POR DOUGLAS CUEVAS
dcuevas@lahora.com.gt

Quizás los secretos de la Caja de Pandora, como se ha denominado el Caso en el que el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), buscan esclarecer la relación del reo fallecido Byron Lima y el alcalde capitalino Álvaro Arzú, y su posible colusión para el financiamiento irregular de la campaña electoral del Partido Unionista en 2015, nos lleven de vuelta al 26 de abril de 1998, cuando fue asesinado Monseñor Juan José Gerardi. Un testimonio busca reactivar la investigación con la esperanza de llevar ante la justicia a los autores intelectuales de ese crimen.

Una declaración en anticipo de prueba que vincula al expresidente y actual alcalde capitalino, Álvaro Arzú, fue motivo para que el Ministerio Público (MP) busque reactivar las líneas de indagación sobre la muerte de la autoridad eclesiástica en 1998, según dijo a La Hora Jorge Mazariegos, fiscal a cargo del caso.

La clave para la reactivación de la investigación es el testimonio de Alejandra Saraí Reyes Ochoa, viuda del fallecido Byron Lima, testimonio amparado en la Ley Contra el Crimen Organizado, en su título quinto, comprendidos de los artículos 90 al 102 de la normativa.

La declaración de la colaboradora eficaz podría acoplarse a los incisos b y c del artículo 91 de esa legislación, el cual hace alusión a quienes detallan “conocer las circunstancias en que se planificó y ejecutó el delito e identificar a los autores o partícipes de un delito cometido o por cometerse”.

La mención que hizo Reyes en el crimen del religioso no duró más que un par de minutos, pero las palabras que dijo, poniéndose un tanto nerviosa, hizo que agentes fiscales tuvieran que desempolvar el expediente del Caso Gerardi.

“Mira Alejandra, yo estoy harto de dar tanta lealtad… al final el que tiene que ver con la muerte de Gerardi es Arzú, pero con el hijo”, relató la viuda delante de un juez, al mismo tiempo que confirmó que el militar en situación de retiro le contó que acudió a la Casa Parroquial de San Sebastián la noche del crimen, pero por instrucciones del exmandatario.

“Byron si había ido a modificar la escena del crimen, porque Arzú lo había mandado y Byron había entrado con credenciales falsas”, recuerda Reyes, quien agregó “eso me lo confesó dos meses antes de morir”.

SOLICITARÁ ENTREVISTA CON LA VIUDA DE LIMA

Jorge Mazariegos, Fiscal a cargo de la investigación por el asesinato de Gerardi, mencionó en una entrevista telefónica que tras escuchar en los medios de comunicación a la viuda de Lima, empezaron a preparar los documentos que sustenten la necesidad de establecer contacto con Reyes.

Ahora la Fiscalía deberá presentar un memorial a la jueza que conoce el expediente, en el Juzgado Noveno Penal, encabezado por Silvia Morales, quien recomendó no retirar la inmunidad a Álvaro Arzú cuando fue denunciado por instigación a la violencia.

“Estamos revisando documentos de todo el caso para poder sustentar la manera de cómo va a ser una probable entrevista con la persona y ver todas las aristas del proceso. Ella mencionó al señor Reyes Palencia que era el tercer jefe del Estado Mayor”, explicó.

Mazariegos agregó que “sí mencionan al señor Arzú cuando le dice a Lima que vaya a la escena del crimen, eso es también bastante serio” además, indicó que “por eso en la entrevista tenemos que revisar los documentos de que las preguntas sean lo más objetivas posible”.

El representante del MP espera poder culminar con la investigación que si bien es cierto dejó sentencias de carácter condenatorias, no pudo identificar en su momento al autor o a los autores intelectuales del crimen de Monseñor Gerardi.

¿BYRON LIMA ERA INOCENTE?

Además, de llegarse a comprobar las declaraciones de Alejandra Saraí Reyes Ochoa, por los aparentes actos de corrupción de la Municipalidad Capitalina y el Sistema Penitenciario (SP), dejaría también abierta la posibilidad de que Lima fue condenado siendo inocente.

Esto porque recibió una sentencia de carácter condenatoria por el cargo de ejecución extrajudicial, pero que según Reyes, Lima solo alteró las evidencias por instrucción del entonces presidente, Álvaro Arzú.

Aunque para el Fiscal Mazariegos, la declaración de la viuda respalda la hipótesis que fue conocida por un tribunal en el 2001, sobre la implicación de Lima en el asesinato de Gerardi.

“Fíjese que esto confirma lo que siempre se trató de negar que Lima había participado en el asesinato de Monseñor Gerardi y el Estado Mayor Presidencial”. Mazariegos aseveró que “no hay ninguna otra situación”.

QUERELLANTES EN SILENCIO

Diario La Hora intentó obtener una postura de la Organización de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), pero su representante Nery Rodenas, prefirió no emitir ninguna declaración argumentando que las indagaciones están en desarrollo.

“El proceso está en investigación y habíamos discutido –la declaración de Alejandra Reyes–, pero como querellantes adhesivos preferimos no pronunciarnos para no afectar las investigaciones”, indicó Rodenas.

NO PUEDEN INVESTIGAR A ARZÚ POR EL CASO GERARDI

La ley en materia de antejuicio en su artículo 3 indica que “el derecho de antejuicio es la garantía que la Constitución Política de la República o leyes específicas otorgan a los dignatarios y funcionarios públicos de no ser detenidos ni sometidos a procedimiento penal”.

Punto que a consideración del abogado Francisco Gallardo, defensa del alcalde Arzú en el Caso Caja de Pandora y quien años atrás representó al religioso Mario Orantes para una redención de penas en el Caso Gerardi, imposibilita que el MP pida una declaración de la viuda de Lima para reactivar la investigación.

“Mientras que no se le agote el antejuicio no pueden hacer ninguna diligencia de investigación contra el Alcalde”, puntualizó.

Asimismo, agregó que “son temas que habrá que analizar, yo no sé qué podrá decir ella (Reyes), si a ella no le consta nada”, aseveró el abogado del Alcalde.

UNA SENTENCIA CON PUNTOS SUSPENSIVOS

El 8 de junio de 2001, el Tribunal Tercero emitió una sentencia de carácter condenatoria contra tres militares en situación de retiro y un sacerdote, al haber determinado que el crimen del religioso tuvo un trasfondo político por la elaboración del Informe Guatemala Nunca Más, Recuperación de la Memoria Histórica, REHMI, el cual encabezó Gerardi y que implicaba a varios integrantes de las fuerzas castrenses en crímenes cometidos durante el Conflicto Armado Interno de 1960 a 1996.

En su momento, la judicatura conformada por José Eduardo Cojulum, como juez Presidente y las vocales Iris Yassmin Barrios y Amada Victoria ordenó seguir con las investigaciones al no haberse encontrado las piezas que llevaran hasta él o los cabecillas del asesinato.

Según Alejandro Ballsels, abogado constitucionalista, no han prescrito los delitos vinculados con el Caso Gerardi, que implica según el Código Penal un periodo de 20 años, porque desde el momento en que sucedieron los hechos criminales a la fecha se han cumplido 19 años.

Ahora, las sospechas que el Caso Caja de Pandora pone sobre la mesa y despiertan de nuevo el olfato de los investigadores que tendrán que confirmar o descartar si las palabras de la viuda de Lima tienen sustento y si permitirían dar con los responsables intelectuales de la muerte de Monseñor Juan José Gerardi aquel 26 de abril de 1998.

 

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