POR MARIELA CASTAÑÓN
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El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) presentó un análisis sobre “Prevención del Delito y abordaje de las Pandillas”, en el que destacó que 1 millón de jóvenes no trabajan ni estudian, lo que los hace vulnerables a involucrarse con los grupos delictivos. El CIEN destacó que el abordaje de las pandillas debe enfocarse en las condiciones sociales.
Walter Menchú, investigador del CIEN, explicó que a través de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) y datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estimó que en 2016 había casi 1 millón de jóvenes sin trabajar ni estudiar.
De acuerdo con el entrevistado, las pandillas no son solo un tema de seguridad ciudadana, sino existen otras situaciones que son necesarias analizar.
“Las pandillas no son solo un tema de seguridad ciudadana o nacional, sino también es un problema que surge de las condiciones sociales del país. Actualmente hay un millón de jóvenes entre 15 y 24 años que no trabajan ni estudian. La pregunta es ¿cómo se están generando oportunidades para esos jóvenes? El problema es que no hay intervenciones directas que hagan que esos jóvenes no caigan en manos de las pandillas”, indicó.
El entrevistado agregó que las pandillas son uno de varios actores que provocan criminalidad, pero existen otros que también intervienen.
“¿De dónde viene la criminalidad en general? Las pandillas no son las que provocan el cien por ciento de la criminalidad, es uno de los actores, uno podría decir que es solo ver una parte del problema, una parte minúscula, es cierto que las pandillas causan un tipo de violencia, quizás más visible o agresiva que impacta en la percepción de la seguridad, pero también hay que entrarle a otro tipo de estructuras criminales como las bandas del sicariato, secuestros, narcotráfico”, indicó.
DIAGNÓSTICO
Francisco Jiménez, investigador del CIEN, señaló que ante este problema es necesario tener un diagnóstico de la situación, para tomar decisiones con claridad; se deben generar datos y estudios para intervenir, basados en la evidencia.
A criterio de Jiménez, es “muy serio” que el Estado no cuente con información de cuántos jóvenes están involucrados en pandillas. Además, las reformas legales en materia de seguridad deben estar orientadas en atención a los jóvenes; deben partir del análisis de las leyes existentes, estudios comparativos de las legislaciones en otros países y evaluación del costo beneficio de cambios adecuados.
El CIEN considera que no es necesario crear más burocracia, en relación a la intención de crear una Secretaría de Coordinación de Prevención de la Violencia, que está en análisis en el Congreso.
PREVENCIÓN
El CIEN recomendó una estrategia integral de prevención, que consiste en prevención primaria: implementar una agenda integral de desarrollo, que implica mejorar la calidad de los servicios, la educación, la salud, la infraestructura, programas para reducir la deserción escolar y la desnutrición crónica.
La prevención secundaria, que se orienta a programas para jóvenes en riesgo, acompañamiento a madres jóvenes. La prevención terciaria, a través de la rehabilitación, separar a los privados de libertad por perfiles, implementar actividades de rehabilitación y dar seguimiento a la rehabilitación post penitenciaria.