Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

Analistas consideran que la decisión del Gobierno de Guatemala de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén para congraciarse con los Estados Unidos no fue efectiva para detener la política antimigratoria ni operó a favor de los migrantes guatemaltecos.

Según Mauro Verzeletti, de la Pastoral de Movilidad Humana, el presidente Jimmy Morales, quiso tener como aliado a Donald Trump, sin embargo, este último le dio la espalda, «consiguió lo que quiso con el traslado de la embajada, pero a Trump no le interesa el tema de los migrantes», manifestó.

Verzeletti indicó que al Gobierno le falta una asesoría política porque no cuenta con una estrategia de negociación, porque se ha dedicado a complacer al Gobierno estadounidense sin tener una propuesta clara en materia migratoria en favor de los guatemaltecos.

Además, dijo que Morales no ha pensado en las circunstancias y ámbitos de la política migratoria para solicitar el Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en ingles), porque solo anunciarlo no iba a tener eco que necesita una petición como esta.

“Le falta una estrategia política mucho más eficaz, más amplia y que realmente sepa lo que va a proponer. Porque la petición del TPS fue para callar la presión de la sociedad civil hacia su postura de quedarse callado ante la crisis que enfrentaban los niños, niñas y adolescentes migrantes, y reaccionó con una demagogia terrible, de una ineficiencia”, señalo Verzeletti.

SIN IMPACTO
Por su parte Fernando Carrera, exministro de Relaciones Exteriores, indicó que el traslado de la embajada no ayudó al tema de migración.

«Si el Gobierno tenía algún deseo de que trasladando la embajada de Tel Aviv a Jerusalén fuera un elemento en favor de volver más débil la política represiva antimigratoria de los Estados Unidos, definitivamente no tuvo impacto en materia migratoria», dijo el excanciller.

Según Carrera, lamentablemente el traslado de la embajada no logró ningún beneficio para los migrantes, ni para cambiar la política antimigratoria del Gobierno estadounidense.

Además, aseguró que ese paso no tuvo ningún efecto sobre debilitar el apoyo de los Estados Unidos a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), “No se ha visto hasta la fecha que alguien del Departamento de Estado y la Casa Blanca esté debilitando el apoyo hacia la CICIG, así que ese efecto que también se asocia con el traslado de la Embajada tampoco se está logrando”, dijo Carrera.

Asimismo, aseguró que el 99 por ciento de probabilidades es que Estados Unidos no otorgue el TPS a los guatemaltecos, debido a que la política de la Casa Blanca es no otorgar más TPS, sino de eliminarlos y esto no es por Guatemala o lo que hace el Gobierno de Morales sino por la política general de los Estados Unidos.

Artículo anterior200 menores de edad están en trámite de reubicación
Artículo siguienteCongreso recibe la ampliación del Estado de Calamidad