POR MARIELA CASTAÑÓN
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Tras los cambios de cúpulas policiales, los 320 ascensos que el Ministerio de Gobernación (Mingob) concedió sin solicitar requisitos en la Policía Nacional Civil (PNC) y su intención de incluir a exmiembros del Ejército a la PNC, “La Hora” consultó al investigador y profesor universitario, David Martínez-Amador, quien se refirió a esos temas y destacó que “uno de los mayores desaciertos del gobierno de Jimmy Morales fue la destitución de la mejor cúpula policial” de la historia democrática del país.
Martínez-Amador calificó como “desacierto” la destitución de la excúpula policial integrada por: Nery Ramos, Ervin Mayén, Stu Velasco y Rony Espinoza (quien fue removido del cargo un mes después que los otros jefes policiales).
“Me parece que uno de los mayores desaciertos del gobierno del presidente Morales fue haber destituido (por la vía de Gobernación) a la mejor cúpula policial en la historia democrática de este país. Los únicos logros de su Gobierno estaban en estos perfiles y sin embargo, los hace de lado. Un terrible cálculo político”, indicó.
Por otro lado, el profesor universitario dijo que los efectos que podrían tener los ascensos irregulares que ha concedido esa Cartera, son: moral baja y sentimiento de frustración en la institución policial, el debilitamiento de la lógica meritocrática y un retroceso en términos de la ruta planteada en la Reforma Policial.
“Me parece que aún en Guatemala no apreciamos el valor de la continuidad, de respetar los procesos formales de ley, premiar la meritocracia (fidelidad) y se juega bajo la lógica de borrón y cuenta nueva”, reiteró.
EJÉRCITO EN LA PNC
Por otro lado, el entrevistado se refirió sobre a la intención del Mingob, de incluir a exmiembros del Ejército a la PNC, explicó que el hecho que los militares realicen labores de seguridad ciudadana es muy sensible en Guatemala; afuera se aprecian casos donde los militares llevan tareas de seguridad ciudadana, pero bajo criterios muy específicos, condiciones particulares y una normativa rígida, además en contextos donde no hubo un pasado de represión.
“Los militares que podrían incluirse en la PNC deben pasar por el proceso de selección y evaluación que tiene la institución, asegurarse que su nivel de educación, formación, aptitudes psicométricas, umbrales de tolerancia, salud mental les faculte lidiar con dinámicas que involucren a la sociedad civil. Necesitan además, capacitarse en temáticas de derechos humanos y seguridad democrática. Y además, pasar las evaluaciones de confiabilidad. Luego y solo entonces, podría pensarse en esta implementación tratando de resolver lo relacionado al carácter civil de la PNC”, explicó.
MINGOB SIN RESPUESTA
La Hora se comunicó con el ministro Enrique Degenhart para abordar estos temas y obtener una postura, sin embargo, no respondió a las llamadas realizadas a su teléfono celular.