POR ANDREA JUMIQUE
ajumique@lahora.com.gt

Debido a su experiencia en temas de igualdad y defensa de los derechos humanos, la Premio Nobel de la Paz 2003, Shirin Ebadi, asegura que una sociedad puede alcanzar la democracia solo si se tiene independencia judicial, y la ciudadanía hace valer su derecho a la libertad de expresión. Con sus conocimientos en abogacía y en el ámbito judicial asegura que es favorable que las mujeres dirijan los tribunales encargados de los casos de corrupción.

Shirin Ebadi fue una de las primeras juezas en Irán y durante cuatro años fue la presidenta de la Corte de la ciudad de Teherán, pero después de la Revolución Islámica de 1979 fue separada de ese cargo junto a otras cuatro mujeres que laboraban en el ámbito judicial. Sin embargo, eso no fue impedimento para que luchara por la igualdad y el respeto a los derechos humanos en su país.

En 2003, Ebadi recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la lucha por la democracia y los derechos humanos, especialmente el de las mujeres, la niñez y los presos políticos, convirtiéndose en la primera mujer iraní y musulmana en recibir este reconocimiento.

La Nobel conversó con La Hora durante su visita a Guatemala desde hace dos días, como parte de la delegación de Mujeres Premio Nobel de la Paz, misión que tiene por objetivo verificar el cumplimiento de los derechos humanos, principalmente el de las mujeres y los pueblos indígenas en el país y la región.

¿Cuál es el primer paso para crear una democracia con justicia?
La democracia antes de convertirse en un deseo político de una sociedad debe convertirse en una cultura. Debemos de enseñar desde la infancia lo que es la igualdad. ¿Cómo se espera que se cree una democracia en una cultura que considere de menos a la mujer o crea que una religión es mejor que la otra?

Por lo tanto, el primer paso sería la enseñanza. Luego se debe cuidar esa democracia que se ha enseñado. Esto requiere de Tribunales que sean independientes para poder detener cualquier tipo de violación a los derechos de las personas. Además, también es necesaria la libertad de expresión.

En Guatemala se dice que algunos jueces han tenido que negociar con las Comisiones de Postulación para poder llegar a ser magistrados, ¿cuál es su opinión al respecto?

Aquella persona que negocia para poder ser juez nunca va a ser un buen juez. Sin embargo, este tema lleva a uno más amplio que es la corrupción. Para poder luchar contra la corrupción se necesita la libertad de expresión. La prensa tiene que tener la libertad de poder denunciar a las personas corruptas. Además, una sociedad debe tener tribunales independientes para que puedan atender las denuncias por corrupción.

Yo creo que debemos plantearnos una pregunta más profunda dentro de la sociedad. ¿Por qué un joven tiene que negociar para ser un juez? o ¿por qué un periodista, quien debe tener su propia voz, decide participar dentro de un tema de corrupción?

La razón es porque se ha perdido la imagen de lo inapropiado que es corromper. Todos, de alguna manera, terminan asumiendo la corrupción como algo normal. Es por eso que antes de hablar de un Tribunal tenemos que hablar de una escuela en donde se enseñe lo bueno que es vivir con honestidad.

No debemos de permitir que la corrupción se convierta en algo asumido y aceptado por la sociedad. Lastimosamente esto es un hecho que ocurre en muchos países del mundo. Si culturalmente aceptamos la corrupción ya está todo perdido, nada se puede hacer.

¿Cómo evalúa la crisis política de Guatemala?
Yo espero que ustedes tengan unas buenas elecciones. Cualquier cambio tiene que salir de las urnas y que sea de manera pacífica, es solo así como una sociedad se sana. Con la violencia no se arregla.

¿Cómo pueden los jóvenes ser parte de ese cambio de la sociedad?
Tenemos que animar a los jóvenes y enseñarles los problemas que tiene la sociedad. Es por eso que se consideran importantes la familia, las escuelas, las universidades. Es importante que los jóvenes estudien, pero se les debe de enseñar a participar en política.

La migración de niños, niñas y adolescentes es muy común en este país, una de las causas es la violencia generalizada, ¿qué opina al respecto?

