POR DENIS AGUILAR
daguilar@lahora.com.gt

Durante 2017, dos potentes sismos y un terremoto han causado alarma en la población guatemalteca y preocupación, ante el constante riesgo que enfrenta el país debido a una maltrecha infraestructura y la falta de cultura de prevención para reaccionar adecuadamente ante estos fenómenos de la naturaleza, según expertos.

Se han registrado al menos cinco movimientos sísmicos desde el 2012 que han causado pérdidas de vidas humanas y una gran cantidad de daños materiales en distintos departamentos, especialmente los ubicados en el occidente del país.

David de León, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), explicó que la prevención ante este tipo de sucesos es importante en Guatemala debido a la constante actividad sísmica.

“La necesidad es que las personas siempre estén preparadas, que tengan su mochila de las 72 horas, que realicen planes de respuesta tanto a nivel familiar como institucional, más que todo enfocado en el tema de prevención”, comentó.

LAS ZONAS DE RIESGO

De León indicó que al menos el 97 por ciento del territorio nacional se encuentra en riesgo, debido al movimiento de las placas tectónicas y las fallas geológicas que atraviesan el país.

“Internamente tenemos, por lo menos en el área del departamento de Guatemala, la falla del Frutal, la falla de Pinula, la falla de Mixco. Hay varias que ya se tienen identificadas y que cada una de estas fallas también tienen actividad muy local”, detalló.

El entrevistado explicó que los riesgos relacionados a los temblores son constantes por las placas tectónicas del Caribe y Norteamérica, que podrían activarse y generar actividad sísmica en el territorio nacional.

A LAS PUERTAS DE UNA TRAGEDIA

El urbanista Alfonso Yurrita sostiene que de suceder en Guatemala un terremoto como el ocurrido en México el pasado 19 de septiembre, el cual tuvo una magnitud superior a los 7 grados y que ha cobrado la vida a centenares de personas, la institucionalidad del país no cuenta con planes para actuar ante una eventualidad de esa magnitud y sus consecuencias.

Yurrita explicó que el movimiento sísmico de 7.7 grados que se registró el pasado 7 de septiembre en Guatemala fue causado por el movimiento en la placa de Cocos, la cual se ha estado uniendo con la placa del Motagua y que ha generado más movimientos telúricos en la región.

“Cuando chocan las placas generan una energía que sale a través de ciertos puntos”, dijo, agregando que el país está, “bajo un gran riesgo sísmico”.

Sobre las construcciones, Yurrita indica que le preocupa que en el país no hay planes de desarrollo urbano, citando como ejemplo que miles de personas viven en la ciudad en zonas de alto riesgo, en especial los barrancos.

Yurrita, insistió que es necesario hacer una evaluación del tipo de construcción que se utiliza en Guatemala y que de registrarse un terremoto como el de México, será una “gran tragedia” por los lugares donde se han instaurado viviendas y colonias.

“Todo esto está dentro de la técnica de construcción de edificios, de ubicación de las cosas y cómo se deben hacer. Debe existir una estructura técnica legal que maneje todo esto, pero no la hay”, aseguró el urbanista.

POCA CULTURA DE PREVENCIÓN

Juan Pablo Oliva, director del Centro de Estudios de Desarrollo Seguro y Desastres (CEDESYD) de la Universidad de San Carlos, manifestó que la cultura de prevención en el país sigue siendo baja, pese a que en los últimos años se han registrado mejoras en este aspecto.

“Hasta cierto punto no es un tema prioritario, no se le da el enfoque a la prevención, siempre estamos en el ámbito de la respuesta, de la atención a la emergencia”, comentó Oliva.

A la vez, indicó que aunque un terremoto no es predecible se tienen que generar medidas precautorias y condiciones de seguridad para reducir los riesgos y las posibilidades de pérdidas humanas.

Oliva agregó que el país es altamente vulnerable ante los desastres naturales, sin embargo, explicó que la población no es consciente de esa vulnerabilidad y además, las construcciones se siguen edificando sin algún diseño estructural o normativas antisísmicas.

