POR KIMBERLY LÓPEZ
klopez@lahora.com.gt

Las tendencias de emigración desde Centroamérica a Estados Unidos muestran una población cada vez más joven y vulnerable que en el caso del Corredor Seco es empujada por factores asociados a la inseguridad alimentaria, según un estudio realizado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el Corredor Seco de Guatemala, El Salvador y Honduras.

Se trata de un análisis que recopiló y analizó datos sobre los indicadores relacionados a la seguridad alimentaria, factores climáticos y del medioambiente como detonantes potenciales de la emigración.

Según el estudio, aunque en los dos últimos años ha aumentado la proporción de jóvenes migrantes y mujeres, los hombres adultos continúan representando el grupo más grande de migrantes. Los emigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras que han sido interceptados por las autoridades migratorias mexicanas son principalmente hombres (79 por ciento) y el 50 por ciento de ellos trabajaba en el sector agrícola antes de emigrar.

El Corredor Seco es afectado por el desempleo, demanda laboral limitada y salarios bajos; y estos factores motivan a la migración de hombres adultos, señaló el PMA.

Asimismo, indica que existe una correlación entre los déficits de precipitación desde 2014 a causa del fenómeno climático de El Niño y el aumento de la migración irregular a los EE. UU., es decir, se evidenció una relación entre las condiciones que afectan la seguridad alimentaria de las familias y la decisión de dejar el país en búsqueda de mejores oportunidades.

 

Artículo anteriorRealizan caminata y homenaje a niñas víctimas del Hogar Seguro
Artículo siguienteAnalistas: Un Congreso altamente cuestionado discutirá reformas a LEPP