezagadas en el Legislativo, que ha puesto atención a otros temas para ellos más importantes.

CARLOS CALDERÓN: CONGRESO DEBE LEGISLAR PARA LLEVAR PROGRAMAS DE DESARROLLO

El migrante guatemalteco Carlos Roberto Calderón considera que la situación de hambre motiva a que las personas decidan migrar, porque no puede haber paz ni bienestar sino se puede cubrir la necesidad de alimentación de la población.

“Las condiciones de pobreza hacen que el individuo termine odiando el lugar donde vive y no tiene otra alternativa que abandonar su hogar y buscar un mejor futuro”, afirmó.

En el caso de Guatemala destaca la falta de empleo y de oportunidades, combinado a los índices de violencia e inseguridad, que han convertido al país en un que expulsa a su gente.

A decir del connacional, la migración es un derecho de todo individuo, sin embargo, este movimiento en busca de mejores condiciones de vida también viene a beneficiar a otros países y no solo a Guatemala, pues la mano de obra joven se va hacia otros lugares.

Por ello cree que el Congreso debe legislar para llevar programas de desarrollo, educación y salud a los lugares más pobres para que sus habitantes no tengan la necesidad de abandonar su comunidad, haciendo referencia a iniciativas como la que impulsa el Banco Mundial.

“El Congreso tiene la responsabilidad de legislar para mejorar la calidad de vida de la población. En conclusión, los gobiernos deben de trabajar mejor por su gente evitando el robo de los recursos económicos y que los impuestos generados sean utilizados para el motivo de su recaudación”, explicó.

Según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos del Instituto Nacional de Estadística 2017, en Guatemala se estima que el 70.2 por ciento de las personas trabajan en el sector informal, de la Población Económicamente Activa (PEA), sobresaliendo los que viven en el área rural, con un 83.5 por ciento.

VIVIAN ZAMORA: DEBEN LEGISLAR INICIATIVAS QUE MITIGUEN EL ÉXODO DE GUATEMALTECOS

Desde Kentucky, la migrante guatemalteca Vivian Zamora comentó que las condiciones de pobreza del país, está empujando a las personas a migrar.

Zamora cree que es lamentable que los padres en muchas ocasiones, por esas mismas condiciones de pobreza decidan enviar a sus hijos a trabajar en lugar de que estudien, “es una cadena que va llevando a las familias a que estén en esta pobreza”.

Al mencionar las causas de la migración, la guatemalteca recuerda con indignación que la corrupción es el principal motivo del subdesarrollo del país.

“El Congreso debe legislar iniciativas que mitiguen la migración, pero difícilmente quieren apuntar a este proyecto”, destacó.

POCASANGRE: POBREZA Y EL HAMBRE, SE CONVIERTEN EN BOMBAS DE TIEMPO

A decir de Juan Carlos Pocasangre, de guatemaltecos en Nueva York Inc. (GENY), la pobreza y el hambre se convierten en bombas de tiempo que generan migración, y recordó casos en los que las personas expresan que sus alimentos consistían únicamente en frijoles y tortillas.

En ese sentido, el connacional afirmó que los casos que ha conocido son de adultos y niños que huyen de la pobreza, corriendo peligro en su travesía.

CARLOS RODRÍGUEZ: NIÑOS DICEN QUE VIENEN A EE. UU. PORQUE COSECHAS NO SE DAN

Otro de los migrantes consultados fue Carlos Rodríguez, residente en la ciudad de Chicago, en Illinois, y quien por su trabajo en centros de detención de menores de edad ha tenido la oportunidad de ver de cerca el éxodo de la niñez guatemalteca.

“Entrevistando a niños indígenas que venían con sus padres, me han dicho que el venir para acá es buscar una mejor forma de ganarse la vida, quienes hablan de que las cosechas no se dan y que fueron pobres, porque las cosechas no se les da”, comentó.

Según su experiencia, quienes buscan dejar el país no son las personas con más posibilidades económicas. Asimismo, dijo que ha visto más casos de niños migrantes que provienen de diferentes departamentos, pero principalmente de San Marcos, Huehuetenango, Quetzaltenango.

A decir de Rodríguez, la mayoría de personas tienen la necesidad de encontrar mejores oportunidades para su desarrollo.

“Los niños están en una pobreza tremenda, desnutridos y no tienen a donde irse y uno se pregunta qué programa de Gobierno puede ayudarlos para que inicien una nueva vida y abandonen ese Corredor Seco, porque solo tienen como salida: migrar”, destacó.

FAO: MIGRACIÓN DEBERÍA SER UNA OPCIÓN, NO UNA NECESIDAD

En entrevista para La Hora Voz del Migrante, Diego Recalde, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Guatemala, destacó que la pobreza rural es el problema central que genera migración y hambre, que afecta principalmente a esa población que en su mayoría está conformada por indígenas.

El representante de la FAO resaltó que la población rural guatemalteca, en su mayoría, se dedica a la agricultura.

“Cuando suceden eventos de orden climático u otros, estos afectan directamente la alimentación de las familias, quienes entran en un proceso de vulnerabilidad que termina por afectar su seguridad alimentaria. Primero, cambian la dieta; segundo, venden su mano de obra; tercero, venden sus medios de vida (animales domésticos, herramientas de labranza, etc.), y cuarto, las familias se pueden ver forzadas a migrar en búsqueda de ingresos fuera de las comunidades (como asalariados)”, afirmó.

