Por Grecia Ortíz
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La falta de oportunidades y la inseguridad fueron dos de los motivos que llevaron a migrar al papá de la joven guatemalteca Andrea Medina, quien ahora sueña en superarse y aprovechar cada oportunidad que se le presente como una muestra de reconocimiento al esfuerzo que sus padres han hecho por ella y sus hermanos.
En entrevista para La Hora Voz del Migrante, Andrea Medina, residente en Guatemala, contó que su familia está integrada por seis personas. Su papá migró a Estados Unidos hace diez años. En el país tenía un negocio de bicicletas en Amatitlán, tiempo en el que el fenómeno de las extorsiones se escuchaba con mayor frecuencia y del que fue víctima.
Para reponerse, cuenta que su papá decidió empezar con el negocio de un microbús con servicio dirigido a rutas de colegio, pero eso no lograba compensar los gastos que realizaba. Fue esa razón la que motivó que su hermana que reside en Estados Unidos decidiera reclamar a su padre para que se pudiera establecer en ese país.
Su papá dejó Guatemala hace diez años para radicarse en Nueva Jersey, donde trabaja como piloto de un camión.
“En la empresa en donde trabaja no solo se dedica a manejar sino que también hace el servicio de limpieza a camiones grandes, tráiler y buses escolares, gran parte de eso fue que al final aquí en Guatemala no logró estabilizarse por falta de oportunidades”, añadió.
Para reencontrarse nuevamente la familia debió esperar algunos años, porque la residencia que obtuvo para quedarse en ese país le impedía salir del mismo. Fechas especiales como Navidad, cumpleaños y Semana Santa son temporadas complicadas para la familia, porque quisieran estar unidos como estaban hace diez años.
“Es bien difícil no compartir y no solo a nosotros acá nos hace falta sino que a él también, porque no es lo mismo, no son las mismas tradiciones, es muy distinto por ejemplo para la Navidad, aquí hay cohetillos pero allá todo mundo duerme”, indicó.
LA TECNOLOGÍA LOGRÓ ACERCARLOS
De acuerdo a Medina, la tecnología logró que se sintieran un poco más cerca, porque antes no tenían la facilidad de adquirir un teléfono y aunque había comunicación las llamadas debían ser breves porque no eran tan accesibles económicamente.
“Las llamadas con mi papá eran el primer día de cada mes o cuando habían cumpleaños, en Navidad y era nada más, pero ahora que todo es como más accesible y fácil, pues está Whatsapp, nos escribimos seguido y a como él pueda, además, hemos hecho video llamadas por Facebook”, explicó.
La última vez que estuvieron todos juntos fue hace cuatro años, en la temporada de las fiestas de fin de año. Ahora no ha podido viajar porque los boletos aéreos son caros y porque en el lugar en donde se encuentra trabajando no es tan accesible para otorgar permisos vacacionales, comentó Andrea.
CONSCIENTE DE SU ESFUERZO
Medina entiende el esfuerzo y sacrificio que su papá hace al vivir en otro país y por ello se siente muy agradecida.
“Nosotros de alguna manera tenemos que retribuirle esto para que se sienta orgulloso de nosotros, porque tengo dos hermanos que todavía están en el colegio entonces lo que les decimos es que se esfuercen y saquen buenas notas porque es el mejor regalo que le podemos dar a él por su esfuerzo”, expresó.
En su caso, recordó que cuando obtuvo su título de diversificado, su papá se sintió orgulloso y fue gratificante ver el resultado del esfuerzo realizado. La joven incluso expresó que la ha apoyado a que siga estudiando una carrera universitaria que aunque no era lo que él esperaba, lo respetó y la instó a seguir adelante.
Por eso agradece a su papá y hermana por el esfuerzo hecho por toda la familia, porque reconoce que no es fácil vivir en Estados Unidos y sabe que implica mucho esfuerzo.
“Gracias a ellos nosotros seguimos aquí y contamos con su apoyo no solo monetario sino que siempre nos hemos sentido muy respaldados por ellos. Los amamos con todo el corazón y los extrañamos”, dijo.
Finalmente la guatemalteca señaló que su sueño más grande es ser la dueña de un medio de comunicación digital, aunque sabe que es una meta cuesta arriba, afirma que sus deseos no se detendrán ante nada y está dispuesta a luchar así como su papá le ha enseñado.