Por Douglas Cuevas
dcuevas@lahora.com.gt

La población actual de reclusos en el Sistema Penitenciario (SP) es de 22 mil 941 personas privadas de libertad, de las que 11 mil 685 no han sido condenadas y permanecen detenidas por una prisión preventiva, lo que a criterio de las autoridades contribuye a la sobrepoblación de internos.

La cifra anterior en su mayoría está conformada por 10 mil 374 hombres, mientras que mil 311 son las mujeres que están detenidas de manera preventiva, según las estadísticas que maneja la institución.

El director del SP, Juvell de León, señaló que recientemente diversas judicaturas han estado negando la medida sustitutiva de arresto domiciliar por temor a que los sospechosos escapen o entorpezcan las indagaciones.

“La prisión preventiva está siendo moda en los juzgados, los peligros procesales a los que se refiere la ley que son peligro de fuga y obstaculización a la averiguación de la verdad están fundamentando esas resoluciones judiciales”, refirió De León.

El Director del SP manifestó que con esa serie de fallos la institución que dirige se ve en aprietos, “la prisión tendría que ser básicamente la excepción en un proceso penal, sin embargo, los jueces y fiscales quieren garantizar la presencia del procesado solicitando la prisión preventiva la cual nos complica bastante en el Sistema Penitenciario”.

De León agregó “tenemos una sobrepoblación de un 330% aproximadamente y si utilizaran otras vías alternas como medidas sustitutivas nos ayudaría bastante para descongestionar las cárceles”.

SOLUCIÓN: NUEVOS CENTROS Y REDENCIÓN DE PENAS

De León comentó que una posible alternativa para mitigar, por lo menos un poco, la elevada cantidad de personas detenidas sería la creación de nuevos módulos y centros carcelarios que ayudaría a aquellos que han rebasado su capacidad.

“Nosotros estamos basándonos en los proyectos de construcción de nuevos módulos para descongestionar los que ya tenemos y habilitación de nuevos centros como por ejemplo los dos de Villa Nueva, el tema de Fraijanes la construcción de una prisión de máxima seguridad”, refirió.

Otra de las alternativas que han estado estudiando en una serie de reuniones con jueces de ejecución penal es que se autorice la redención de penas, que no es más que una libertad anticipada argumentada tras el cumplimiento de más de la mitad de la pena impuesta acompañada de una conducta ejemplar en el penal.

“Hay un aproximado de mil personas que ya están en su etapa final para recobrar su libertad a través de sus informes de buena conducta y su trabajo que han realizado dentro de los centros, por eso hay que agilizar esos procesos para poder apresurar la libertad de esas personas”, puntualizó.

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