POR GRECIA ORTIZ
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Cuando Óscar de León llegó a Estados Unidos en 1979, su cultura y su identidad fueron su arma de sobrevivencia. Por eso, estando ahí se bautizó a sí mismo como “Óscar de Salcajá”, en honor a la tierra que lo vio nacer. El guatemalteco se ha dedicado por dos décadas a mostrar al mundo la cultura guatemalteca, que comparte a través de coloridos murales, pinturas y fotografías expuestas en distintas ciudades de Estados Unidos.
De León quería ser médico, pero el destino le cambió sus planes. Siguiendo a su novia, quien ahora es su esposa, se estableció en Estados Unidos y comenzó una nueva vida ahí.
Desde que llegó, el guatemalteco sintió la necesidad de mostrar a otras personas la cultura del país.
En Guatemala su familia se dedicaba a la confección de trajes indígenas. Por eso, además de cargar con sus ilusiones, De León llevó consigo a Estados Unidos una pintura de una tejedora maya. Según dijo, el sueño de sus seres queridos fue siempre que divulgara la cultura de Guatemala en el extranjero.
“Muchos no creen que los mayas eran una gente dedicada a la conservación de la paz, de la libertad y especialmente del amor a la tierra. Basado en todo esto yo he tratado, bien o mal, de representar a Guatemala culturalmente”, señaló.
En palabras del artista, su misión siempre ha sido devolverle al guatemalteco su identidad de raíces mayas.
Óscar refirió que aprovecha la exposición de sus murales para explicar a las personas aspectos que desconocen de la cultura guatemalteca, muchos de los cuales ha logrado entender, incluso, después de que dejó el país, por medio del estudio.
“Tenemos nuestra propia música, somos autóctonos, tenemos autonomía en toda la música de la marimba. Tenemos el árbol del hormigo, que es el principal elemento para que exista la música”, dijo.
Aunque el guatemalteco nunca fue a la escuela para aprender arte, sus murales y lienzos demuestran que el talento lo lleva en la sangre.
En un principio su arte lo mostraba en las calles. Dejó su huella en las paredes de varios lugares de Estados Unidos. Sin embargo, a medida que fue desarrollando sus habilidades, comenzó a exponerlo también en lugares cerrados. Además de pintar lienzos se adentró en el mundo de la fotografía. “Aquí me conocen más como muralista que como pintor de cuadros”, advirtió.
Próximamente, De León participará un año más en el Pasadena Chalk Festival, un evento en el que cientos de personas realizan murales con yeso. “Yo vi cuando empezó todo esto, vi a 100 y 200 personas pintando en el piso con yesos de colores. Cuando vi eso, empecé”, indica.
El connacional refiere que todo lo que pinta lleva un mensaje. Por eso, a lo que hace le llama “la pared que habla”, porque hace hablar a la pared o al lienzo que elabora. Eso hace al hombre ser un artista.
Entre sus temas favoritos para representar en las pinturas están los elementos de la cultura nacional, pero también la pesca y el mar, otra de sus pasiones. “Pinto lo que tenga que ver con el mar, tiburones, ballenas, delfines, el agua, todo lo que tenga que ver con el mar, eso me encanta”, refirió.
Pero no solo el mar destaca entre las pinturas de Óscar de Salcajá, también lo hace el Quetzal, ave nacional de Guatemala. “Desde que yo llegue a Estados Unidos he estado defendiendo en dar a conocer el Quetzal”, dice.
Finalmente, añadió, que en todo el tiempo que ha estado en Estados Unidos, solo ha desarrollado un trabajo, que ha logrado mantener con esfuerzo. “El trabajo no ha sido un obstáculo para mí y desde el primer día que vine yo tuve un trabajo, fue una bendición de Dios. Del trabajo no me quejo, me ha dado lo suficiente para vivir”.
EL JOCÓN Y LAS ENCHILADAS SON SUS PLATILLOS PREFERIDOS
Además de pintar, a Óscar le gusta el fútbol, la natación, y el basquetbol. Entre sus platos favoritos está el jocón. Entre risas mencionó que cuando come el platillo, lo hace para celebrar: “mi mamá sabía que si había jocón yo era el hombre más feliz”. Las enchiladas también se encuentran entre sus platos preferidos.
“Muchos no creen que los mayas eran una gente dedicada a la conservación de la paz, de la libertad y especialmente del amor a la tierra. Basado en todo esto yo he tratado, bien o mal, de representar a Guatemala culturalmente”.
“Desde que yo llegue a Estados Unidos he estado defendiendo en dar a conocer el Quetzal”.
ÓSCAR DE SALCAJÁ