POR GRECIA ORTÍZ
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La Fundación Caly tiene como fin apoyar a niños con discapacidad en Guatemala y otros países, la idea surgió del guatemalteco Erick Gómez Chinchilla mejor conocido como “Caly”, quien asegura que se inspiró en ayudar a quienes lo necesitan por el ejemplo que su madre le ha inculcado.
Erick y su familia son originarios de Jalapa, pero migraron hace ya varios años a Estados Unidos con el objetivo de superarse, además de su bienestar personal, buscaron ayudar a personas de escasos recursos.
El jalapaneco es el líder de la Fundación Caly establecida en 2015, la cual tiene como misión ayudar a niños con discapacidad y en extrema pobreza, principalmente en Guatemala, pero desde hace un año también apoyan a menores de edad de El Salvador, México, entre otros países.
El éxito alcanzado de acuerdo al entrevistado, también se lo debe a su mamá porque lo incentivó y respaldó para que pudiera superarse, en la actualidad trabaja para una empresa como educador de salud, desde la cual promueve a la organización que dirige.
Para recaudar fondos organiza varios eventos, el más reciente fue una actividad de zumba, aprovechando que es instructor de esta disciplina.
“He trabajado con artistas locales como bailarín, y entonces también empezamos como instructor. Mi mami me dice que de pequeño me ponía con los discos de mi papá, los grandes, música y me gustaba bailar de todo, en la escuela era de los que siempre estaba en los actos cívicos eso me ha gustado”, comenta.
Asegura que le debe muchas cosas a su mamá, una de ellas es la fundación que ahora dirige, porque ella es quien le ha enseñado a ayudar a quienes lo necesiten.
Debido a que la Fundación arrancó hace dos años, el guatemalteco reconoce que salir adelante ha sido complicado, pero eso nunca lo ha desanimado, además, menciona que cuenta con el apoyo de otras organizaciones y líderes migrantes.
Para Erick no existe mayor recompensa que ver la sonrisa de un niño, que con su alegría lo llena de satisfacción.
“Esto lo hacemos porque nos nace del corazón, yo soy una de las personas que les gusta ayudar mucho, y cuando vienen personas que necesitan ayuda acá nos han mandado la carta de solicitud. Sé que estamos empezando tocando puertas, la meta es que un día en unos cinco años podamos tener un lugar en donde las personas puedan llegar en Guatemala y El Salvador”, resalta durante la entrevista.
TAMBIÉN ES “DREAMER”
Erick tiene estudios de enfermería, y posee experiencia en pediatría, su meta es obtener una maestría en salud pública, al mismo tiempo reitera que todo el apoyo que ha recibido ha sido vital.
“La ayuda familiar es algo que te digo que es vital, creo que sin la familia no podría. Y a todo esto a mí me gusta hablar de mi mamá porque si contamos su historia, ella ha ayudado a personas de muchas edades. Mi mamá se llama Ethelvina Chinchilla”, puntualizó.
A la vez de promover el apoyo a la niñez de diferentes países es uno de los miles de jóvenes conocidos como Dreamers, beneficiario del DACA, y acepta que está consciente de lo que sucede actualmente con el programa, pero está convencido que tiene que seguir adelante, “sé que en todo país podemos hacer algo, que sea lo que Dios quiera”.
Mantener la humildad y sencillez a pesar de los logros obtenidos, es uno de los consejos del guatemalteco a la comunidad migrante, porque asegura que estos valores son la esencia de las personas. De Guatemala comenta que no sabía de todas las riquezas que poseía hasta que investigó más.
En ese sentido y por la mística de trabajo que tiene el guatemalteco, Erick hace una invitación para quienes deseen unirse a la Fundación Caly a seguirlos en su página de Facebook, en donde pueden conocer más de sus actividades, “buscamos muchos voluntarios para eventos, para recaudar fondos que hacemos acá, porque al año hacemos unas diez actividades grandes”, finaliza.
“He trabajado con artistas locales como bailarín, y entonces también empezamos como instructor. Mi mami me dice que de pequeño me ponía con los discos de mi papá, los grandes, música y me gustaba bailar de todo, en la escuela era de los que siempre estaba en los actos cívicos, eso me ha gustado”.
“Esto lo hacemos porque nos nace del corazón, yo soy una de las personas que les gusta ayudar mucho, y cuando vienen personas que necesitan ayuda acá nos han mandado la carta de solicitud. Sé que estamos empezando tocando puertas, la meta es que un día en unos cinco años, podamos tener un lugar en donde las personas puedan llegar en Guatemala y El Salvador”.
ERICK GÓMEZ –“CALY”–