POR REDACCIÓN LA HORA
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Cada año la comunidad de Chicoyogüito realiza una caminata pacífica hacia la base militar conocida como Creompaz, donde según el Ministerio Público funcionó la zona militar 21.

La marcha es un recordatorio del despojo y el desalojo del que fueron víctimas el 28 de julio de 1968, cuando fueron forzados a dejar sus hogares para construir la zona militar.

Además, el recorrido es una demanda de justicia, para que se les devuelvan las tierras que les fueron arrebatadas.

“Nosotros lo que tenemos necesidad es que nos entreguen los terrenos que nos quitaron. Porque ese terreno es de nuestros padres, porque ahí lucharon ellos, ahí trabajaron hace cuánto tiempo”, dice Víctor Yat, quien nació en la fina Chicoyogüito.

De acuerdo con los comunitarios, el lugar donde se levantó la base militar es territorio ancestral maya q’eqchi’, pero en 1902, durante la reforma liberal y colonización alemana, ocurrió el primer despojo: el territorio fue entregado a las familias extranjeras como finca cafetalera.

En 1944 las fincas fueron expropiadas y nacionalizadas, aunque la tranquilidad duró poco, ya que en 1968, en el Conflicto Armado Interno, el Ministerio de Defensa expulsó a las familias para construir la base militar donde, de acuerdo con la Fiscalía, se cometieron decenas de violaciones a los Derechos Humanos, como torturas y desapariciones forzadas.

Algunas de las familias se quedaron a vivir como mozos colonos del Ejército, mientras que otras se dispersaron. El Estado no les dio tierras ni les restituyó sus viviendas y tampoco reparó los daños causados.

A 49 años del despojo, los comunitarios exigen lo que consideran les corresponde por derecho.

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