En las últimas semanas migrantes han denunciado en las redes sociales, videos o comentarios, diferentes tipos de incidentes que señalan o demuestran un incremento de expresiones de odio y ataques en contra de migrantes y minorías en EE.UU., lo cual también le atribuyen en parte a los comentarios que el presidente Donald Trump ha manifestado en sus discursos.

En tanto, migrantes anotan su temor a agresiones en situaciones que antes eran tan normales como hablar en español en lugares públicos.

Por Redacción La Hora
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Los últimos incidentes ocurridos en EE.UU., el ataque de un abogado en Manhattan en contra de migrantes en un restaurante y la muerte de la joven guatemalteca Claudia Gómez en la Frontera, para entrevistados por La Hora Voz del Migrante, son una muestra del incremento de ataques en contra de minorías en ese país.

Ursula Roldán directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT) en Guatemala, expresó que ahora los discursos de odio son más frecuentes y notorios, porque surgen tras las palabras del propio presidente Trump.

“Estas noticias sobresalen más porque hay un discurso de odio que está circulando en el medio norteamericano a partir de las propias declaraciones del Presidente, el racismo, xenofobia, eso es más exacerbado”, opinó.

DEBE EXISTIR MÁS UNIÓN

El migrante hondureño Martín Alejandro Pineda, residente en Los Ángeles apuntó a que lo sucedido es muy cruel y es evidente que continúa la militarización de la frontera y una respuesta a la petición de Trump de detener la migración a cualquier costo.

Estos comentarios, a su parecer son en su mayoría en contra de centroamericanos y aunque siempre han existido, ahora se han incrementado porque tienen eco en las autoridades de ese país.

Ante situaciones como esta, el hondureño recomienda que lo más importante es mantenerse informados y unidos para hacer eco de las peticiones de los migrantes.

Mientras el salvadoreño Nelsy Umanzor, coincide con Pineda porque considera que el racismo ahora promovido por el discurso de Trump motiva a que estos incidentes sean más frecuentes.

“Son cosas que el mensaje envía de que la retórica es de odio… esto trae una cadena, si la gente habla español quieren agredirlo, prácticamente esto es un ataque a la comunidad inmigrante”, explicó.

Los ataques, no son contra un guatemalteco o salvadoreño, sino de todos, afirmó.

MIGRANTES SE SIENTEN INTIMIDADOS SI HABLAN ESPAÑOL

Hasta hace poco, Lily Mucarsel hablaba en español todo el tiempo desde hace tres décadas, cuando llegó a Estados Unidos proveniente de Ecuador: en la biblioteca, en el cine y cuando compraba comestibles. Les enseñó a hablar en español a sus tres hijas y ahora hace lo mismo con sus nietas nacidas en Estados Unidos.

Sin embargo, ahora prefiere habla inglés cuando va a un partido de béisbol o a un restaurante con su marido, para demostrar que lo puede hablar y evitar las miradas de desaprobación que recibe cuando se expresa en su lengua natal.

«Veo que con este nuevo gobierno la gente está más impaciente, no hay mucha comprensión», declaró Mucarsel, quien vive en Anaheim, California. «Cuando hablas en español, automáticamente te juzgan y piensan que no puedes hablar en inglés. Eso demuestra mucha ignorancia».

Ser multilingüe en Estados Unidos tiene sus ventajas, como más oportunidades laborales y en las relaciones sociales, pero cuando se habla otra lengua que no sea el inglés en algunos sitios públicos puede generar inconvenientes, como se hizo evidente en videos ampliamente difundidos recientemente de un abogado que increpaba a dos personas que hablaban español en un restaurante y de un agente de la Patrulla Fronteriza que interrogó a personas por el simple hecho de que hablaban español.


HOSTILIDAD A MIGRANTES DE DIFERENTES NACIONALIDADES

La hostilidad no abarca exclusivamente a los hispanohablantes. Quienes hablan árabe, farsi y otras lenguas asiáticas o indias deben seleccionar cuándo hablar sus idiomas nativos y cuando es preferible no hacerlo. Algunos sienten que la retórica agresiva del gobierno de Trump y sus políticas rígidas hacia los inmigrantes de México y América Central han hecho que las miradas desaprobatorias den lugar a una hostilidad abierta.

«La realidad es que el sentimiento antiinmigrante es hoy mucho más palpable. Se percibe no solo en los bares y en las zonas rurales. Está presente en las conferencias de prensa de Washington», afirmó Brian Levin, director del Centro de Estudios sobre el Odio y el Extremismo en la Universidad Estatal de California con sede en San Bernardino.

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