POR MARIELA CASTAÑÓN
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El agente de la Policía Nacional Civil (PNC), Armando Lajuj, quien fue asesinado el pasado viernes en Jalapa cuando patrullaba, dejó una niña y un niño en orfandad.

Lajuj, dejó una esposa viuda, un adolescente de 14 años y una niña de 9, informó la institución policial.

El PNC tenía tres años y un mes de tiempo de servicio. Hoy se rindieron las honras fúnebres en la Dirección General de la institución policial, donde participaron autoridades del Ministerio de Gobernación (Mingob) y de la cúpula policial.

Enrique Degenhart, ministro de Gobernación, dijo que lo sucedido “reconfirma el nivel de compromiso que tienen todos los agentes de la PNC, en el cumplimiento de su trabajo”.

En relación al apoyo que les brindarán a las viudas y sus hijos, el titular de la cartera del Interior, dijo que hay una serie de programas que están establecidos de apoyo moral.

Sobre la ayuda real para las familias, únicamente respondió “hay un apoyo específico efectivamente, y nosotros vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo para apoyar a los deudos de la familia, en este día tan difícil”, indicó.

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