Aunado a esta situación, el entrevistado mencionó que las personas tampoco saben cómo actuar cuando se registra un sismo, lo cual considera fundamental para reducir el impacto del temblor.

LOS DAÑOS POR LOS SISMOS

En 7 de noviembre del 2012 se registró un terremoto de magnitud 7.4, con epicentro en el Océano Pacífico a 35 kilómetros al sur de Champerico, Retalhuleu. Según datos de la Conred, el movimiento sísmico cobró la vida de 45 personas e hirió a 186 más, además de haber provocado al menos 2 mil 334 incidentes.

San Marcos fue uno de los departamentos más afectados por el sismo en cuanto a víctimas y daños materiales causados.

Mientras que el 7 de julio de 2014, otro potente temblor de magnitud 6.4, el cual fue sensible en al menos 12 departamentos del país, provocó la muerte de una persona y heridas en aproximadamente 274 personas, además causó 1 mil 408 incidentes que dejaron inmuebles con considerables daños.

En lo que va del 2017, se han registrado al menos tres potentes sismos, uno de estos fue el ocurrido en la madrugada del 14 de junio y por el cual fallecieron cinco personas y 29 más resultaron heridas. Dicho sismo fue catalogado con una magnitud de 6.6 grados.

El sismo de magnitud 7.7 grados que se registró en la noche del 7 de septiembre de este año, no provocó muertes pese a ser uno de los más potentes y largos de los últimos años con una duración de un minuto y 33 segundos. Dicho movimiento sísmico ocasionó únicamente 657 incidentes, cinco personas resultaron heridas.

LENTA RECONSTRUCCIÓN

David de León, vocero de la Conred informó que se ha dado seguimiento a los departamentos afectados por el sismo del 7 de septiembre que causó daños materiales considerables en infraestructura del occidente del país y aseguró que en San Marcos y Huehuetenango ya se ha realizado reuniones como parte de una primera fase.

“La otra fase, o lo que toca ahora, es ver todo el tema de iniciar todos los procesos de recuperación, por el ejemplo el tema de las viviendas, las evaluaciones socioeconómicas para saber a qué familias se pueden beneficiar a través del Fondo Para la Vivienda (Fopavi)”, dijo el portavoz de la Conred.

En cuanto a los daños causados por los sismos de los años anteriores, De León indicó que se entregaron viviendas en los lugares que resultaron con daños y aseguró que estas fueron acciones conjuntas entre Vicepresidencia, Ministerio de Comunicaciones y Ministerio de la Defensa Nacional.

Por su parte, el ministro de Comunicaciones, Aldo García, comentó que en visitas de campo que realizaron lograron identificar que hay al menos unas 284 viviendas en el municipio de Tacaná, San Marcos, que necesitan ser reparadas y aseguró que esas mismas viviendas podrían ser declaradas inhabitables, sin embargo, indicó que la Conred será quien emita esa declaración sobre la infraestructura.

“Conred tienen ya la información pero quiere asegurarse de que está totalmente correcto y nos va a dar la semana entrante la información. Con esa información, Fopavi empieza el procedimiento de un estudio socioeconómico y determina si las personas afectadas tienen o no aplicación u optan a lo que es el subsidio”, explicó el funcionario.

El Ministro de Comunicaciones aseguró que este proceso se aplicará de igual manera en otros departamentos que fueron afectados por el sismo del 7 de septiembre, como es el caso de Huehuetenango.

García añadió que enviarán ingenieros estructurales para determinar una forma de demoler los inmuebles que resultaron afectados y que deberán ser reconstruidos.

Las autoridades han reiterado que no es posible predecir cuándo ocurrirá un sismo, por lo que consideran que la prevención es la mejor forma de evitar tragedias ante este tipo de fenómenos naturales.

Artículo anteriorYanquis coronan su repunte y eliminan a los Indios
Artículo siguienteTrump firma decreto sobre seguro de salud