POR SONIA PÉREZ D/AP
Ciudad de Guatemala
La exfiscal general que encabezó la lucha contra la corrupción en Guatemala envió a un presidente a la cárcel y desarticuló varias estructuras criminales quiere involucrarse en política y no descarta ir por la Presidencia.
Así lo indicó Thelma Aldana en una entrevista telefónica con The Associated Press desde Washington, donde denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que el Estado guatemalteco incumple las medidas cautelares de resguardar su seguridad física y la de su familia que mantiene desde 2016 tras recibir amenazas de muerte.
Aldana aseguró que busca establecer alianzas con diferentes partidos que tengan sus mismos intereses: la lucha anticorrupción y el fortalecimiento de las instituciones del país.
“Lo que estoy buscando es una plataforma incluyente a la que tengan acceso mujeres y hombres, pueblos indígenas, migrantes, empresarios. No descartamos a nadie, solo a los corruptos”, dijo Aldana y agregó que “no lo descarto” al ser interrogada sobre si buscaría la Presidencia.
De todos modos, enfatizó que “desde la oposición también se pueden hacer propuestas”.
La principal crítica que ha recibido la exfiscal desde que comenzó a hablarse de una posible carrera política es que los casos contra la corrupción que impulsó podrían haber estado relacionados con esa intención.
El expresidente Otto Pérez Molina (2012-2015), a quien Aldana acusó por una millonaria defraudación aduanera que lo llevó a renunciar al cargo junto a su vicepresidenta, ha sostenido reiteradamente que su caso es político. Pérez Molina está preso desde 2015 a la espera de ser juzgado.
En el mismo sentido el expresidente Álvaro Colom, también bajo arresto por los supuestos delitos de malversación de fondos del transporte público durante su gestión (2008-2012), ha dicho que es un perseguido político.
El mismo argumento ha utilizado el actual presidente Jimmy Morales, acusado de varios delitos de corrupción. Aldana había pedido el retiro de la inmunidad de Morales para poder investigarlo por financiamiento electoral ilícito, pero la nueva fiscal general Consuelo Porras no ha presentado formalmente la solicitud aduciendo que aún faltan documentos en el caso. “No entiendo por qué ha transcurrido tanto tempo y no se ha presentado la solicitud”, dijo Aldana.
La exfiscal sostuvo que durante su gestión desarticuló 178 estructuras criminales junto con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y unas 600 personas están presas a la espera de juicio o han sido ya condenadas.
“Lo que yo hice fue desarrollar mi trabajo de acuerdo con la ley. Nunca me salí del esquema legal, siempre investigamos hechos y los casos fueron llevados ante tribunales del país para ser ventilados bajo el debido proceso y el derecho de defensa”, sostuvo la exfiscal.
Agregó que “de ninguna manera puede castigarse una lucha válida contra la corrupción con el argumento de que se quiere participar después en un proyecto político, son cosas absolutamente diferentes”.
Al desarrollar sus propuestas políticas Aldana destacó la lucha contra la pobreza y la desigualdad, además de continuar la pulseada contra la corrupción.
En salud la prioridad es “apostarle a la prevención” mientras que “el desarrollo del país aún es un tema pendiente, lo mismo en educación”.
Sobre los proyectos de infraestructura previstos en territorios de comunidades indígenas, que han generado violencia, la exfuncionaria dijo que “debe prevalecer la consulta previa hacia la población que se va a ver afectada y para los conflictos existentes debe prevalecer el diálogo que logre establecer el origen del problema y dé soluciones que contribuyan a la paz social”.
Sobre su ideología Aldana sostuvo que es una mujer de derecha y que cree absolutamente en la propiedad privada, pero con matices progresistas porque cree también en la igualdad social.
“No soy radical de derecha. En este momento no podemos entrar en una discusión de derechas ni de izquierdas porque no están dadas las condiciones del país, lo que tenemos que discutir es transparentar el sistema político de Guatemala para que genere partidos sanos”.
El financiamiento electoral ilícito sería vigilado con su propuesta de “rendirle cuentas al Tribunal Supremo Electoral pero también públicamente al pueblo de Guatemala, con publicidad y utilizando todos los medios a nuestro alcance”.
Aldana trabajó más de 25 años en el sistema judicial en el que fue escalando posiciones. “Yo hacía la limpieza en el juzgado, me tocaba coser los procesos -antes se cosían- y todos los leía. Luego estudié abogacía, estudié dos maestrías, nunca perdí un curso y siempre tuve un buen promedio… porque lo hice con compromiso y convicción”.
La exfiscal sostuvo que el miedo no es excusa para no participar en política y aseguró que el equipo que le acompaña está comprometido con su objetivo.
“El monstruo a enfrentar es de mil cabezas. Cuando las cosas se hacen diferente los ataques son más fuertes”, reconoció, pero advirtió que hay que “acabar con la corrupción que existe en los partidos políticos, de la política tradicional de la que estamos cansados”.