Tenemos que erradicar la razón de los problemas. Lo que realmente hace que los jóvenes migren es la falta de empleo. En algunas ocasiones sí consiguen trabajo, pero los sueldos son muy bajos para que puedan tener una vida digna. Por otro lado, este tema también tiene que ver con la corrupción administrativa.

Otro de los motivos de la migración es la violencia, las personas están cansadas de vivir con miedo. Por lo tanto, hay que luchar contra estas razones.

¿Cómo ve la situación de derechos humanos en Guatemala?
El país tiene retos importantes, por ejemplo, erradicar la violación de los derechos de los pueblos indígenas, la violencia hacia la mujer y la corrupción. Sin embargo, es importante resaltar que la sociedad está mostrando su sensibilidad en estos asuntos y busca la manera de combatirlos. Esa es una buena señal porque demuestra que la sociedad está caminando y quiere un mejor país.

El Procurador de los Derechos Humanos en Guatemala ha tenido un papel importante en la lucha contra la corrupción, ¿cómo han visto esa figura y papel del PDH?
No tengo mucho contexto, pero me alegra. Considero que el peor error que puede cometer alguien que vela por los derechos humanos es callar cuando se sabe que estos están siendo violados.

¿Qué opina de que en Guatemala una mujer, la fiscal general Thelma Aldana, sea uno de los símbolos de la lucha contra la corrupción?
No la conozco personalmente. Sin embargo, yo estudié derecho y mi campo de especialidad me dice que las mujeres son menos corruptas que los hombres. Por lo tanto, considero que las mujeres pueden ser buenas juezas para los Tribunales que ven casos de corrupción.

¿QUIÉN ES SHIRIN EBADI?

Shirin Ebadi recibió el Premio Nobel de la Paz en 2003, en específico por sus esfuerzos para la promoción de los derechos humanos de las mujeres, niños y presos políticos en Irán. Es, además, la primera mujer musulmana en recibir ese reconocimiento y el quinto musulmán en general en obtenerlo.

Fue la primera mujer iraní en alcanzar la Presidencia de una Corte judicial, luego de la Revolución Islámica y a su despido de la judicatura regresó como secretaria del tribunal que presidió hasta que se jubiló de forma anticipada.

Para 1992, emprendió su práctica como abogada privada y defendió a personas involucradas en controvertidos casos de disidentes políticos, ha sido arrestada en varias ocasiones por su labor, según la página web www.nobelwomensinitiative.org

“Además de ser una defensora de los derechos humanos reconocida internacionalmente, también ha establecido muchas organizaciones no gubernamentales en Irán, incluida la Campaña de Millones de Firmas, una campaña que exige el fin de la discriminación legal contra las mujeres en la legislación iraní. La Dra. Ebadi también es profesora universitaria y, a menudo, estudiantes de fuera de Irán participan en sus cursos de capacitación en derechos humanos. Ha publicado más de 70 artículos y 13 libros dedicados a diversos aspectos de los derechos humanos, algunos de los cuales han sido publicados por UNICEF. En 2004, fue nombrada por la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas del mundo” indica la biografía colgada en ese sitio web.


¿POR QUÉ ESTÁ EN GUATEMALA?

Shirin Ebadi se encuentra en Guatemala junto con otras tres mujeres que han recibido el Premio Nobel de la Paz, arribaron al país el miércoles y hoy ofrecerán una conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de su visita.

Ayer visitaron la Resistencia Pacífica en Casillas, Santa Rosa, para reunirse con líderes indígenas y personas de la comunidad que se oponen a la minería en ese lugar.

Rigoberta Menchú, de Guatemala, Tawakkol Karman, de Yemen, Shirin Ebadi, de Irán, y Jody Williams, de Estados Unidos, forman parte de la delegación que ayer empezó en el país una gira para verificar los derechos humanos, principalmente de las mujeres, que es organizada por la Iniciativa de Mujeres Nobel, JASS (Asociadas por lo Justo).

Las Premios Nobel se reunieron con defensoras de derechos humanos, periodistas, indígenas y representantes de organizaciones rurales, y de derechos humanos.

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