POR KIMBERLY LÓPEZ
klopez@lahora.com.gt
Han sido constantes las fallas del ministro que dirige la cartera de Ambiente y Recursos Naturales, Alfonso Alonzo, a lo que se suma la falta de experiencia y formación profesional en el área ambiental y su cuestionada honorabilidad. Ayer grupos de la Universidad de San Carlos pidieron su destitución del cargo.
Mediante un comunicado, el Decano de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, el Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, el Centro de Estudios Conservacionistas, la Escuela de Biología, la Organización de Estudiantes de Biología de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, el Movimiento Ecológico Estudiantil y los Profesionales del Sector de Ambiente y Recursos Naturales pidieron al presidente Jimmy Morales la destitución de Alonzo y que nombre en su lugar a un profesional con las cualidades necesarias para el cargo.
Según manifestaron, la situación socioambiental del país es crítica y compleja, derivada de la marginalidad del tema ambiental como matriz de desarrollo sostenible del país, reflejado en la ausencia de políticas públicas efectivas el escaso presupuesto y la debilidad en el cumplimiento de la legislación.
En ese contexto, rechazan la forma arbitraria en la selección de personas “sin formación profesional, sin experiencia, ni ética para asumir la función pública dentro de la institucionalidad ambiental”.
Hasta ahora, la Presidencia no ha emitido algún comentario o postura frente a la petición de los académicos sobre destituir al Ministro. Consultado el vocero presidencial, Heinz Hiemann, señaló que consultaría sobre una postura.
NOMBRAMIENTOS POR FAVORES POLÍTICOS SON UN VICIO
Según el analista Ricardo Barreno, el hecho de que Alonzo ocupe un cargo de tal importancia responde a uno de los vicios más frecuentes en el sistema y es el nombramiento de personas por favores políticos y no por méritos propios ni idoneidad. Tal es su caso, comentó.
Barreno explicó que “este tipo de contrataciones siempre ocurren cuando las reglas del juego no están claras y cuando las contrataciones generalmente responden a intereses personales y favores y no a los méritos y honorabilidad de las personas”.