Recalde indicó que la recién aprobada Ley de Alimentación Escolar fortalece la seguridad nutricional y de estudiantes de escuelas públicas, entre otras iniciativas que buscan paliar esta problemática.

También señala que en los últimos cinco años los cultivos más afectados en el país son el maíz y frijol, por la canícula y sequías.

Finalmente, el funcionario indicó que la migración se da principalmente en poblaciones indígenas como resultado de la falta de oportunidades de empleo y medios de producción, “la migración debería ser una opción, no una necesidad”.

SITUACIÓN EN DESNUTRICIÓN CRÓNICA HA DISMINUIDO LENTAMENTE

German González, exsecretario de la Secretaria de Seguridad Alimentaria (Sesan), indicó que el país lo que necesita es enfrentar el problema de la desnutrición crónica del país que está generando que cada vez menos personas tengan oportunidades de empleo.

“Guatemala tiene un problema importante de desnutrición crónica que es casi que uno de cada dos niños tiene desnutrición crónica y está situación no ha cambiado en los últimos sesenta años, hemos venido reduciendo desnutrición crónica muy lentamente”, comentó.

Entre las áreas más afectadas estarían Alta Verapaz, Quiché, Huehuetenango, San Marcos, Totonicapán y Sololá.

ESTADÍSTICAS EN NIÑOS SON TÉTRICAS

El experto en políticas públicas, Ronalth Ochaeta, señaló que en Guatemala las estadísticas de desnutrición en niños resultan “tétricas”, sobre todo cuando se habla que uno de cada dos niños presenta problemas por su alimentación.

“El problema de la desnutrición es bastante porque cumple con principio de otras enfermedades, muchos problemas de salud como por ejemplo, el alcohol y tabaquismo que es por una relación de consumo y la ingesta de ciertos tipos de productos”, comentó.

Pero el mayor problema para superar esta situación para el entrevistado, radica en que la política del país está fragmentada, porque son programas que hasta ahora solo han logrado pensar en grupos focalizados a los que no toda la población tiene acceso.

“El fracaso de país, es el fracaso de las políticas públicas de los últimos veinte años y nadie está hablando de esto y nadie se está cuestionando esto”, indicó.

Por ello, agregó que los niños que dejan el país simple y sencillamente huyen de un sistema en el que no pueden sobrevivir, “no atienden problemas estructurales como la desnutrición y problemas de salubridad y sanidad”.

CIFRAS MIGRATORIAS ALARMANTES

El CBP refiere que la cifra de niños guatemaltecos detenidos en la frontera Sur de Estados Unidos es de 20 mil 701, superando a Honduras, México y El Salvador que no pasan de las diez mil aprehensiones.

Las cifras corresponden al año fiscal de 2018, de octubre de 2017 hasta agosto de este año. En cuanto a las familias guatemaltecas interceptadas, se contabiliza por 42 mil 757 personas seguido de Honduras, El Salvador y México.

SIN REMESAS, CONDICIONES DE FAMILIAS SERÍAN MÁS COMPLICADAS

Sobre el aporte que las remesas realizan a las familias beneficiarias de estos ingresos, Alberto Mora, coordinador de Investigación del Informe Estado de la Región de Costa Rica, indica que resultan muy importantes porque estos inciden en la supervivencia.

“Esto muchas veces permite que puedan atender sus necesidades básicas, de hecho incluso en países como El Salvador se ha estimado que el ingreso que corresponde a remesas y el familiar implicaría varios puntos adicionales en los niveles de pobreza”, comentó.

A decir del investigador, gran parte de estos ingresos se destinan a la alimentación, servicios de salud y pago de medicamentos y por ello tienen un efecto directo en los hogares.

Por eso puntualizó que de no existir dichos ingresos las condiciones para las familias serían más complicadas, porque con esto pueden cubrir sus necesidades básicas.

La encuesta del Organismo Internacional para las Migraciones de la (OIM) evidenció que solo el 13.2% de la población receptora de remesas logró cubrir la Canasta Básica Alimentaria para cinco personas en el hogar que, a octubre de 2016, ascendía a Q3,905.64.

El informe reveló que un porcentaje de estos hogares, de no recibir la contribución de las remesas, estarían en condiciones de pobreza o extrema pobreza.

Dicho estudio refirió que si se suman las causas: búsqueda de empleo, envío de remesas, falta de oportunidades en la comunidad, compra de vivienda y poner un negocio, casi un 55.2% de la población es impulsada a migrar por cuestiones económicas.

¿CUÁLES SON LOS ÍNDICES DE DESNUTRICIÓN EN EL PAÍS?

De acuerdo con el proyecto, Crecer Sano del Banco Mundial, Totonicapán con el 82 por ciento es el departamento con la tasa de desnutrición más alta del país en mediciones que toman como referencia del año 2008 al 2014.

Mientras que, Ciprodeni, apunta a que hasta julio de este año, Escuintla se ubica en el primer lugar con un porcentaje del 69.7 de desnutrición de niños y niñas de 0 a 4 años.

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