POR JOSÉ DEL ÁGUILA
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Titubeando llegó a la Sala del Juzgado Sexto de Primera Instancia Penal el expresidente de la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Gustavo Mendizábal Mazariegos, quien, según las investigaciones, dispuso su autoridad al servicio de la exvicepresidenta Roxana Baldetti para evitar que esta fuera separada como Secretaria General del Partido Patriota e impedir la suspensión de la agrupación política por seis meses en 2014.

Baldetti, en su cargo de exvicepresidenta, interpuso dos amparos con los cuales buscaba dejar sin efecto la resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que ordenó su separación del cargo y la suspensión del partido.

En la audiencia, la Fiscalía informó a Mendizábal que contaba con los chats que mantuvo con la exvicepresidenta el 7 de octubre, un día antes de que la CSJ sesionara en el pleno, en los que le dijo a Baldetti que había realizado “lobby” con sus demás compañeros para que ellos otorgaran los amparos solicitados.

Al ser cuestionado por la Fiscalía sobre qué significaba hacer lobby, Mendizábal titubeó y dijo que se refería a platicar con sus compañeros y analizar si la solicitud estaba “apegada a derecho”.

Los amparos fueron otorgados con el voto favorable de Mendizábal y de los magistrados Erick Álvarez Mansilla, Artemio Tánchez Mérida, Mynor Franco Flores, Luis Alberto Pineda, Héctor Maldonado Méndez  y Gustavo Bonilla.

Posterior a la resolución, el magistrado pidió a Baldetti que influyera en el Presidente para que lo nombraran como Procurador General de la Nación.

El exmagistrado Gustavo Mazariegos fue ligado a proceso por el delito de tráfico de influencias y fue beneficiado con una medida sustitutiva de Q50 mil.

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