Por Juan Carlos Pocasangre – New York
y Hugo W. Merida – Los Angeles

Sigamos el ejemplo de Washington DC y el Consulado de Silver Spring Maryland. La situación de los servicios consulares de Guatemala en los Estados Unidos ha sido un problema que por años no le ha prestado la atención debida el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) de Guatemala. Los Consulados tristemente se han convertido en lugares de trámites de documentos y recepción de recursos para el gobierno de Guatemala, abandonando su principal misión de apoyo a los guatemaltecos en el exterior.

En múltiples ocasiones se ha expuesto esta problemática, mas solo “oídos sordos” de cónsules y principalmente de la cúpula del Minex, han sido la única respuesta ante los vejámenes constantes de las sedes consulares. Estas sedes deberían de representar un espacio guatemalteco local en el extranjero y brindar recursos necesarios para que los migrantes tengan menos problemas y se superen en este país, para todos aquellos que llegan en búsqueda de solución a sus problemas.

Los cónsules hasta ahora solo están preparados para tramitar pasaportes, tarjetas consulares y documentos guatemaltecos, pero no tienen la experiencia, vocación, información, para proveer los recursos necesarios para que el migrante guatemalteco, siga estudiando, abra sus negocios, tramite rentar un apartamento, solicite los servicios de utilidades, pague sus impuestos, tramite certificados que se requieren en varios trabajos, realice trámites financieros, y muchos más temas. Necesitamos que los Consulados tengan esta información y puedan brindar esos recursos. Eso evitaría deportaciones y mejoraría las vidas de los guatemaltecos en USA.

En el pasado, la comunidad organizada guatemalteca ha presentado múltiples peticiones para llevar acabo un diálogo abierto entre los migrantes de cada Jurisdicción Consular con el Gobierno de Guatemala para analizar las necesidades locales, desarrollar planes de apoyo y recomendar perfiles de empleados idóneos, con capacidad y dinámica de atención al público para dar mejores servicios.

Con las deficiencias en el personal diplomático, se debe aprovechar que en Maryland, New York y Los Ángeles California, actualmente no tienen cónsules. Es oportuno que las personas que lleguen a ocupar esos cargos tengan claro el servicio comunitario local que tendrá que llevar acabo, y no como ocurre hasta el momento, que envían personal diplomático dedicado a relaciones públicas con gobiernos locales y consulados de otros países.

En las redes sociales existen documentos sobre los requisitos, términos exigidos y propuestos por la comunidad para el puesto de cónsul general, los cuales parecen buenos argumentos para evaluar a empleados públicos propuestos a prestar servicios de mucha demanda y exigencia para así apoyar a la comunidad migrante guatemalteca.

Es imperativo que el Minex analice a profundidad el perfil de todo candidato y salirse de lo común y tradicional. Deberá escoger entre tantos profesionales guatemaltecos, a aquellos con experiencia en temas de desarrollo socioeconómico, organización social y trabajo comunitario para apoyar, orientar y conducir a los migrantes de cada región consular a verdaderas propuestas que pongan a los connacionales a la vanguardia en el contexto de un desarrollo integral local con lo que ocurre en Guatemala, aprovechando que se tiene el contacto y la plataforma para hacerlo.

Hasta hoy los consulados solo hacen la función de tramitadores de documentación, sin embargo, la baja calidad, las extremas demoras en la entrega de los mismos, aunque estén sujetos a otras agencias del Gobierno guatemalteco como Renap y migración, repercute en muchas otras tareas del personal consular como “buen facilitador y agente de cambio” que debe llevar a cabo dentro de la comunidad migrantes que representa.

Lo anterior requiere, no diplomáticos sino administradores, con alta calidad y dinamismo para aprovechar, innovar y aportar al desarrollo de los migrantes en el extranjero y a sus comunidades en Guatemala.

 

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