Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Para el migrante Carlos Rodríguez, residente en Chicago, cualquier negocio o empresa que las familias ubiquen en lugares turísticos ayudará a las personas a generar una fuente de ingresos.

Rodríguez dijo que recientemente estuvo de visita en Guatemala y en Panajachel donde conoció a una persona que le comentó que sus hijos le envían remesas y con ese dinero adquirió un vehículo con el que vende refrescos a turistas y personas del lugar.

De impulsarse el turismo en el país, las familias podrían aprovechar el ingreso de remesas en 2017, que de acuerdo con el Banco de Guatemala (Banguat) sumó más de US$8 mil millones de dólares, cifra que desde 2010 ha registrado un aumento.

El entrevistado refirió que en los últimos años también se ha visto cómo han proliferado más los negocios de ventas de artesanías en Estados Unidos, con lo que se apoya a las familias en Guatemala.

“Sí es importante que a nivel local exista dirección de cómo invertir con poco dinero, creo que alguna vez hubo un programa de esos”, indicó.

En 2017 el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) reportó un aumento de 227 mil turistas que llegaron al país en comparación a 2016, siendo los departamentos de Guatemala y Sacatepéquez los que más visitas registraron, atrayendo ambos a un 69 por ciento del total de visitas al país.

La Hora Voz del Migrante visitó la ciudad de Antigua Guatemala y conversó con dos personas que viven de actividades vinculadas al turismo del país y que refirieron que gracias a esto han logrado sacar adelante a sus familias.

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de 2016 apunta a que el turismo representa para Guatemala la tercera fuente de divisas internacionales, y es en ese sentido que analistas consideran que este ámbito puede ser aprovechado para la inversión de remesas en el país.

La ciudad colonial de Antigua Guatemala está ubicada en el municipio del departamento de Sacatepéquez, a 37 kilómetros de la capital.

En el lugar, los visitantes pueden encontrar diversidad de artículos, desde artesanías en maderas, cerámica, dulces típicos, ropa y gastronomía, además de recorridos turísticos en el lugar y sectores aledaños.

Según cifras del Inguat, un 69 por ciento de visitantes al país visitan los departamentos de Guatemala y Sacatepéquez, seguido de Sololá, Chiquimula y Petén. En el país hay un total de 1 mil 247 personas registradas como guías turísticos, según cifras del Banguat.

Asimismo, la entidad cita un Análisis del Impacto Económico, sobre la contribución total del Turismo al Producto Interno Bruto (PIB) en 2016, que estima que el aporte de manera directa fue de un 3.16 y 8.6 por ciento en total.

“Como ya se mencionó, Antigua capta 31,9% del turismo internacional total, porcentaje que ha crecido en los últimos años a partir de un 18% en 2007. No obstante, la mayor parte de ese turismo se concentra en la ciudad y no visita su área circundante, en la que también se hallan bienes culturales y bellezas naturales de acendrado valor”, explica el documento de CEPAL.

SU FAMILIA NO HA MIGRADO Y TRABAJA CON ARTESANÍAS

En uno de los mercados de artesanías en donde los comerciantes ofrecen variedad de productos, se encuentra Hugo Puc, encargado de artículos innovadores elaborados con algodón y pétalos de flores.

En entrevista para La Hora Voz del Migrante, el joven originario de Sumpango explicó que la técnica que hoy sostiene a la familia fue diseñada por su papá hace 28 años y con el tiempo han presentado diversidad de artículos, desde lámparas, joyeros y papel para regalo, entre otros.

Mientras atiende a dos turistas que adquieren relojes con diseños propios, Puc señaló que su familia nunca se ha visto en la necesidad de migrar, porque el mismo espíritu emprendedor que tiene su papá lo mantienen ellos.

La familia de Puc está compuesta por cuatro hermanos más, todos en algún momento administraron el negocio familiar y ahora trabajan por su cuenta. Puc enfatiza que el turismo ha sido fundamental para el desarrollo que han alcanzado.

CUARENTA AÑOS TRABAJANDO EN RESTAURANTES Y HOTELES

Angélica García viaja todos los días de Jocotenango a Antigua Guatemala, en donde trabaja como mesera de un restaurante que ya tiene 40 años de antigüedad en la ciudad colonial.

