POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Las autoridades aún investigan las cuatro masacres ocurridas en el periodo del 26 de agosto de 2015 al 11 de enero de 2016, ocurridas en cuatro cárceles del país, donde murieron 37 privados de libertad. Debido a esta situación nadie ha sido detenido, confirman fuentes oficiales.

La Hora consultó al Ministerio Público (MP) y a la Policía Nacional Civil (PNC) para conocer los resultados de las pesquisas que se siguen por la muerte de 37 personas en las prisiones de El Boquerón, en Santa Rosa; Granja Penal Canadá, en Escuintla; Puerto Barrios, en Izabal y en una cárcel de Chimaltenango.

Julia Barrera, portavoz del MP, confirmó que las investigaciones continúan en los casos de El Boquerón y Canadá. En tanto, al cierre de esta nota no se pudo establecer más información sobre las otras dos masacres en mención.

Por su parte, la PNC detalló que por las muertes en esas prisiones no ha sido capturado nadie, porque las diligencias continúan.

Tanto el MP como la PNC han argumentado que existen ciertas dificultades para investigar las muertes en las cárceles, debido a que en varios casos se ha establecido que existe manipulación de las escenas del crimen por parte de los reos.

LAS MASACRES

Los años 2015 y 2016 registraron varias masacres en las cárceles guatemaltecas; a la fecha únicamente se han tenido resultados por la masacre del 18 de julio de 2016 en la Granja Pavón, donde murió Byron Lima, quien era considerado el «dueño de las cárceles», así como 13 personas más.

Este día fueron capturadas seis personas, presuntas responsables o con algún tipo de participación en la muerte de Lima y los otros fallecidos.

Sin embargo, todavía no se detiene a los implicados en otros hechos similares y que dejaron un total de 37 muertos.

En investigación todavía se encuentra la masacre del 26 de agosto de 2015, donde murieron 7 privados de libertad en la cárcel El Boquerón, así como los 16 asesinatos del 29 de noviembre del mismo año en la Granja Penal Canadá.

También, las 8 muertes de reos ocurridas el 31 de diciembre de 2015, en la cárcel de Puerto Barrios en Izabal. Asimismo, la masacre de 6 reos en el centro de detención de Chimaltenango, ocurrido el 12 de enero de 2016.

En los cuatro casos se ha manejado información preliminar de que se ha tratado de amotinamientos o riñas entre reos, sin embargo, no se esclarece el verdadero origen de estos hechos.

Los sobornos a guardias, los costos por privilegios que conceden las autoridades carcelarias de nivel alto, medio y bajo a reos, evidencian la corrupción que persiste en el sistema carcelario guatemalteco.

Artículo anteriorCapturan a piloto de aeronave accidentada
Artículo siguienteBaldetti se ausenta del Juzgado por retiro de catéter