Por Kimberly López
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En el afán de minar el trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y remover de su cargo al comisionado Iván Velásquez, la Cancillería ha dejado de lado el trabajo relacionado a los migrantes en Estados Unidos y velar por sus derechos, señalaron analistas.

Fernando Carrera, exministro de Relaciones Exteriores, aseguró que las actuales autoridades de Cancillería no han dado muestra de interés por interceder por la situación de los connacionales guatemaltecos. Aunque reconoció que no se ha detenido la dinámica de los consulados.

“La Cancillería se metió en otro tema, que es el traslado de la embajada de Israel, eso lo hizo para ganar espacio político en la Casa Blanca para que esta sea más abierta y tolerante con los temas de persecución contra la corrupción en Guatemala, y para debilitar a la CICIG”, recordó Carrera.

El problema con esto, agregó, es que quienes están promoviendo dentro de EE. UU. el reconocimiento de Jerusalén, son líderes de los movimientos antimigrantes, un bloque conservador contrario a los migrantes en ese país.

Según Carrera, las autoridades “juegan en algo ambivalente que al final perjudica a la población guatemalteca”.

Por su lado, el analista Ricardo Barreno aseguró que la línea de trabajo de la Cancillería es congruente con el actuar del Gobierno, que ha respondido a asuntos coyunturales más que enfocarse en temas de Estado y problemas sociales. Barreno aseguró que esta situación resulta “reprochable y preocupante”.

“La lógica que está llevando Cancillería desafortunadamente evidencia que la acción política no tiene bases con orientación ciudadana, sino en función de la coyuntura, en este caso el pulso político entre Presidencia y CICIG”, dijo.

De igual forma opinó el politólogo Jorge Wong, quien señaló que el actuar de las autoridades “determina claramente cuál es la línea de acción del Gobierno” y, en esa dinámica, los migrantes pasan a segundo plano.

“La Cancillería coincide con los intereses del gobierno de turno y de la gente que está siendo señalada por la CICIG”, lamentó.

Úrsula Roldán, del Instituto de Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar (IDGT), describió como “infructuosa” la actitud de la canciller, Sandra Jovel para atacar a uno de los organismos internacionales “que está ayudando a tener un país con posibilidades de realizar políticas públicas en favor de la población”.

“El gobierno debería estar preocupado por hacer lobby en favor de esa población (migrantes)”, señaló la entrevistada.

En cambio, dijo, la Cancillería “está más preocupada por defender a este Gobierno y eso nos perjudica a todos”.

CANCILLERÍA RESPONDE

“Respetamos la opinión de cada analista; sin embrago, debo decirle que los diferentes programas de atención a la población migrante están funcionando normalmente como, por ejemplo, el área de protección, asesoría legal entre otros y se ha fortalecido la red consular con personal y la apertura de nuevas sedes”, respondió el vicecanciller Pablo García, frente a los cuestionamientos realizados.

 

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