Aunque García comenzó a trabajar en dicho restaurante, con el tiempo la misma necesidad la motivó a trabajar en un hotel en Guatemala. Ahí sus tareas eran varias y con ese salario, que incluía propinas, salió adelante con sus dos hijos, uno de ellos está a punto de terminar sus estudios en la carrera de Derecho.

Cuando el hotel cambió de dueños, García decidió retornar a su antiguo trabajo en el restaurante, una decisión de la que no se arrepiente, pues además de que está más cerca de su casa recibe más ingresos por su trabajo y con menos horas laborales.

De acuerdo con García, fueron los relatos de abusos en el camino migrante lo que la motivó a no migrar. Por el tiempo que ha estado en ese lugar ha podido observar el incremento del turismo en el país.

“Antes todo eso que ve, (señala a la multitud de turistas que pasa por la calle), no se veía, creo que nos ha hecho bien, sino mire cuánto negocio apareció ahora”, puntualizó.

LAS ARTESANÍAS VAN EN AUMENTO

Mónica Díaz, de la Comisión de Artesanías de Agexport, expresó que con la elaboración de artesanías las personas pueden ir generando ingresos y empleos, tarea que en su mayoría es realizada por mujeres que invierten lo que obtienen de las exportaciones en sus familias y comunidades.

Díaz asevera que las artesanías han mostrado una tendencia al aumento y sobre todo a la innovación, “la gente ha ido aprendiendo a identificar el alto valor de los mismos”.

“Puede haber una mayor promoción de oportunidades en las comunidades, entonces va a ser un mayor desarrollo integral y yo me referiría al tema turismo, artesanías e incluso influiría el tema gastronómico”, destacó.

De acuerdo con Díaz, las artesanías resultan ser productos nostálgicos sobre todo para migrantes y por eso el mercado se ha logrado abrir más, generando oportunidades.

TURISMO PUEDE PROVEER INCLUSIÓN A SEGMENTOS EXCLUIDOS

Jorge Chajón, director del Inguat, refirió que el turismo en Guatemala ha mostrado crecimiento en los últimos diez años y prueba de ello es el registro de visitantes al país reportado en 2017, aunque aún es bajo comparado con los 3 millones que recibe Costa Rica.

En 2017, un total de 2 millones 113 mil 270 turistas visitaron Guatemala.

“Guatemala debería apostarle como creo que lo está haciendo de forma natural pero hay que potenciarlo a que el turismo sea de bajo impacto, que no sea masivo, pero que empiece una connotación más cultural y de naturaleza”, dijo.

Según el entrevistado, el turismo es de los segmentos económicos que más impulsa la economía del país, “es una industria que puede proveer de inclusión a segmentos de la sociedad que han estado excluidos de la actividad económica”.

Finalmente, agregó que Guatemala puede ser un país con mayor potencial, incluso que Costa Rica, “Guatemala puede ser una potencia mundial en turismo, lo que no podemos ser en industria, en comercio, agricultura. En turismo podemos ser una potencia mundial sin ningún problema”.

De momento, eso no se ha logrado porque no se ha mantenido un plan maestro de turismo como sí lo tienen otros lugares y por eso la necesidad de ser consistente en este aspecto.

SE DEBEN IMPLEMENTAR POLÍTICAS PÚBLICAS

Para el economista Jorge Santos, para lograr que se trabaje e impulse el turismo como lo hacen otros países es fundamental la existencia de políticas públicas, que hasta ahora no existen y serían incoherentes con el actual modelo de desarrollo que se impulsa desde el Estado guatemalteco.

El experto añade que se necesitan políticas públicas de infraestructura, que no solo se limita a carreteras, sino también a seguridad y requiere de repensar el modelo de desarrollo por lo que se requeriría analizar si extraer minerales es una actividad coherente con acciones del turismo.

Lograr impulsar a Guatemala en el turismo requiere ver al país no solo como una marca, sino como un país con respeto a su biodiversidad y patrimonio arqueológico.

Artículo anteriorDayana H. Enamorado: “Es muy difícil ser niña migrante”
Artículo siguienteDesapariciones de migrantes, un drama humano